La incre¨ªble historia del grafiti de ¡®Muelle¡¯ descubierto en una c¨¢rcel 30 a?os despu¨¦s
Expertos en arte urbano estudian, con la colaboraci¨®n de Instituciones Penitenciarias, c¨®mo recuperar una obra de Juan Carlos Arg¨¹ello localizada en un recinto penitenciario de Madrid
Si la c¨¦lebre Movida madrile?a de los a?os ochenta hubiera tenido un logo, ese, sin duda, hubiera sido la palabra ¡°Muelle¡± subrayada por una espiral acabada en flecha. Era la peculiar firma convertida en obra de arte de Juan Carlos Arg¨¹ello Garzo (1965-1995), el pionero del grafiti en Espa?a, que la plasm¨® por los rincones m¨¢s insospechados de una capital entonces en plena ebullici¨®n cultural. Hoy, cuando falta poco m¨¢s de un a?o para que se cumpla el 30 aniversario de la muerte de Arg¨¹ello a causa de un c¨¢ncer, su legado ha desaparecido pr¨¢cticamente del lugar para el que estaba pensado: los muros de las calles. Salvo alguna excepci¨®n, como en la c¨¦ntrica calle Montera de Madrid, no quedan casi lugares donde contemplar aquella ic¨®nica firma. Por ello, el hallazgo de una de estos grafitis es todo un acontecimiento cultural... sobre todo cuando se produce en un lugar tan insospechado como es el interior de una c¨¢rcel.
La prisi¨®n donde ha ocurrido es la antigua c¨¢rcel de mujeres de Yeser¨ªas, un edificio de estilo neomud¨¦jar situado en el centro de Madrid que fue construido en los a?os 20 del siglo pasado y que en la actualidad sigue acogiendo reclusos tras reconvertirse en el Centro de Inserci¨®n Social (CIS) Victoria Kent. All¨ª cumplen sus penas en r¨¦gimen de semilibertad decenas de reclusos, entre ellos algunos de los principales condenados por el caso G¨¹rtel de corrupci¨®n, como Luis B¨¢rcenas y Francisco Correa. En un muro interior de ladrillo, entre una puerta y una ventana enrejadas que dan acceso a la zona que ahora sirve de archivo hist¨®rico de los expedientes de los presos de los centros penitenciarios que ha tenido Madrid, son visibles los restos de un grafiti que, en su d¨ªa, intent¨® ser borrado y que, pese a que ha perdido la mayor parte de sus colores originales ¨Dverde y naranja¨D, en ¨¦l a¨²n es perfectamente distinguible el peculiar estilo de Muelle, seg¨²n las fotograf¨ªas a las que ha tenido acceso EL PA?S.
El hallazgo ha sido casi casual. Un monitor que da cursos de formaci¨®n de pintura a reclusos en Madrid y que ten¨ªa desde hace ocho a?os una fotograf¨ªa antigua de aquel grafiti oy¨® hablar de que a¨²n exist¨ªa. ?l se lo coment¨® en los primeros meses de este a?o tanto a Instituciones Penitenciarias como a Francisco Reyes, profesor del Departamento de Ciencias de la Comunicaci¨®n Aplicada de Universidad Complutense y experto en arte urbano. El Ministerio del Interior autoriz¨® la entrada en el recinto penitenciario, el pasado 24 de abril, para corroborar que aquella firma era del grafitero madrile?o al propio Reyes, al tambi¨¦n profesor universitario Alberto Mingote ¨Dambos est¨¢n preparando una gran exposici¨®n sobre Muelle para finales de este a?o en Madrid¨D y a Fernando Arg¨¹ello, hermano del artista y que gestiona la p¨¢gina web y los perfiles en redes sociales que mantienen vivo su legado cultural.
Seg¨²n han coincidido en afirmar los tres a este diario en conversaci¨®n telef¨®nica, no hay ¡°ninguna duda¡± de que la firma es obra de Juan Carlos Arg¨¹ello. La fotograf¨ªa que dio pie al hallazgo, tomada en la primavera de 1991, hace m¨¢s de 30 a?os, as¨ª lo corrobora. En esa imagen se ve posar a un grupo de reclusas bajo el grafiti. ¡°La visita nos ha permitido confirmar que esa obra existi¨® y, lo m¨¢s importante, que a¨²n queda rastro de ella¡±, destaca Reyes.
La duda que surge ahora es si podr¨¢ ser restaurada y c¨®mo. ¡°Alguien la intent¨® borrar con un cepillo de p¨²as de hierro y est¨¢ en bastante mal estado¡±, se lamenta Mingote. El siguiente paso es la elaboraci¨®n de un informe por parte de Reyes y Mingote para ser entregado en Patrimonio de la Comunidad de Madrid, que es la que decidir¨¢ si se toman medidas para preservar el grafiti y cu¨¢les. Instituciones Penitenciarias ha asegurado a este diario que pondr¨¢ todas las facilidades para conservarla si finalmente se decide que sea as¨ª.
C¨®mo llego la firma de Muelle hasta ese muro interior de una c¨¢rcel en teor¨ªa inaccesible para alguien de fuera est¨¢ relacionado con otra de las destrezas art¨ªsticas de Arg¨¹ello: la m¨²sica. Muelle tocaba la bater¨ªa en P¨¢nico en el Tel¨¦fono, uno de los grupos de rock que ganaron en agosto de 1990 un concurso de maquetas de rock llamado Circuitos y que estaba organizado por la Comunidad de Madrid. El premio inclu¨ªa actuar en los meses siguientes en distintas localidades madrile?as, pero tambi¨¦n en la prisi¨®n de Yeser¨ªas. All¨ª fueron en la primavera de 1991. ¡°Dos d¨ªas antes del concierto, [Arg¨¹ello] tuvo un accidente y le escayolaron el brazo izquierdo. Pese a ello, ¨¦l dijo que no se lo perd¨ªa y fue a tocar¡±, recuerda Javier Escudero, cantante y guitarra de P¨¢nico en el Tel¨¦fono y que en la actualidad sigue ligado a la m¨²sica con el proyecto Scud Hero.
Escudero recuerda que Muelle siempre iba ¡°con las baquetas y los esprays de pintura¡± y que aquel d¨ªa alguien ¨D¡±quiz¨¢s los miembros del grupo, no lo recuerdo¡±¨D coment¨® a alg¨²n responsable de la prisi¨®n que el ya entonces c¨¦lebre autor de los grafitis era el bater¨ªa. ¡°Le pidieron que pintara en un muro y ¨¦l lo hizo. El resto del grupo tuvimos que esperarle un rato para irnos. Nunca vi lo que hab¨ªa hecho¡±, recuerda el m¨²sico.
Jes¨²s Pardo, productor musical que organizaba aquel concurso de maquetas y que aquel d¨ªa acompa?¨® al grupo a la c¨¢rcel, tambi¨¦n recuerda aquel concierto. ¡°Arg¨¹ello era especialmente brillante con la bater¨ªa. Para m¨ª era mucho mejor m¨²sico que gratifero¡±, destaca. Pardo asegura que ¨¦l nunca fue consciente de que aquel d¨ªa Muelle pintara una de sus c¨¦lebres firmas en los muros de la prisi¨®n, pero s¨ª recuerda el ambiente en el que se desarroll¨® el concierto: ¡°Era una c¨¢rcel solo de mujeres y se ve¨ªa a las presas ansiosas, expectantes por o¨ªr el concierto. Entiendo que para ellas era un poco de aire fresco en su encierro¡±.
De aquel concierto existe una foto, en la que se ve solo parcialmente a Muelle en la bater¨ªa con el brazo izquierdo escayolado y al resto de los componentes del grupo, casi todos de espaldas. Sobre el escenario, guirnaldas multicolores y, al fondo, varias reclusas sentadas en el suelo del patio apoyadas en la pared del edificio y otras asomadas a las ventanas enrejadas del primer piso mientras asisten a la actuaci¨®n. De aquel d¨ªa, adem¨¢s de aquellos muros, a¨²n queda la firma de Muelle.
Babelia
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