¡®Nosotras¡¯: el espect¨¢culo que separa al p¨²blico en mujeres y hombres para reventar la historia del arte
Las core¨®grafas y bailarinas M¨®nica Runde e In¨¦s Narv¨¢ez idean un montaje de danza, teatro y ¡®performance¡¯ como venganza esc¨¦nica contra la desigualdad
Se dice que la historia no miente, pero es sabido que depende de qui¨¦n la cuente. Si el acto de contar, adem¨¢s, se cierne alrededor del arte y las mujeres, o las mujeres en el arte, el pecado aparece por omisi¨®n. Y la invisibilidad, la presencia nula o deformada y el veto que las mujeres han sufrido a lo largo de los tiempos vertebran ...
Se dice que la historia no miente, pero es sabido que depende de qui¨¦n la cuente. Si el acto de contar, adem¨¢s, se cierne alrededor del arte y las mujeres, o las mujeres en el arte, el pecado aparece por omisi¨®n. Y la invisibilidad, la presencia nula o deformada y el veto que las mujeres han sufrido a lo largo de los tiempos vertebran Nosotras, un espect¨¢culo de danza, teatro y performance que se presenta en el teatro Pradillo de Madrid del 4 al 7 de abril como venganza esc¨¦nica, bomba separatista y arma arrojadiza en la que el p¨²blico, dividido por g¨¦nero, participar¨¢ en la obra de diferentes maneras: ellas, en asientos reservados en las primeras filas e incluso dispuestos en el escenario, aperitivo incluido; ellos, al fondo, como meros espectadores de un relato en el que esta vez no podr¨¢n participar.
¡°Se trata de devolverles a los hombres el papel pasivo e invisible que las mujeres han tenido en la historia del arte. Resignificar el espacio que ha tenido cada uno y cada una¡±, explica M¨®nica Runde (Madrid, 62 a?os), creadora e int¨¦rprete de este trabajo junto a In¨¦s Narv¨¢ez (Madrid, 41 a?os), tambi¨¦n art¨ªfice de la idea original. ¡°Sabemos que puede que no se gestione bien, que haya reticencias, pero esperemos que no se ofendan mucho¡±, apunta Narv¨¢ez.
Las dos core¨®grafas y bailarinas, que en este trabajo y desde hace unos cuantos al frente de la veterana compa?¨ªa 10 & 10 vinculan la danza con las videoproyecciones, la composici¨®n musical, el texto, la iluminaci¨®n y todos los artefactos esc¨¦nicos disponibles, recibir¨¢n al p¨²blico desde la puerta e ir¨¢n distribuyendo a unas y otros con la intenci¨®n de excluir para se?alar; de diferenciar para empatizar. ¡°Que el mundo de hombres viva de alguna manera c¨®mo se sent¨ªa una mujer que se quer¨ªa dedicar al arte y no pod¨ªa, y despu¨¦s pudieron y pasaron desapercibidas¡±, declara Runde. ?Y si alguien se niega? ¡°Pues que se siente donde quiera, no se va a obligar a nadie, desde luego. Veremos...¡±, explica Narv¨¢ez, que dice estar preparada para cualquier reacci¨®n, incluso si alguien decide marcharse del espect¨¢culo. ¡°En un momento dado les preguntamos a ellos c¨®mo est¨¢n. C¨®mo van, qu¨¦ se siente al saberse fuera de algo destacado. Y vamos desgranando claves¡±.
Algunas de estas claves se encuentran en los libros que ocupan la mesa de trabajo de las creadoras que llevan document¨¢ndose dos a?os. Un par de ejemplos: C¨®mo acabar con la escritura de las mujeres, de Joanna Russ, y Grandes mujeres artistas, publicaci¨®n de varias autoras editada por Phaidon Press Limited. Sin embargo, la raz¨®n principal que origina Nosotras es una pregunta que el padre de In¨¦s Narv¨¢ez, el pintor Manuel Narv¨¢ez Pati?o, lanz¨® al aire una tarde de 1995 en su estudio, con una In¨¦s de 13 a?os dibujando a su lado. ¡°Mi padre hablaba solo cuando pintaba. Y aquel d¨ªa le escuch¨¦ preguntarse: ¡®No entiendo por qu¨¦ mis alumnas mujeres, con mucho m¨¢s talento que muchos de mis alumnos hombres, no hacen carrera¡¯. Por supuesto, en aquel momento la frase solo se me qued¨® por ah¨ª. Luego muri¨® cuando yo ten¨ªa 17 a?os. Y hoy me gustar¨ªa plantearle todos los motivos o razones por los que ha venido sucediendo eso. En cierto sentido, Nosotras es la conversaci¨®n con mi padre que no pude tener¡±. ?Dir¨ªa que se ha avanzado mucho desde ese 1995? ¡°Creo que hay una performance de cambio, pero el cambio en s¨ª no lo veo tan real. Veo mujeres sobrepasadas para llegar a todo continuamente¡±.
Preguntadas por esas desigualdades en el mundo de la danza, M¨®nica Runde responde concluyente con una an¨¦cdota: ¡°Cuando Pedro Berd?yes dej¨® 10 & 10 [entre 1989 y 2005 Berd?yes y Runde dirig¨ªan la compa?¨ªa], algunas instituciones se plantearon si yo sola podr¨ªa seguir adelante con la agrupaci¨®n. No sab¨ªan que adem¨¢s de codirectora y creadora, tambi¨¦n hac¨ªa las labores de producci¨®n y llevaba la econom¨ªa¡±. En la actualidad, el n¨²cleo duro de 10 & 10 lo forman M¨®nica Runde e In¨¦s Narv¨¢ez junto a Elisa Sanz y Beatriz Francos, que no podr¨¢n estar en este espect¨¢culo por motivos de agenda. S¨ª las acompa?ar¨¢n un listado de 1.010 mujeres proyectado desde el minuto 15 o 20 de la obra (el espect¨¢culo dura una hora, aproximadamente) y hasta mucho despu¨¦s del final esc¨¦nico. Nombres de mujeres de la danza como Agnes de Mille, Lucinda Childs, Trisha Brown y, ya de la escena nacional, Carmen Werner, Janet Nov¨¢s (premio a la mejor actriz revelaci¨®n en los ¨²ltimos Goya) o Poliana Lima forman parte de esta lista escenogr¨¢fica en la que tambi¨¦n aparecen Annie Ernaux, Rigoberta Bandini o Madonna.
¡°Ser mujer en el mundo del arte es como tener que empezar de cero casi continuamente y demostrar tu val¨ªa una y otra vez¡±, declara M¨®nica Runde a prop¨®sito de su presencia en la escena, durante los ¨²ltimos 14 a?os, como creadora (no reconocida) de espacios sonoros y visuales de piezas de danza. ¡°Siento que no se me da la oportunidad de ser tomada en serio desde esos lugares¡±. Tal vez por eso, en Nosotras la artista tambi¨¦n toca el piano, adem¨¢s de bailar. ¡°Baila Runde, que tienes que legitimar el espect¨¢culo y la gente ha venido a verte hacer eso¡±, le dice Narv¨¢ez en un ensayo de la obra. Entonces, M¨®nica Runde interpreta un fragmento de Petrus, obra de 1996 que sobrecoge la escena.
El pr¨®ximo mes de mayo, la compa?¨ªa al completo (siete int¨¦rpretes en escena) tambi¨¦n estrenar¨¢ en el Teatro de la Abad¨ªa aS? habl¨® Zarathustra, una pieza de danza y texto con dramaturgia de los Hermanos Bazo (creada a partir del texto original de Nietzsche) en la que tambi¨¦n se reflexiona sobre el no g¨¦nero y el poder del baile, tal y como vaticin¨® el propio Nietzsche cuando dijo aquello de ¡°un d¨ªa sin bailar es un d¨ªa perdido¡±.