Luis Alfonso G¨¢mez: ¡°La idea de que necesitamos tutores alien¨ªgenas es un insulto a la humanidad¡±
El periodista recopila en ¡®El anciano que muri¨® haciendo el amor con un fantasma¡¯ historias que desmontan fen¨®menos paranormales
M¨¢s de 2.200 vol¨²menes acerca del fen¨®meno ovni, el ocultismo, fantasmas, la Atl¨¢ntida, monstruos y dem¨¢s asuntos paranormales contemplan desde las estanter¨ªas a Luis Alfonso G¨¢mez (Bilbao, 61 a?os) mientras, a trav¨¦s de videoconferencia, ¨¦l diserta acerca de mitos y leyendas que ya forman parte de la cultura popular hasta conseguir abducir a su interlocutor. El periodista acaba de publicar El anciano que muri¨® haciendo el amor con un fantasma (Menoscuarto), un libro en el que desmonta cualquier atisbo de veracidad en los fen¨®menos paranormales. Lo mismo dan los extraterrestres que el Bigfoot o las medicinas alternativas, G¨¢mez no se cree nada. Desde 2011, ofrece 6.000 euros a quien pruebe, ante un comit¨¦ de expertos, que la homeopat¨ªa funciona. ¡°Sigo esperando¡±, asegura.
Pregunta. ?D¨®nde empieza su af¨¢n por desmontar todo esto de lo paranormal?
Respuesta. Soy un ni?o de los sesenta. De chaval me sent¨ªa atra¨ªdo por lo que ahora se llama el mundo del misterio. En mi caso fueron los ovnis. En los medios de comunicaci¨®n, en los peri¨®dicos, en las televisiones y en las radios, te contaban historias sorprendentes de avistamientos y de gente que se encontraba con seres supuestamente de otros mundos, y yo, con 14 o15 a?os, pensaba que si algo se dec¨ªa en el peri¨®dico, era verdad. En la adolescencia, empec¨¦ a leer sobre el asunto y a conocer a gente que me guio. Nunca llegu¨¦ a creer, por ejemplo, en las historias de extraterrestres que levantaron las pir¨¢mides de Egipto, e hicieron los mo¨¢is, porque yo estudi¨¦ historia, lo que me predispon¨ªa a no creer que fueran obra de los extraterrestres. Pero con los ovnis ten¨ªa dudas hasta que conoc¨ª a un ingeniero de telecomunicaciones, que me recomend¨® otras lecturas y otras visiones sobre el tema. Enseguida me di cuenta de que no hab¨ªa ninguna prueba, solo testimonios y estos son muy falibles. En realidad, lo que m¨¢s me interesa son las historias que hay detr¨¢s de lo paranormal.
P. Eso en el libro queda bastante claro.
R. El espiritismo, la comunicaci¨®n con los muertos, por ejemplo, surge porque unas ni?as deciden gastarle una broma a su madre el d¨ªa del 1 de abril. Pero lo que es de verdad apasionante es todo lo que se ha desarrollado despu¨¦s... Somos los periodistas los que lo creamos. Aunque no hablo de ello en el libro, el Bigfoot surge cuando un contratista estadounidense que trabaja en una carretera en California y est¨¢ harto de que los v¨¢ndalos destrocen su maquinaria y se la roben. Coge unas planchas con unas huellas grandes y las marca en el suelo. En el peri¨®dico sale que hay un bicho misterioso en el bosque y dejan de destrozarle la maquinaria.
P. Se podr¨ªa decir que, en cierto sentido, es un cazafantasmas.
R. S¨ª, te pones a explorar y encuentras cosas... Casi todo est¨¢ escrito, pero hay que tener la suerte de dar con ello, de encontrar el recorte de peri¨®dico de hace 100, 50 o 40 a?os, o con el libro de hace 70 en el que se da un dato que es clave. Y ese dato es el fantasma o el extraterrestre que yo voy buscando, que me sirve para explicar la historia.
Lo que m¨¢s me interesa son las historias que hay detr¨¢s de lo paranormal, porque son m¨¢s sorprendentes que los propios hechos paranormales¡±
P. Arthur Conan Doyle, creador de un detective tan anal¨ªtico como Sherlock Holmes, fue un fervoroso creyente del espiritismo. ?C¨®mo es posible?
R. Es el ejemplo paradigm¨¢tico de que alguien puede ser muy inteligente y tener creencias extra?as, estrafalarias y hasta irracionales. Conan Doyle cre¨ªa en todo... Lleg¨® a publicar un libro sobre las hadas, tiene otro dedicado a la fotograf¨ªa espiritista. Hizo apostolado espiritista por medio mundo, incluido ?frica, Estados Unidos y Australia. Ser muy inteligente no necesariamente te hace ser esc¨¦ptico. Como dec¨ªa Carl Sagan, afirmaciones extraordinarias requieren de pruebas extraordinarias. Pero cuando quieres creer, no hay ninguna prueba que pueda evitarlo.
P. ?No le parece que los esc¨¦pticos son un poco aguafiestas?
R. S¨ª, parece que est¨¢s diciendo: ¡°Pap¨¢ Noel no existe¡±. Lo que me apasiona es lo que esto nos ense?a del propio ser humano. ?Por qu¨¦ no contar cosas tan maravillosas como de d¨®nde vienen mitos como el de las visitas alien¨ªgenas? El cine no solo se alimenta del mito, sino que lo alimenta. Por ejemplo, nadie hab¨ªa hablado de los platillos volantes extraterrestres, o muy poca gente, hasta el estreno en 1951 de Ultim¨¢tum a la Tierra, la pel¨ªcula de Robert Wise. Solo un a?o despu¨¦s, un cocinero se encuentra con un alien¨ªgena en el desierto de California que baja del platillo y le dice que est¨¢n muy preocupados en la confederaci¨®n del sistema solar, por el uso que los humanos hacen de las armas nucleares¡ Y a partir de Encuentros en la tercera fase, los extraterrestres pasan a tener los ojos alargados, un cuerpo m¨¢s o menos enclenque y un cabez¨®n. Es una creaci¨®n de Steven Spielberg.
P. Pero una cosa es no creer en las visitas y otra negar que pueda haber vida en alguna galaxia lejana¡
R. La posibilidad de vida extraterrestre en la inmensidad del universo, con la cantidad de planetas que hay, existe. Ser¨ªa muy sorprendente que fu¨¦ramos los ¨²nicos. Eso s¨ª ser¨ªa un milagro. Pero ?hay seres inteligentes capaces de comunicarse con nosotros? Pero si no somos capaces de comunicarnos con animales como los delfines, con los que compartimos el mundo. La mejor prueba de que no nos han visitado extraterrestres es que todos los que presenta la ufolog¨ªa se parecen mucho a nosotros.
Todos tenemos derecho a agarrarnos a un clavo ardiendo, pero lo que no pueden permitir las autoridades es que haya gente que nos venda ese clavo ardiendo¡±
P. ?Hemos pasado de la picaresca a colar otro tipo de mensajes m¨¢s peligrosos?
R. S¨ª, por ejemplo, la teor¨ªa de los antiguos astronautas, que sostiene que las pir¨¢mides de Egipto o las mayas fueron construidas por extraterrestres, en el fondo vende supremacismo blanco. Minusvalora los logros de grandes culturas humanas y las grandes civilizaciones que no fueron occidentales. La idea de que necesitamos unos tutores alien¨ªgenas para hacer las cosas es un insulto a la humanidad.
P. ?C¨®mo es posible que sigan funcionando cosas como el hor¨®scopo, las terapias alternativas, o las conspiranoicas?
R. El ser humano necesita creer. Cuando sufrimos un trauma, cuando tomamos conciencia de que tarde o temprano vamos a morir, nos acecha el deseo de trascendencia. Y el hor¨®scopo y la astrolog¨ªa, por ejemplo, te est¨¢n diciendo que al universo le importas, pero al universo no le importamos nada, ni t¨², ni yo, ni toda la humanidad. Si los humanos nos extinguimos ma?ana, al universo no le va a pasar nada. En cuanto a la acupuntura, la homeopat¨ªa y dem¨¢s, la enfermedad es muy dura y, a pesar de lo mucho que ha avanzado la ciencia, no todo es curable. As¨ª que todos tenemos derecho a agarrarnos a un clavo ardiendo, pero lo que no pueden permitir las autoridades es que haya gente que nos venda ese clavo ardiendo, que se aproveche vendiendo agua con az¨²car como si fuera a curarme. Las autoridades tendr¨ªan que ser much¨ªsimo m¨¢s duras.
El hor¨®scopo y la astrolog¨ªa te est¨¢n diciendo que al universo le importas, pero al universo no le importamos nada¡±
P. ?No ser¨¢ usted esc¨¦ptico por la gracia de Dios?
R. No, lo soy porque soy c¨¢ncer y los c¨¢ncer somos esc¨¦pticos [r¨ªe].
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