Un tribunal decidir¨¢ si bigfoot existe

El yeti o abominable hombre de las nieves, en el Himalaya, y bigfoot o sasquatch, su primo de los inmensos bosques del noroeste de Estados Unidos, son (o al menos eso dicen los que creen que existen) criaturas pelirrojas de cabeza puntiaguda, que emiten un olor muy peculiar. No existe ninguna foto de ellos que pueda ni siquiera despertar la m¨¢s m¨ªnima duda en un esc¨¦ptico, por no hablar de que la mayor¨ªa de los cient¨ªficos creen que esa especie no existe. Sin embargo, una mujer acaba de demandar al Departamento de Fauna y Pesca y a la Agencia de Recursos Naturales de California por no querer introducir a bigfoot (pie grande) en la lista de especies que pueblan este Estado de EEUU.

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Esta peculiar demanda, que ser¨¢ vista por la Corte Suprema de California, se ha producido poco despu¨¦s de que la ciudad de Hastings, en Nebraska, reuniese a 750 personas que participaron a mediados de febrero en la segunda conferencia nacional dedicada a esta criatura. "No me importan los esc¨¦pticos", declar¨® al diario Omaha World-Herald la organizadora, Harriett McFeely, quien asegura haber visto una vez en Colorado a una familia de tres o cuatro bigfoots.

Claudia Ackley, la mujer que ha demandado al Estado de California, tampoco parece dejarse impresionar por aquellos que no creen en las diferentes especies de yetis. En declaraciones a la prensa estadounidense, Ackley asegura que se encontr¨® de frente con un bigfoot en marzo del a?o pasado. La criatura, seg¨²n su relato, estaba subida en un ¨¢rbol, ten¨ªa una cabeza tres veces m¨¢s grande que la de un humano y deb¨ªa pesar unos 350 kilos.

"Vamos a acudir a los tribunales con pruebas, con expertos, con bi¨®logos especializados en vida salvaje. Vamos a probar m¨¢s all¨¢ de una duda razonable que la especie existe", ha declarado Ackley a Global News. Los representantes del Estado no han querido hacer declaraciones a la prensa, al tratarse de un asunto pendiente de juicio, pero han dejado claro que no creen que bigfoot sea una especie animal que merodee por los bosques californianos.

Pese a haberse convertido en un icono popular, entre otras cosas gracias al cl¨¢sico tebeo Tint¨ªn en el T¨ªbet, la mayor¨ªa de los expertos creen que no existe ninguna prueba que confirme la existencia de esta extra?a criatura. No ha sido as¨ª siempre. Antes de la multiplicaci¨®n de las c¨¢maras digitales, hace ya m¨¢s de un d¨¦cada, cuando el mundo era m¨¢s peque?o y misterioso, algunos estudiosos de los animales cre¨ªan que era posible que un primate tan grande hubiese pasado desapercibido para la ciencia.

El periodista estadounidense, Joshua Blu Buhs, autor de Bigfoot: The Life and Times of a Legend (Pie grande: la vida y la ¨¦poca de una leyenda), relaciona los avistamientos de la criatura con el mundo cambiante de los a?os 60 y 70, como algo que un¨ªa a la Am¨¦rica rural con sus viejos valores, profundos y misteriosos. En aquella ¨¦poca se grabaron las im¨¢genes m¨¢s famosas de la criatura, la pel¨ªcula Patterson, que hoy resulta poco cre¨ªble. "Hay algo que nos atrae de los hombres salvajes. No s¨¦ exactamente lo que es, pero diferentes culturas de todo el mundo cuentan historias sobre hombres salvajes", declar¨® este experto en una entrevista.

En su maravilloso libro de viajes El leopardo de las nieves, el escritor Peter Matthiessen viaja al Himalaya en busca del escurridizo felino con George Schaller, uno de los naturalistas m¨¢s importantes del mundo. El viaje tiene lugar en el oto?o de 1973 y el bell¨ªsimo leopardo blanco se les escabull¨®. Schaller cre¨ªa entonces que el yeti era una ¡°criatura todav¨ªa no descrita por la ciencia¡±. ¡°El ye-teh, o yeti, ha encontrado la tormentosa desaprobaci¨®n de disgustados cient¨ªficos de todo el mundo", escribe Matthiessen. "Pero al igual que sucede con el sasquatch de los grandes bosques pluviales del Pac¨ªfico noroccidental, el alegato en contra de la existencia del yeti es todav¨ªa menos cient¨ªfico que las pruebas a favor de su existencia. Desde el punto de vista de un bi¨®logo, la mayor parte del Himalaya sigue siendo terra inc¨®gnita. Como dice Schaller, pr¨¢cticamente no se sabe nada de la historia natural del leopardo de las nieves¡±. Sin embargo, 40 a?os despu¨¦s de aquel viaje, abundan las im¨¢genes y los datos sobre el leopardo de las nieves. Bigfoot, en cambio, sigue perdido en el bosque.