Hugo Silva: ¡°No intelectualizo nada, simplemente act¨²o¡±
El int¨¦rprete se confiesa ilusionado por su primera nominaci¨®n al Goya, como actor de reparto en ¡®Un amor¡¯, y mantiene intacta su conciencia de clase de chico de barrio de Madrid
Nos vemos a media ma?ana del d¨ªa de la cena de nominados a los Premios Goya 2024. Cita en una cafeter¨ªa-panader¨ªa de esas con docenas de variedades de caf¨¦ y de masas madres, al lado del Rastro, cerca de su casa, donde le conocen y nadie se inmuta al ver al famoso del cine y de la tele. Enfrente, un imponente patriarca gitano est¨¢ sentado al sol a la puerta de una de las t¨ªpicas chamariler¨ªas del barrio, presidida por el retrato de un an¨®nimo caballero, procedente del desmantelamiento de un piso, y en medio de un trasiego de paseantes y furgonetas de reparto. Cuando aparece, Hugo Silva pide, antes que nada, poder, echarse un caf¨¦ y algo s¨®lido al cuerpo. Viene del gimnasio, est¨¢ muerto de hambre y se atiza una tostada con huevo y aguacate acodado en la ventana del chafl¨¢n, con vistas al paisaje y el paisanaje. Est¨¢ en su salsa.
Sospecho que le aburren las entrevistas de promoci¨®n. ?No?
Es mi trabajo y mi obligaci¨®n es entusiasmarme con ellas, pero la mayor¨ªa del tiempo es responder a la misma pregunta muchas veces. Entonces, entro en piloto autom¨¢tico y tengo que tirar de reservas para no aburrirme.
?Se evade con facilidad?
S¨ª, soy as¨ª de siempre. No es una cuesti¨®n profesional. Es una pulsi¨®n. Observo a la gente y me imagino cosas. Siempre me he divertido mirando, desde el cole. La realidad no me parec¨ªa divertida y me hac¨ªa mis propias pel¨ªculas. Me recuerdo bastante perdido.
Creci¨® en San Blas, un barrio digamos duro de Madrid.
A m¨ª no me parec¨ªa duro: era mi barrio y punto. No es que mi realidad me pareciera dura, sino aburrida. Es despu¨¦s, cuando comparas tu vida con la de otras personas, cuando tomas conciencia de lo duro que era aquello. Claro que hab¨ªa droga, pero yo no tuve casos cercanos. Y hab¨ªa much¨ªsima desigualdad. Era un barrio obrero donde la gente trataba de sacar lo mejor de s¨ª misma.
?Cu¨¢l fue su ascensor social?
La potra. Estoy muy agradecido al destino. Cuando empec¨¦ a estudiar en la Escuela de Arte Dram¨¢tico, en la que entr¨¦ no por estudios, sino por una prueba, y luego, cuando empec¨¦ a ir a castings y me cog¨ªan, reconozco que he tenido mucha suerte en la vida.
Algo pondr¨ªa de su parte.
Toda mi energ¨ªa. Gast¨¦ toda mi juventud en eso. He trabajado como un bestia, pero eso no siempre funciona. Todo eso del pensamiento positivo y de si quieres, puedes, me pone nervioso porque no es justo. Lo que puedo decir es que yo puse el 100%, y lo dem¨¢s fue suerte. Mi carrera, a pesar de haber tenido alg¨²n pelotazo, como Los hombres de Paco, ha sido lenta, gradual. Y muy divertida, tambi¨¦n. No me quejo.
Aparte de dinero y gloria, ?qu¨¦ ha recibido a cambio?
Conocer a gente de mi profesi¨®n que me ha moldeado, me ha cambiado y me ha dado cultura, conciencia y empat¨ªa. He tenido una ventana a otro tipo de gente, con una pulsi¨®n art¨ªstica y curiosidad por la cultura. Es lo que m¨¢s agradezco a este oficio.
?Tiene conciencia de clase?
Mucha. Mi familia es sindicalista, no lo olvido jam¨¢s y estoy orgullos¨ªsimo de donde vengo.
Mi padre llamaba a eso tener ¡°complejo de pobre¡±. ?Le suena?
S¨ª, yo, m¨¢s que de pobre, que tambi¨¦n, tengo complejo de chico ignorante, que entr¨® sin estudios en la Escuela de Arte Dram¨¢tico. All¨ª nadie me hizo sentir mal, bueno, igual alg¨²n idiota, pero no quiero acordarme. Pero s¨ª, siempre he tenido ese complejo de chico que ha tenido potra y estaba ah¨ª no sab¨ªa muy bien por qu¨¦.
?C¨®mo lleva las vanidades de la alfombra roja de su profesi¨®n?
Es cierto que, a veces, hay mucha tonter¨ªa en ellas, pero tambi¨¦n la hay en el f¨²tbol o en la tele, cualquier cosa que tenga exposici¨®n p¨²blica. Creo que esa vanidad esconde mucha inseguridad, miedo y ansiedad. Yo tiro de humor. Tengo la humildad de mirar a mi personaje desde abajo, no desde arriba. Es mi trabajo, y ah¨ª no hay ninguna tonter¨ªa. Lo otro es accesorio. Tampoco es que los del cine seamos tan importantes.
Pues algunos van de dioses.
Yo no. Me encanta cuando me ponen en mi sitio. La gente est¨¢ a otra cosa. Se lo pasa bien con nosotros, quiz¨¢ alguno de nuestros trabajos cale en ciertas personas, pero a lo m¨¢ximo que podemos aspirar es a ser como el primo segundo de alguien que te ve, flipe contigo un rato, y a otra cosa.
?Usted con qu¨¦ flipa?
Con la m¨²sica. Me puede salvar la vida. Ahora, por ejemplo, que estoy nervioso con todo esto de los Goya y dem¨¢s, escucho mucho a Chet Baker. Hay m¨²sicas que te espolean, otras que te calman. Para m¨ª es terap¨¦utico.
?Va a terapia, terapia, como casi todos los actores y actrices?
S¨ª, y no pasa nada. Deber¨ªa ir todo el mundo. Yo he empezado hace poco. Pero no por mi oficio, sino por la vida. A medida que te haces mayor y te pasan cosas, necesitas herramientas y cierta perspectiva de la vida. Me ayuda.
A sus 46 a?os, ?ha notado el clic de hacerse mayor en escena?
S¨ª, de forma natural, me ofrecen otro tipo de personajes m¨¢s maduros y complejos, y me resultan mucho m¨¢s divertidos. Estoy encantado con el cambio. Pero tambi¨¦n te digo que, por dentro, tengo 23 a?os, aunque luego me miro al espejo y no subo de los 38.
Su personaje en Un amor es un manipulador emocional. ?Se inspir¨® en alguien en concreto?
Alguno conozco, pero yo no soy un actor que est¨¦ con el personaje todo el d¨ªa. Ahora, cuando dicen ¡°motor y acci¨®n¡±, ya llevo un minuto concentrado y al toro: s¨¦ d¨®nde est¨¢ la marca y lo que tengo que hacer. Lo que m¨¢s me gusta de mi profesi¨®n es ese momento. Esa otra realidad. Porque la realidad es aburrida para el cine.
Y se hace su propia pel¨ªcula.
Exacto, como me pasaba de peque?o: igual que otros quer¨ªan jugar al f¨²tbol, yo quer¨ªa hacer del protagonista de la serie del momento, Falcon Crest, por ejemplo.
Muchas veces ha hecho de poli. ?Podr¨ªa hacer de arist¨®crata?
Hay otros actores que lo har¨ªan mejor que yo. Ser¨ªa un reto, porque mi energ¨ªa va por otro lado. Pero podr¨ªa, perfectamente.
Todo el rato habla de energ¨ªa.
Es que yo no intelectualizo: act¨²o. A veces, los directores me piden que diga una frase pensando en no s¨¦ qu¨¦. Les digo: dame toda la informaci¨®n del personaje y luego yo lo traduzco. Es que ni siquiera s¨¦ lo que busco, me sale. Hace tiempo que descubr¨ª que no hay que darle muchas vueltas, no tiene m¨¢s misterio. Pero vamos, que este trabajo no es tan complicado. No s¨¦ qui¨¦n dijo que actuar o era f¨¢cil o era imposible. Estoy de acuerdo.
Le van a criticar sus colegas.
S¨ª, esto no es popular, pero tambi¨¦n te digo que he visto a mucha gente que se pone delante de una c¨¢mara y no le sale. Esto es como dibujar. T¨² puedes aprender a dibujar, pero si eres un negado, eres un negado.
Bueno, usted fue electricista, siempre puede volver a serlo.
Qu¨¦ va, yo ya no s¨¦ hacer otra cosa. He sido hormiguita, eso lo aprend¨ª de mi madre, eso s¨ª se aprende en un barrio obrero. Y, adem¨¢s, a m¨ª me dan igual las marcas, los coches y todo eso. Para m¨ª el lujo es poder estar un martes laborable haciendo surf en Tarifa, y, eso, lo puedo hacer entre curro y curro.
Pues muchas gracias y mucha suerte en los Goya.
Gracias. Me hace much¨ªsima ilusi¨®n estar nominado. Sobre todo por mi familia. A mi abuela le hubiera encantado. Mi madre est¨¢ feliz, aunque mi padre ya no llega a tiempo. Muri¨® hace poco. Ha sido muy desconcertante perder a la persona que me lo ha ense?ado casi todo. Supongo que, con el tiempo, el cuerpo y la mente lo asumir¨¢n. A¨²n no lo he hecho.
'Un amor'
Hugo Silva (Madrid, 46 años) saltó a la fama instantánea en 2005 con su papel de policía en la serie Los hombres de Paco. Su interpretación del agente Pacino en El ministerio del tiempo también contribuyó a su leyenda. "Hubo un momento en que alguna vez, por la calle, se me presentaban polis de uniforme o de paisano diciéndome: 'Soy compañero', como si realmente yo también fuera policía", bromea hoy. Casi 20 años después de su irrupción en la popularidad, ahora estrena nominación a los Goya, en la categoría de mejor actor de reparto, por su papel de vecino metomentodo y manipulador en Un amor, la película de Isabel Coixet sobre la novela homónima de Sara Mesa.
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