¡®Dance First¡¯: Samuel Beckett no est¨¢ ni se le espera
Gabriel Byrne destaca en la piel del escritor irland¨¦s en un ¡®biopic¡¯ curioso pero de empe?o imposible, y que indaga en sus relaciones sentimentales
Cualquier amante de la figura de Samuel Beckett convendr¨¢ en que roza el sacrilegio convertir a este t¨®tem de la cultura occidental en el personaje de un biopic de aire hollywoodiense, aunque astutamente se trate de un biopic raro, desnudo, esc¨¦ptico y poco convencional. Dance First arranca por el final, con la ceremonia del Premio Nobel de 1969 a la que Beckett se neg¨® a acudir. En la ficci¨®n s¨ª est¨¢, taciturno en el patio de butacas, deslizando un sarc¨¢stico ¡°qu¨¦ cat¨¢strofe¡± a su mujer, Suzanne, que fue quien en la vida real pronunci¨® ese lamento cuando le comunicaron por tel¨¦fono el veredicto de la Academia sueca.
El rechazo a la pompa del hombre que acu?¨® la c¨¦lebre frase ¡°Int¨¦ntalo otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor¡± se soluciona con una huida entre bambalinas. Literalmente, Beckett trepa por el escenario del Nobel para encontrarse consigo mismo y entablar un di¨¢logo, a la manera de algunos de sus famosos duetos existencialistas, de Vladimir y Estrag¨®n a Hamm y Clov, para decidir a qui¨¦n debe pagar las deudas de una vida con el dinero del premio. Esas deudas (morales) se traducir¨¢n en la serie de flashbacks que recorren esta pel¨ªcula de pulido blanco y negro, curiosa y bien interpretada aunque de empe?o imposible sobre la vida del autor de Esperando a Godot.
El director brit¨¢nico James Marsh ya se adentr¨® en el g¨¦nero biogr¨¢fico con La teor¨ªa del todo, sobre el f¨ªsico Stephen Hawking. O mejor dicho, sobre Hawking y su esposa, Jane Wilde. El compromiso del actor Eddie Redmayne con el personaje le vali¨® un Oscar en 2015. Sin embargo, el trabajo de Gabriel Byrne en la piel del hura?o Beckett es demasiado sutil y dif¨ªcil como para lograr consensos. Byrne y Fionn O¡¯Shea, en la versi¨®n juvenil del escritor, logran algo tan impensable como que acabemos viendo en ellos, por lejano que sea, el reflejo perplejo del bello pajarraco que era Beckett.
El t¨ªtulo Dance First recoge una conocida cita beckettiana (¡°Baila primero. Piensa despu¨¦s. Es el orden natural¡±) y se centra en episodios de su vida alrededor de figuras como su esposa, Suzanne Deschevaux-Dumesnil; una de sus ¨²ltimas amantes, traductora y cr¨ªtica Barbara Bray; o la hija de James Joyce, Lucia Joyce, a quien Beckett conoci¨® cuando trabajaba para su padre como asistente y traductor. El encuentro entre el joven escritor y un Joyce en la piel del actor Aidan Gillen (The Wire, Juego de tronos) est¨¢ entre lo m¨¢s jugoso de una pel¨ªcula en cuya b¨²squeda del rosebud del autor irland¨¦s se topa con personajes tan cruciales como su tir¨¢nica madre y su adorado padre.
Pero el gran ausente es el artista ap¨¢trida y solitario. M¨¢s all¨¢ de una cita expl¨ªcita a la Winnie de D¨ªas felices, la pel¨ªcula apenas se detiene en su literatura, por mucho que est¨¦ infiltrada en l¨ªneas del guion. Marsh no logra hacer visible lo invisible y pese a que en la primera secuencia del Nobel se advierte de que estamos ante un genio del siglo XX, la naturaleza radical de ese genio nunca cristaliza en im¨¢genes. Quiz¨¢ es el sino de estos tiempos en los que la vida de los hombres importa m¨¢s que su obra. Beckett no breg¨® contra enfermedades, ni fue un h¨¦roe al uso, pese a luchar con valent¨ªa contra el nazismo en la resistencia francesa. Detestaba a su madre y fue infiel a su esposa. Pero su verdadero logro, revolucionar con su escritura el arte y el pensamiento modernos, pertenecen al parecer a otro siglo.
Dance First
Dirección: James Marsh.
Intérpretes: Gabriel Byrne, Aidan Gillen, Sandrine Bonnaire, Fionn O’Shea.
Género: drama. Reino Unido, 2023.
Duración: 100 minutos.
Estreno: 15 de diciembre.
Babelia
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