Rom¨¢n, la intensa emoci¨®n de la entrega
El torero valenciano cort¨® una oreja y tuvo entreabierta la Puerta Grande ante una brava y encastada corrida de Fuente Ymbro. Valadez sufri¨® una luxaci¨®n en un hombro y El Fandi pas¨® desapercibido
Rom¨¢n se jug¨® la vida de verdad y le sobraron m¨¦ritos para abrir la so?ada Puerta Grande. La plaza de Las Ventas se rindi¨® ante un derroche emocionant¨ªsimo de entrega, pundonor, raza, arrojo y buen gusto ante dos toros muy diferentes, pero igualmente exigentes y encastados.
El torero sali¨® por su propio pie de la plaza porque las dos estocadas fueron defectuosas, y la tard¨ªa muerte de los toros enfri¨® los ¨¢nimos. Pero ah¨ª qued¨® la gesta valerosa de un torero que vino a Madrid como hay que venir: a triunfar o morir, y esa apuesta mereci¨® el un¨¢nime reconocimiento.
Tras cortar una oreja con fuerza a su primero sali¨® dispuesto a todo ante el complicado quinto, codicia pura, que hab¨ªa empujado al caballo, y le perdon¨® la vida al banderillero C¨¦sar Fern¨¢ndez, al que persigui¨® y ensart¨® sin suerte a la salida de un par. Era evidente el peligro sordo del animal, de corto viaje, miradas intempestivas y ga?afones al aire. Pero Rom¨¢n, en lugar de afligirse, afront¨® la lidia con inusitada decisi¨®n, cruzado siempre, en un serio desaf¨ªo ante las dudas de su oponente, y toda la labor, una aut¨¦ntica pelea sin cuartel, result¨® de una intensidad deslumbrante. No hubo grandes muletazos ¡ªqueda en el recuerdo un largo natural en las postrimer¨ªas de la faena¡ª, pero la vibraci¨®n se masticaba en los tendidos.
Meritoria y art¨ªstica fue su labor ante el segundo de la tarde, cuya lidia se vivi¨® con los cincos sentidos prestos. Tras unos capotazos insulsos a un toro de astifinas defensas, como toda la corrida, el toro acudi¨® con celeridad al caballo, lo levant¨® como si fuera una alfombrilla y lo puso patas arriba, y cumpli¨® con creces en el segundo puyazo. Persigui¨® y humill¨® en banderillas, y la plaza ya ol¨ªa a triunfo cuando Rom¨¢n brind¨® al p¨²blico.
Desde los medios cit¨® con la mano derecha, y el animal, que descansaba junto a las tablas, galop¨® como si vislumbrara la puerta de la dehesa; pero cuando comprob¨® que estaba en un error, amenaz¨® con rajarse. Entonces, Rom¨¢n lo llam¨® de nuevo con el enga?o en la zurda, y Orgulloso, he ah¨ª su nombre, decidi¨® acudir de nuevo veloz al encuentro. Apareci¨® una r¨¢faga de viento, el animal se calm¨® con el aire fresco, y decidi¨® embestir de verdad, con acometividad, prontitud, fijeza y alegr¨ªa. Y Rom¨¢n se transfigur¨® en un gran torero, y, bien colocado, traz¨® muletazos de mucha enjundia por ambos lados, ce?idos todos, intensos y hondos por la mutua entrega, de un torero envalentonado y un toro desbordante de codicia y clase. Unos elegantes ayudados por bajo dieron paso a esa estocada trasera y una larga espera que dejaron el triunfo en una sola oreja.
Leo Valadez sufri¨® dos volteretas, la primera en el intento de un pase cambiado por la espalda con la muleta, y otra, m¨¢s grave, al volcarse sobre el morrillo de su primer toro. Sali¨® prendido y con evidentes muestras de dolor en el hombro derecho, y no pudo matar al sexto. Antes se hab¨ªa mostrado visto y variado con el capote, en un quite por caleserinas ante el segundo de la tarde, y otro por chicuelinas en el suyo. Y super¨® el compromiso de modo solvente y con oficio ante las muchas dificultades que le plante¨¦ el tercero, con la cara siempre por las nubes.
El Fandi es un personaje: un torero atl¨¦tico, banderillero de post¨ªn, tan eficaz como escasamente ortodoxo, y un muletero superficial y tosco. Pero as¨ª lleva 24 a?os de alternativa, lo que tiene un gran m¨¦rito. Le tocaron tres toros para abrir la Puerta Grande de verdad, pero se conform¨® con tres ruidosos silencios. A los tres los capote¨® con decisi¨®n ¡ªcon largas de rodillas en el tercio recibi¨® al cuarto y al sexto¡ª, los banderille¨® con alivio, y los mulete¨® sin pizca de gracia. Con ritmo y fijeza embest¨ªa el primero, repetidor y con clase fue el segundo y colaborador el ¨²ltimo. A todos los mulete¨® despegado y sin apreturas, en las tres ocasiones por debajo de la calidad de sus oponentes. Algo est¨¢ claro: El Fandi no enga?a.
Y la corrida de Fuente Ymbro, de categor¨ªa. Brava, con clase, encastada y noble en una gama diversa de colores, pero muy interesante.
Fuente Ymbro/El Fandi, Rom¨¢n, Valadez
Toros de Fuente Ymbro, muy bien presentados, astifinos, bravos, encastados y nobles, a excepción de los deslucidos tercero y quinto. Los demás fueron aplaudidos en el arrastre.
El Fandi: media tendida _aviso_ (silencio); estocada muy baja _aviso_ y un descabello (silencio); estocada caída (silencio).
Román: estocada trasera _aviso_ (oreja); estocada trasera _aviso_ un descabello _segundo aviso_ (vuelta).
Leo Valadez: estocada muy trasera (ovación). Fue cogido al entrar a matar, y el parte médico indica que sufre una luxación en el hombro derecho y erosiones múltiples. Fue trasladado a un centro sanitario para un estudio radiológico. Pronóstico reservado.
Plaza de Las Ventas. 11 de mayo. Segunda corrida de la Feria de San Isidro. Más de tres cuartos de entrada (18.497 espectadores, según la empresa).
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.