?ngel Mart¨ªn, c¨®mico: ¡°Cuando sal¨ª del hospital desapareci¨® mucha gente. No s¨¦ por qu¨¦. Tampoco me he molestado en investigar¡±
Despu¨¦s del ¨¦xito de ¡®Por si las voces vuelven¡¯, donde relata su ingreso psiqui¨¢trico tras un brote, el presentador de televisi¨®n vuelve con ¡®Detr¨¢s del ruido¡¯
¡°Hace a?os me romp¨ª por completo. Tanto como para que tuvieran que atarme a la cama de un hospital psiqui¨¢trico para evitar que pudiera hacerme da?o¡±. As¨ª relataba ?ngel Mart¨ªn, estrella de la televisi¨®n (S¨¦ lo que hicisteis, ?rbita Laika), el brote psic¨®tico que desemboc¨® en un best seller, Por si las voces vuelven (Planeta, 2021), que ha tenido continuidad con otro libro, Detr¨¢s del ruido, donde cuenta, en sus palabras, ¡°todo lo que aprend¨ª para rehacerme por completo y mantener la cordura¡±. Son dos libros impactantes por la intimidad desplegada, el humor que utiliza el c¨®mico, y el impacto producido en cientos de miles de lectores para concienciarlos sobre salud mental.
Pregunta. ?C¨®mo es la salud mental de este pa¨ªs?
Respuesta. Por los mensajes que recibo, el porcentaje de los que est¨¢n bien es peque?o, claro. La gente no te escribe para decirte que est¨¢ fant¨¢stica. Pero s¨ª puedo sacar una conclusi¨®n: la salud mental es una cosa a la que no le prestamos atenci¨®n. S¨®lo cuando algo nos rompe. Como cuando f¨ªsicamente tienes un dolor. Pero como todav¨ªa no se ha roto el m¨²sculo, sigo.
P. ?C¨®mo est¨¢ usted ahora?
R. Noto mucho cuando pierdo el foco. Me llevo muy bien conmigo. Trato de ser muy consecuente en todas mis acciones, en las cosas que hago, en por qu¨¦ las hago, en descubrir por qu¨¦ algo me puede estar desestabilizando. No dejo pasar nada.
P. ?Ha perdido vida social?
R. Puede ser. Cuando tienes d¨ªas de muchas interacciones, terminas m¨¢s cansado. A ver c¨®mo te lo digo para que se entienda y no pueda parecer falt¨®n: tratas de que todas las conversaciones sirvan de algo. Cuando hay mucho jaleo social, mucho compromiso, prevengo a mi cabeza, le digo: hoy va a haber ruido, va a ser cansado. Cuidas la cabeza antes de salir de casa igual que cuando te duchas por las ma?anas.
Cuidas la cabeza antes de salir de casa igual que cuando te duchas por las ma?anas¡±
P. El alcohol.
R. He minimizado mis salidas. Mis actos sociales est¨¢n tan reducidos que todo el que se relaciona conmigo sabe que no bebo. Al principio es raro. Y comet¨ª el error de pasarme al caf¨¦ como si no hubiera un ma?ana: tomarte ocho al d¨ªa tampoco era muy inteligente. As¨ª que lo ¨²nico que funciona es salir menos.
P. ?C¨®mo gestion¨® el ¨¦xito, y por tanto el ruido, tras la publicaci¨®n de Por si las voces vuelven?
R. Pasaron dos cosas. Una, mi desconocimiento del mundo literario: fue toda una sorpresa y lo que suced¨ªa era positivo. Era un ruido positivo y alrededor de algo que estaba muy controlado y que t¨² hab¨ªas decidido que fuera as¨ª, que fue contar tu experiencia tras un brote psic¨®tico. La segunda cost¨® un poco m¨¢s: gestionar la sensaci¨®n de que ahora cualquiera puede venir a contarte su movida. Y hay personas que son francotiradores, t¨ªo, en muy poco tiempo y con muy pocas palabras.
P. ?Cu¨¢l fue el momento m¨¢s dif¨ªcil?
R. El m¨¢s complicado emocionalmente fueron las firmas, porque cada persona que va, va por un motivo distinto. Te subes a una monta?a rusa de emociones. De repente alguien viene y te dice: ¡°Mi hijo se suicid¨® con 14 a?os, Me ha gustado mucho el libro¡±. Te quedas en la puta mierda mientras firmas, pero el que viene despu¨¦s con una sonrisa es: ¡°Hey, qu¨¦ pasa, yo ve¨ªa siempre el S¨¦ lo que hicisteis¡±. Cada 10 segundos, una hostia distinta.
P. En este libro recuerda un incidente con los perros. Usted adopta uno, lo re¨²ne con el que ya ten¨ªa y los dos se pelean entre ellos. Pero usted cree que una fuerza a¨¦rea le est¨¢ protegiendo cuando viaja con el perro nuevo a su casa y, por tanto, de lo que ocurra despu¨¦s no tiene culpa de nada. Aquello hab¨ªa obedecido a algo superior que estaba control¨¢ndolo todo. Y as¨ª era con todo lo que le pasaba. ?C¨®mo ha sido volver al territorio de la culpa y la responsabilidad?
R. Saber que vuelves a tenerla te obliga a ser consciente de las decisiones que tomas porque sabes que vas a tener que lidiar con eso. Ya no act¨²as por inercia y sin pensar. Si yo vuelvo a mi casa ahora y mis dos perros se han enganchado, la culpa es m¨ªa, tronco. Los has dejado solos antes de saber si se llevaban bien. No es del universo que te ha permitido tener dos perros.
Hay d¨ªas que son muy aburridos. D¨ªas que son terriblemente aburridos. En comparaci¨®n con estar en brote, cualquier cosa es aburrida¡±
P. Quiz¨¢ las p¨¢ginas m¨¢s afiladas, m¨¢s honestas, son aquellas en las que dice que su vida es m¨¢s aburrida que cuando estaba a punto de tocar la luna.
R. Hay d¨ªas que son muy aburridos. D¨ªas que son terriblemente aburridos. En comparaci¨®n con estar en brote, cualquier cosa es aburrida. Porque de repente no todo tiene un significado. O sea, juegas a veces a que todo lo tenga. Fantaseas con la idea de que quiz¨¢ estas dos cositas tienen alg¨²n significado, pero no todo lo tiene. Pasas de vivir en un lugar donde cada segundo es una aventura muy emocionante a resolver, a una vida donde tendr¨¢s que montar t¨² la aventura para que sea emocionante. Es inevitable que haya ratos aburridos, por lo menos para m¨ª. Hay gente que dice: ¡°Pues mi vida es superemocionante desde que me despierto hasta que me acuesto¡±. Yo hay ratos que despu¨¦s de comer me aburro, y haciendo la comida me aburro tambi¨¦n, y me aburro mucho. O sea, nada tiene sentido. Y, sin embargo, hacer la comida durante un brote, como los colores tienen significado, es emocionante. Volverte loco te permite descubrir el poder de prestar atenci¨®n a las cosas, lo bueno que puede ser eso; volverte loco tambi¨¦n te descubre que lo aburrido es muy aburrido. Cuando la gente dice ¡°me aburro¡±, pienso: ¡°No tienes ni idea de lo que es estar aburrido¡±.
P. ?Su pareja notaba algo raro? Leo: ¡°Dos perros me piden con la mente que me agache porque tienen algo que decirme. Me agacho y me cogen del cordel de la sudadera para llevarme a rastras hasta el dormitorio donde est¨¢ durmiendo Eva para que le diga que ya he descubierto su secreto¡±. Y describe lo que hubi¨¦semos visto nosotros: ¡°Un t¨ªo se arrodilla junto a sus perros que, al ver dos cordeles de la sudadera colgando, tratan de cazarlos para tirar de ¨¦l como si fuese un juguete. En cuanto los cogen, el t¨ªo empieza a arrastrar a los perretes hasta el dormitorio fingiendo que no puede hacer nada porque ellos tienen el control de esta absurda operaci¨®n¡±. Y all¨ª, como usted habl¨® con Eva telep¨¢ticamente, no pasa nada.
R. Mientras t¨² est¨¢s funcionando de manera normal, aunque el significado sea distinto, a quien tienes delante le da igual. Si yo ahora te digo: ¡°Oye, t¨ªo, ?quieres un poco de agua?, y bebes agua¡±, que para m¨ª este agua te est¨¦ purgando por dentro, te est¨¦ eliminando unas historias que tienes dentro y yo me he inventado, es superemocionante para m¨ª, pero t¨² est¨¢s bebiendo agua y a ti te he ofrecido agua. Entonces no te has enterado de nada. T¨² te ir¨¢s de aqu¨ª y dir¨¢s: ¡°Pues a m¨ª me parece un t¨ªo normal. Me ofreci¨® agua¡±. Es muy dif¨ªcil. Claro. Es muy dif¨ªcil que quien acompa?a vea cosas. A menos que se vaya muy de madre.
P. ¡
R. A veces es gracioso. Viene gente y te dice: ¡°Creo que mi pareja est¨¢ sufriendo un brote porque est¨¢ haciendo cosas raras¡±. ¡°?Por ejemplo?¡±. ¡°Quiere probar a bucear. No hab¨ªa hablado nunca de buceo y ahora quiere bucear¡±. Pues hombre, a ver. Querr¨¢ probar cosas nuevas.
Si vives algo as¨ª debes entender que en tu cabeza pasa algo para que eso haya sucedido¡±
P. ?Puede bajarse un poco la guardia?
R. Yo siempre hablo de m¨ª y creo que s¨ª: s¨ª puede haber momentos donde puedes bajar la guardia. Yo no vivo con la guardia alta. Lo que no puedes hacer es fingir que no ha pasado. Si vives algo as¨ª debes entender que en tu cabeza pasa algo para que eso haya sucedido. Y que tu prioridad debe ser entender tu coco al mil¨ªmetro para poder ser el primero en detectar si algo raro est¨¢ pasando. No te digo alarmarte o salir corriendo, pero ser capaz de decir: ¡°Hostia, ?por qu¨¦ llevo un rato pensando en que el azul es el lenguaje de los dioses? Y frenar, irte a casa y pensar si est¨¢ todo bajo control. Quiz¨¢ no siempre todos hacemos ese ejercicio de parar y decir: ¡°Me ha pasado esto, se me ha roto el coco. Vamos a priorizar el prestar atenci¨®n al coco por encima de todo lo dem¨¢s¡±. Yo ese ejercicio s¨ª lo he hecho. Y creo que s¨ª, que puede haber momentos donde puedas bajar la guardia. Insisto, quiz¨¢ no todo el mundo, ni todos los casos, pero no creo que sea inevitable tener que ir con la guardia alta despu¨¦s de vivir algo as¨ª.
P. ?Perdi¨® amigos?
R. Cuando sal¨ª del hospital desapareci¨® mucha gente, s¨ª. Desaparece gente y ya est¨¢. No s¨¦ por qu¨¦. Tampoco me he molestado en investigar.
P. Una cosa es perder amigos por salir de la c¨¢rcel despu¨¦s de cometer un crimen. ?Pero al salir del hospital?
R. T¨² vas a ser otro a la salida del hospital. La relaci¨®n contigo va a ser otra. No es: ¡°Me han ingresado. Salgo. Vaya movida, t¨ªo¡±. No es: ¡°No puedo beber, no puedo drogarme. Vaya movida. ?En qu¨¦ est¨¢bamos?¡±. Para mucha gente de repente eres algo que tienen que rellenar. Algo a lo que le tienen que volver a dar forma. Te tienen que devolver las ganas de. Yo entiendo que hay gente que no tiene la capacidad de decir: ¡°Hay que cambiar nuestra relaci¨®n, tengo que venir a tratar de echarte un cable para remontar¡±. Hay gente que no est¨¢ preparada para hacer eso y en lugar de decir: ¡°Oye, no estoy preparado¡±, pues desaparece y a tomar por culo, ya est¨¢. Pero luego hay gente que se queda, e incluso gente nueva. Y empiezas a hacer criba de la gente que llega y dices: ¡°Bueno, si estamos juntos es porque esto va a valer la pena. No perdamos tiempo, eso s¨ª¡±.
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