¡®El triunfo¡¯: por una vez, la mejor comedia francesa del a?o es de verdad la mejor comedia francesa del a?o
El filme de Emmanuel Courcol sobre la representaci¨®n de ¡®Esperando a Godot¡¯ por una compa?¨ªa de presos ha sido un ¨¦xito de cr¨ªtica en Francia y ha ganado premios como el del cine europeo. Es el ¨²ltimo ejemplo de un g¨¦nero convertido en industria
Premio a la mejor comedia en los galardones del cine europeo, cr¨ªticas muy positivas en Francia y m¨¢s de 2,5 millones de euros de recaudaci¨®n, una muy buena marca sabiendo que en la fecha de su estreno para entrar en los cines franceses se requer¨ªa el pasaporte covid. Aun as¨ª, super¨® los 350.000 espectadores. La coletilla publicitaria de ¡°la mejor comedia del a?o¡± que tantas veces acompa?a en Espa?a a un filme franc¨¦s se cumple de verdad con El triunfo, de Emmanuel Courcol, actor devenido en guionista devenido en director. ¡°Yo al menos eso espero¡±, contaba el cineasta el martes por videoconferencia. ¡°Tampoco tengo claro si El triunfo [que se estrena ahora en Espa?a] es m¨¢s una tragicomedia social. Dir¨ªa que es una comedia en el sentido m¨¢s amplio del significado¡±.
Cada temporada, Unifrance, la agencia p¨²blica de promoci¨®n del cine franc¨¦s en el extranjero, organiza a mediados de enero unas jornadas publicitarias con entrevistas con directores e int¨¦rpretes de sus filmes que se vayan a estrenar fuera de sus fronteras. Cada a?o, para Espa?a se muestran unas tres docenas de comedias. Cuando llega su lanzamiento espa?ol, m¨¢s de una veintena lleva el reclamo en sus tr¨¢ileres y sus carteles de ¡°la comedia francesa del a?o¡± sustentado bien en cifras de taquilla, bien en cr¨ªticas, bien en la absoluta subjetividad del distribuidor que comercializa la pel¨ªcula.
Hay t¨ªtulos que se ganaron semejante honor: Los visitantes (1993), Ast¨¦rix y Ob¨¦lix contra C¨¦sar (1999), Am¨¦lie (2001), la saga Taxi o la irrefutable Intocable (2011), que solo en Espa?a recaud¨® 16,5 millones de euros y super¨® en todo el mundo los 300 millones de euros. Al igual que en Espa?a, la taquilla francesa se sustenta en este g¨¦nero en filmes creados alrededor de una estrella, versiones de taquillazos extranjeros o, muy pocas veces, ideas originales. ¡°Para m¨ª¡±, reflexiona Courcol, ¡°es un gancho. Y no importa. Vale para que la gente entre en el cine pensando que ver¨¢ una comedia. Se reir¨¢, desde luego, porque hay momentos muy divertidos. A la salida, que el espectador decida qu¨¦ ha visto. Lo importante es que compre la entrada¡±.
Si en Espa?a Santiago Segura tira del carro de la asistencia a las salas, en Francia Albert Dupontel, Omar Sy o Val¨¦rie Lemercier enganchan con su p¨²blico. El triunfo la distribuye la compa?¨ªa Caramel. Pero A Contracorriente Films, la distribuidora de Intocable, es la empresa que m¨¢s cine franc¨¦s lanza en Espa?a cada a?o. Adolfo Blanco, su consejero delegado, apunta: ¡°Nosotros en salas estrenamos media decena de comedias francesas por temporada. Y s¨ª, el reclamo de ¡®La comedia francesa del a?o¡¯ funciona con el p¨²blico espa?ol. Intocable cimenta un mercado que ahora espera esos filmes elegantes, poco sesudos, muy feel good movies. En Espa?a el lema de la comedia del a?o solo funciona con filmes argentinos y franceses¡±. Para Blanco, el cine franc¨¦s se atreve a algo que solo Segura hace en Espa?a: ¡°Exprimen muy bien los ¨¦xitos con continuaciones. Este a?o estrenaremos la tercera parte de Dios m¨ªo, ?pero qu¨¦ te hemos hecho?, con Christian Clavier, y Barbacoa de amigos 2. Ellos entienden que hay que orde?ar la vaca, porque, efectivamente, existe la industria de la comedia francesa¡±.
El lema es un gancho. Vale para que el espectador entre a la sala. Lo importante es que compre la entrada¡± (Emmanuel Courcol, director de ¡®El triunfo¡¯)
En el caso de El triunfo, el proyecto naci¨® del productor Marc Doure. ?l contact¨® con Courcol (Angers, 64 a?os) y le pas¨® el guion y un documental, Los prisioneros de Beckett (2005), sobre el caso en que se basa la pel¨ªcula: en 1985, el actor y director teatral sueco Jan J?nson mont¨® con una compa?¨ªa de teatro con reclusos de la c¨¢rcel de alta seguridad de Kumla una versi¨®n de Esperando a Godot. El d¨ªa del estreno en Gotemburgo, cinco de los seis presos-actores se escaparon antes de la actuaci¨®n. A Courcol, que hab¨ªa debutado como director con Alto el fuego (2016), le gust¨® la idea y decidi¨® retocar el guion. Tanto Doure como Courcol coincidieron en que el protagonista ten¨ªa que ser Kad Merad (Bienvenidos al Norte, El peque?o Nicol¨¢s o ?Va por nosotras!), perfecto para dar vida a ?tienne Carboni, un actor teatral que no logra hacer carrera, y que a rega?adientes acepta la oferta de dirigir una adaptaci¨®n de la m¨ªtica obra del nobel de Literatura Samuel Beckett. Hasta que se apasiona por su labor, y adem¨¢s descubre el posible eco profesional del estreno. ¡°Primero pens¨¦ que era una historia extraordinaria. Solo despu¨¦s me plante¨¦ en que hab¨ªa que contar cu¨¢n necesaria es la cultura en la c¨¢rcel¡±, explica el director.
Pero Kad Merad ten¨ªa tantos proyectos que tuvieron que esperarle un a?o para rodar la pel¨ªcula. ¡°En Francia a los actores como Kad los llamamos actores finos. Pueden hacer cualquier cosa sin grandes aspavientos; espero volver a trabajar con ¨¦l¡±, define el director. Y cuando por fin la acabaron lleg¨® la pandemia. El triunfo obtuvo el sello Cannes 2020, se proyect¨® por festivales como la Seminci de Valladolid, Angulema o Mosc¨² entre ese a?o y 2021, y lleg¨® a las salas en Francia el pasado mes de septiembre. ¡°Ha sido un viaje largu¨ªsimo, sin duda¡±, recuerda Courcol, que en diciembre vio c¨®mo su El triunfo se llevaba en los premios del cine europeo el galard¨®n a mejor comedia del a?o.
En Francia, la comedia es una industria¡± (Adolfo Blanco, A Contracorriente Films)
El triunfo habla de la necesidad de ser escuchados, como confirma el ¨¦xito de las redes sociales. ¡°Los presos van m¨¢s all¨¢. Que se les atienda significa que existen¡±, apunta Courcol. ¡°En la c¨¢rcel, sin contacto con sociedad, son la nada. Estos proyectos de cultura en prisi¨®n hacen que se puedan reenganchar con la gente de fuera. Yo mismo lo vi, porque antes de rodar estuve siguiendo, y filmando un documental mientras esper¨¢bamos a Merad, una producci¨®n teatral parecida. Los reclusos pasaban de estado larvario a la vida. Resucitaban¡±.
Y de ah¨ª la pertinencia de Esperando a Godot, una obra de 1952 que sigue hablando de manera fresca y relevante a los espectadores de 2022. ¡°Como se centra en la condici¨®n humana y lo hace a trav¨¦s de personajes cercanos a todos, nos sigue enganchando. La nada, el vac¨ªo, la desesperanza... son cosas que hemos vivido. Y a la vez es una comedia¡±, insiste Courcol. ¡°Ahora, los presos se sienten interpelados por esos protagonistas en espera eterna. Para un recluso es su d¨ªa a d¨ªa¡±.
Babelia
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