Kitty Green, la cineasta destinada a subvertir los t¨®picos machistas
La directora australiana estrena ¡®Hotel Royal¡¯, un w¨¦stern de terror que enlaza con sus trabajos precedentes sobre la violencia con las mujeres y la cultura del abuso
¡°Pens¨¦ en mi propia vida y reflexion¨¦: como mujer, ?cu¨¢ndo es la ¨²ltima vez que he sentido miedo? Y sobre todo: ?era un miedo real o estaba provocado por los t¨®picos heredados?¡±, cuenta Kitty Green (Melbourne, 39 a?os). La conversaci¨®n tiene lugar tras un clase magistral ofrecida por la cineasta durante el pasado festival de San Sebasti¨¢n, y su frase apunta a lugar desde el que est¨¢ creando su obra una artista que, tras dar un pu?etazo sobre la mesa del mundo del documental, reflej¨® como nadie la oscuridad emanada de una figura masculina de poder como Harvey Weinstein (...
¡°Pens¨¦ en mi propia vida y reflexion¨¦: como mujer, ?cu¨¢ndo es la ¨²ltima vez que he sentido miedo? Y sobre todo: ?era un miedo real o estaba provocado por los t¨®picos heredados?¡±, cuenta Kitty Green (Melbourne, 39 a?os). La conversaci¨®n tiene lugar tras un clase magistral ofrecida por la cineasta durante el pasado festival de San Sebasti¨¢n, y su frase apunta a lugar desde el que est¨¢ creando su obra una artista que, tras dar un pu?etazo sobre la mesa del mundo del documental, reflej¨® como nadie la oscuridad emanada de una figura masculina de poder como Harvey Weinstein (y en general de cualquier ejecutivo depredador con ¨ªnfulas y despacho) en The Assistant (2019). Ahora ha estrenado en las salas espa?olas Hotel Royal, la subversi¨®n de los t¨®picos del w¨¦stern y del terror con la que concurs¨® en el pasado Zinemaldia, y ha vuelto a confrontar al p¨²blico con comportamientos machistas heredados y difundidos a trav¨¦s de la cultura.
?Puede cambiar el cine las narrativas masculinas imperantes? ¡°Necesitamos ampliar la conversaci¨®n, que la industria sea un poco m¨¢s consciente de que no solo hay un tipo de historia, que todos deber¨ªamos tener derecho a reflejar nuestra voz¡±. Y esa brega se ha convertido el motor creativo de la australiana. Green estudi¨® en la escuela de artes de la Universidad de Melbourne, su ciudad natal, y al acabar aprovech¨® el habitual a?o sab¨¢tico de los licenciados australianos para recorrer Europa. Ella misma se r¨ªe de la imagen que puede traslucirse de su f¨ªsico de rubia eslava. ¡°Mi abuela era ucrania, de ah¨ª mi f¨ªsico. Y por eso, ante el viejo clich¨¦ que maldefin¨ªa Ucrania y que se repiti¨® en mi viaje por el continente, decid¨ª centrar mi primer trabajo en lo que, hasta antes de la invasi¨®n, muchos occidentales pensaban de ese pa¨ªs¡±, recuerda.
Ah¨ª naci¨® la inspiraci¨®n para su primer largo documental, Ucrania no es un burdel (2013), que desde el t¨ªtulo deja claras las intenciones de Green, y en cuyo rodaje fue detenida por las fuerzas de seguridad rusas. ¡°Pas¨® porque las protagonistas del filme son las activistas de Femen, la organizaci¨®n activista feminista que naci¨® justo en Ucrania, aunque hoy se nos olvide porque su sede est¨¢ en Par¨ªs¡±, explica. Green y dos miembros de Femen fueron duramente interrogadas por la polic¨ªa. ¡°Y tuve suerte, porque soy extranjera¡±.
La cineasta se hizo de repente conocida en el circuito festivalero; y en su siguiente documental encontr¨® ese tono desasosegante que emana de su cine. En Casting JonBenet (2017), la cineasta indag¨® en el asesinato en 2006 de JonBen¨¦t Ramsey, una ni?a de seis a?os, reina de concursos infantiles de belleza, caso que conmocion¨® Estados Unidos y que a¨²n hoy sigue sin resolverse. Para contarlo, Green decidi¨® dar a la historia una vuelta m¨¢s y convocar y grabar un casting en los alrededores de Boulder (Colorado), hogar de la familia de la cr¨ªa, para una posible pel¨ªcula con el tema. Y a trav¨¦s de las conversaciones con los voluntarios, actores y aficionados, que se presentan para dar vida a los Ramsey, al jefe de polic¨ªa y a Santa Claus ¡ªla ni?a falleci¨® el d¨ªa despu¨¦s de Navidad¡ª, entender c¨®mo afect¨® el crimen a la comunidad.
El ¨¦xito del filme le abri¨® las puertas al salto a la ficci¨®n, y Green fue de las primeras cineastas en encarar el caso Weinstein con The Assistant, y no a trav¨¦s de uno de los ejecutivos cinematogr¨¢ficos m¨¢s famosos de la historia, sino desde Jane, una asistente reci¨¦n llegada a su compa?¨ªa. Detr¨¢s de la mesa de trabajo de la nueva hay una puerta. A veces cerrada, a veces entreabierta. Desde all¨ª una sombra gobierna su peque?o imperio. El p¨²blico nunca le ve la cara, pero s¨ª la espalda, y oir¨¢ su voz: es Harvey Weinstein. Y su comportamiento como depredador sexual y como abusador laboral marca la jornada de Jane y de sus compa?eros. ¡°Tanto en The Assistant, sobre todo cuando ves las humillaciones que sufre Jane y los escarceos sexuales de su jefe, como en Casting JonBenet, quer¨ªa que el p¨²blico sintiera la tensi¨®n. Jane no sabe, como el espectador, exactamente qu¨¦ est¨¢ ocurriendo¡±. Lo que desliza su filme hacia el terror. ¡°No estaba segura de esa deriva en su estreno, aunque s¨ª de que nuestra sociedad crea en muchos ambientes y de manera innata, el terror¡±.
A The Assistant le afect¨® de pleno en su lanzamiento comercial la pandemia; a cambio Green pudo encerrarse tranquila a escribir y decidi¨® volver a casa con Hotel Royal, a contar una historia en la Australia profunda y a hacerlo a trav¨¦s de dos mochileras extranjeras que tras quedarse sin dinero aceptan trabajar en un tugurio en un pueblo minero donde la ¨²nica v¨ªa de escape es emborracharse en ese bar. ¡°Existe una sexualizaci¨®n inherente a la condici¨®n femenina que gracias a los ¨²ltimos movimientos como el MeToo empieza a desaparecer. En mi trabajo empiezo primero eligiendo el tema, posteriormente me planteo qu¨¦ cosas me interesan de ese tema y finalmente qu¨¦ puedo aportar yo¡±, desmenuza. ¡°Aqu¨ª la tensi¨®n nace de esa cultura del alcohol, que provoca explosiones de agresividad, y de los vastos paisajes des¨¦rticos, que se contraponen a la claustrofobia de la oficina de The Assistant. La c¨¢mara se fija en la reacci¨®n de las dos protagonistas, siempre alertas, pero tambi¨¦n rastreo a los clientes, que, amenazantes, vigilan a las chicas. S¨ª, ser¨¢ w¨¦stern por la escenograf¨ªa y los personajes, pero es terror por lo que palpita en el interior¡±.
La estrella de Hollywood que quiso salvar a las mujeres
Tanto en The Assistant como en Hotel Royal, el alter ego de la directora es la actriz Julia Garner, que desde cr¨ªa ha ido labr¨¢ndose su carrera, y ha logrado tres premios Emmy y un Globo de Oro por la serie Ozark (2017-2022). ¡°Sus ojos me permiten transmitir muchas emociones. Aqu¨ª construye un enigma: ?su personaje est¨¢ loco? ?Le est¨¢n haciendo luz de gas? ?Es ella o el mundo que le rodea?¡±, explica, porque as¨ª Green construye y destruye otro arquetipo, el de la mujer hist¨¦rica. ¡°Si protestas, eres problem¨¢tica. Si solo quieres trabajar y no hablar, eres antip¨¢tica. Y si te quejas, siempre ser¨¢s la hist¨¦rica¡±. Y parte de la culpa ¡°la tiene el cine, con su narrativa imperante¡± en la que cuando dos excursionistas van solas por el mundo, acabar¨¢n asesinadas. ¡°En Hotel Royal sobrevuela ese t¨®pico, porque efectivamente, lo manejo a mi favor. En cambio, es una pel¨ªcula sobre mujeres que se encuentran a s¨ª mismas, sobre su fortaleza¡±. Como an¨¦cdota cuenta que al inicio del proyecto una estrella de Hollywood entr¨® en el desarrollo, ¡°y nos hubiera abierto muchas puertas¡±, hasta que quiso cambiar el final. ¡°Dec¨ªa que un hombre, en concreto su personaje, ten¨ªa que salvar a las chicas. Es decir, ellas, por s¨ª solas, ?no pod¨ªan salir adelante? No entendi¨® nada de la historia¡±.
As¨ª pues, vuelta a una reformulaci¨®n de la pregunta inicial. ?Puede cambiar su cine el mundo actual? ¡°No s¨¦ si una pel¨ªcula puede cambiar la cultura dominante, aunque s¨ª que puede abrir otras puertas por las que entren nuevas narrativas. Y que la pr¨®xima generaci¨®n de espectadores, cuando vean una pel¨ªcula sobre dos viajeras, no presupongan que a la vuelta del camino ser¨¢n degolladas¡±.