Liam Gallagher, cantante: ¡°Los j¨®venes de hoy son putos vagos que quieren un ¨¦xito inmediato¡±

Cuando lo anunci¨® hace unos meses en sus redes sociales, Liam Gallagher (Manchester, 51 a?os) dijo que iba a ser ¡°el mejor disco desde Revolver¡±. Estaba de guasa, claro. O tal vez no tanto. ¡°Bromeaba, pero tambi¨¦n lo pienso de verdad. Lo que quiero decir es que est¨¢ a la altura. Es un gran disco¡±, afirma el exvocalista de Oasis, sorbiendo una cerveza de media ma?ana, en una habitaci¨®n de hotel en Par¨ªs. Despu¨¦s de todo, nunca se lo ha conocido por su modestia. Se refer¨ªa as¨ª a su primer ¨¢lbum al lado de John Squire (Manchester, 61 a?os), guitarrista de The Stone Roses, otro grupo m¨ªtico de la escena mancuniana. El consenso cr¨ªtico sostiene que el disco, que lleva el nombre de sus integrantes y que Warner edita este viernes, no cambiar¨¢ la historia del rock, pero podr¨ªa ser lo mejor que han grabado desde la disoluci¨®n de sus grupos respectivos. El primer sencillo, Just Another Rainbow, se estren¨® en el n¨²mero uno en el Reino Unido, lo que demuestra que su receta ¡ªbuenas melod¨ªas, letras sencillas, masculinidad del siglo XX¡ª todav¨ªa tiene su p¨²blico.

Sentados en butacas pegadas, podr¨ªan ser familia. A primera vista, Squire parece un suced¨¢neo de hermano tras su ruptura con el de verdad, Noel Gallagher, con quien Liam parti¨® peras en 2009 poniendo fin a la aventura de Oasis. Son unos Hern¨¢ndez y Fern¨¢ndez del rock brit¨¢nico que lucen la misma parka verde, las mismas Adidas Samba, peinados que pudo cortar el mismo peluquero y el mismo acento norte?o (el de Gallagher es el peor de entender). Se conocen desde principios de los noventa. Entre sus bandas existi¨® un cari?o inhabitual para los grupos brit¨¢nicos de aquel tiempo, siempre inclinados al insulto jocoso, cuando no directamente a la reyerta. ¡°En aquella ¨¦poca estaba de moda decir cosas malas de quienes te precedieron, tratarlos como dinosaurios del rock. Ten¨ªas que odiarlos a todos. Ellos nunca lo hicieron¡±, asiente Squire. ¡°Dimos algunos tortazos, pero nunca a ellos. Nos encantaban¡±, dice Gallagher.

Sus or¨ªgenes sociales les unen. ¡°Yo soy un poco m¨¢s pijo, aunque mi padre trabajaba en una f¨¢brica¡±, afirma Squire. Gallagher le secunda: ¡°?Y mi madre tambi¨¦n! Eso est¨¢ ah¨ª, pero nunca hablamos de ello¡±

El vocalista de Oasis fue a ver un concierto de The Stone Roses a los 16 a?os; as¨ª entendi¨® que se quer¨ªa dedicar a esto. Tras un encuentro fortuito ¡°en una calle comercial de Gales¡± en 1994, fueron coincidiendo a lo largo de los a?os, dieron alg¨²n concierto juntos ¡ªSquire lleg¨® a tocar Champagne Supernova en una m¨ªtica actuaci¨®n¡ª y firmaron un par de colaboraciones. ?Se llevan tan bien por tener or¨ªgenes parecidos? ¡°Puede influir que los dos seamos de Manchester, pero es m¨¢s por la m¨²sica, porque nos gusta ropa parecida y porque nos gusta el f¨²tbol¡±, dice Gallagher. ¡°Yo soy un poco m¨¢s pijo. Crec¨ª en un suburbio donde hab¨ªa m¨¢s ¨¢rboles, aunque mi padre trabajaba en una f¨¢brica¡±, dice Squire. Liam, hijo de inmigrantes irlandeses, se sorprende: ¡°?Y mi madre tambi¨¦n! Trabajaba en la f¨¢brica de las galletas McVitie¡¯s. Eso est¨¢ ah¨ª, pero nunca hablamos de ello¡±.

En 2022, los dos compartieron escenario despu¨¦s de muchos a?os sin cruzarse. Al salir, Squire le pidi¨® a Gallagher que pusiera voz a dos canciones suyas, de las que acabaron saliendo las 10 que forman parte de este ¨¢lbum. Liam acept¨® con una sola condici¨®n: que hubiera ¡°muchas guitarras¡±. El disco se grab¨® en tres semanas en Los ?ngeles tras un largo intercambio de ideas a distancia. Buscando la inspiraci¨®n para el sonido del disco, Squire sugiri¨® temas de Jimi Hendrix y The Faces. Gallagher contest¨® con Redemption Song, de Bob Marley, y con los falsetes de los Bee Gees (?!), que no dejan de ser un grupo de Manchester, ya que crecieron en la ciudad inglesa antes de emigrar a Australia. El resultado, que incluye una pizca de psicodelia y otra de blues, cuenta con temas redondos como Mars to Liverpool o Mother Nature¡¯s Song, que suena como un himno al planeta. ¡°Es un mensaje de agradecimiento por darnos un lugar donde vivir¡±, dice Squire. ¡°Cuando eres joven no lo aprecias, te pasas el d¨ªa encerrado en casa. Ahora me encanta ir a la naturaleza, levantarme pronto e ir a caminar¡±, lo secunda Gallagher, describiendo los paseos con su perro Buttons por el id¨ªlico parque londinense de Hampstead Heath, cerca de su casa.

¡ª?No tienen, a veces, la sensaci¨®n de repetirse?

¡ªEs que esto es lo que me gusta, la m¨²sica de guitarras, el rock and roll. No voy a ponerme a hacer, a estas alturas, un disco de drum and bass ¡ªresponde Gallagher.

¡ª?Y uno de reguet¨®n? ¡ªle pregunta Squire, socarr¨®n.

¡ªA veces mis hijos, que son veintea?eros, escuchan esas cosas raras. A m¨ª me gustan los Beatles y los Rolling Stones, lo siento. Eso es lo que me emociona.

?Se reconciliar¨¢ alg¨²n d¨ªa Liam Gallagher con su hermano? ¡°Podr¨ªa ser, pero no pasar¨¢ esta semana¡±, responde. Le propuso tocar juntos ¡®Definitely Maybe¡¯ en su 30? aniversario. ¡°Y me dijo que no¡±, asegura

Dec¨ªa Damon Albarn hace unos meses que siempre odi¨® la etiqueta britpop, inventada por The Face en 1994 para designar a la nueva ola de bandas veintea?eras que sub¨ªan como la espuma en paralelo al auge de Tony Blair, en un momento de identificaci¨®n entre m¨²sica, juventud y Nuevo Laborismo, que con los a?os se revelar¨ªa ilusorio. Albarn se sinti¨® utilizado. ¡°Estoy totalmente de acuerdo con ¨¦l¡±, dice Gallagher sobre su antiguo archirrival. ¡°Pero ellos s¨ª que hac¨ªan britpop¡±. Carcajada de la audiencia. ¡°Pulp, Suede, Elastica, Menswear¡­ todo eso fue el britpop. Oasis y The Verve hac¨ªamos algo m¨¢s significativo. El britpop era un poco tonto¡±. ?Dir¨ªan que, desde entonces, su pa¨ªs ha perdido influencia musical por motivos extramusicales? ¡°S¨ª, pero no por el Brexit, aunque ahora sea m¨¢s caro ir de gira por Europa¡±, responde Squire. Gallagher se suma a la conversaci¨®n: ¡°Creo que los j¨®venes de hoy, no todos pero s¨ª la mayor¨ªa, son unos putos vagos. No culpes al Brexit o a Nigel Farage. El problema es que no quieren subirse a una furgoneta y conducir por la puta carretera. Quieren un ¨¦xito inmediato. No quieren trabajar duro¡±. Y ¨¦l, que se convirti¨® en una estrella con su primer disco, ?s¨ª lo hizo? ¡°Tal vez fuera r¨¢pido, pero trabajamos. Nos subimos a coches, autobuses y ferris. Hicimos lo que fue necesario¡±.

Gallagher ha anunciado una gira para celebrar el 30? aniversario de Definitely Maybe en 2024. ?Se le har¨¢ raro tocar estas canciones sin su hermano? ¡°No, ya las suelo tocar en mis conciertos. Adem¨¢s, ¨¦l tuvo la oportunidad de sumarse y dijo que no. Alguien tiene que hacer este trabajo sucio¡±. ?Le pidi¨® que formara parte de esa gira? ¡°S¨ª, se lo preguntaron¡±, responde. Precisa que no lo llam¨® ¨¦l sino su equipo, porque no se hablan. Adem¨¢s del aniversario del ¨¢lbum, tambi¨¦n se cumplen 15 a?os de la ruptura de Oasis despu¨¦s de un concierto en esta misma ciudad en 2009, cuando Noel le reproch¨® ¡°un nivel intolerable de intimidaci¨®n verbal y de violencia¡±, como expres¨® en un comunicado (m¨¢s tarde, a?adi¨® que le hab¨ªa tirado a la cabeza ¡°una ciruela y una guitarra¡±). ?Qu¨¦ recuerda? ¡°Nada, o no mucho¡±, dice Gallagher, v¨ªctima de una amnesia repentina. ?Se acabar¨¢ reconciliando con su hermano alg¨²n d¨ªa? ¡°Podr¨ªa ser¡±, deja caer, apurando su cerveza. ¡°Pero no pasar¨¢ esta semana¡±. El pr¨®ximo aniversario de Oasis tendr¨¢ lugar en 2025, cuando se cumplir¨¢n tres d¨¦cadas de la publicaci¨®n de (What¡¯s The Story) Morning Glory?. Puede que no vuelva a haber mejor ocasi¨®n.