Cinco avisos para Roca Rey
Tarde muy desafortunada del torero peruano; Cayetano fue dram¨¢ticamente arrollado por el primero de la tarde, y Jorge Mart¨ªn deja buenas sensaciones en su confirmaci¨®n ante una corrida desigual, encastada y noble de Conde de Mayalde
Que la primera figura del toreo actual, ll¨¢mese Roca Rey, escuche cinco aviso en Madrid es noticia; y lo curioso es que dio la sensaci¨®n de que busc¨® ese deshonroso r¨¦cord, quiz¨¢ molesto por las protestas que no cesaron durante la lidia de sus dos toros, con los que estuvo muy desafortunado desde principio a fin. En los dos prolong¨® innecesariamente la agon¨ªa de los animales y esper¨® paciente que sonaran los recados presidenciales sin aparente preocupaci¨®n. Tard¨® un mundo en descabellar a su primero y fue el animal el que se ech¨® cansado de tanta espera; y se inhibi¨® en el otro tras errar con el estoque, y permitir que el toro barbeara las tablas con la muerte en los talones. Justo en el momento en que el toro dijo adi¨®s son¨® el tercer aviso.
Una actuaci¨®n impropia de un torero e incompresible en la primera figura actual. Cuenta con el apoyo incondicional de gran parte del p¨²blico, que jalea enfervorizado cualquier detalle de su ¨ªdolo. Y as¨ª ocurri¨® en su primero, al que recibi¨® con unos delantales que fueron vitoreados sin motivo. Emocionante fue el inicio de la faena de muleta: dos ce?idos estatuarios, dos pases cambiados por la espalda, una trincherilla y un pase de pecho que pusieron la plaza en pie. El toro, que hab¨ªa cumplido en varas y galop¨® en banderillas, mostr¨® despu¨¦s movilidad y casta que no fueron suficientemente aprovechadas por el torero. Tras ese comienzo espectacular, hubo cuatro tandas de muletazos, una de ella por la izquierda, en las que prevaleci¨® el toreo superficial, casi siempre al hilo del pit¨®n, aliviado y ventajista, muy por debajo de las condiciones de su oponente. Unas bernadinas finales fueron el pre¨¢mbulo de los dos primeros avisos.
Un manso fue el quinto, que huy¨® de los capotes y los caballos, y Roca comenz¨® su faena por alto en lugar de tratar de fijar su embestida por bajo. En este caso, el noble animal se encontr¨® con un torero bullanguero y embaucador que opt¨® por los circulares despu¨¦s de muletear en l¨ªnea recta y sin hondura alguna. Llegar¨ªan a continuaci¨®n los tres avisos, un deshonor buscado, solo ¨¦l sabr¨¢ por qu¨¦, y merecido por su manifiesta pasividad.
Pero no acab¨® la corrida en la lamentable tribulaci¨®n del diestro peruano.
Antes de que se produjeran los hechos relatados, hubo una acci¨®n trepidante en el ruedo, como si se tratara de una pel¨ªcula de James Bond.
Sali¨® el primero de la tarde, correspondiente al confirmante Jorge Mart¨ªnez, que acudi¨® al caballo con fiereza y empuje, de modo que el equino y el picador acabaron por los suelos. El toro sali¨® a toda prisa del lugar de los hechos, y se encontr¨® con su lidiador, al que arroll¨® y volte¨® espectacularmente. Vuelve el toro al caballo y empuja de nuevo como bravo que era. Se acerc¨® entonces Cayetano con intenci¨®n de sacarlo y hacer un quite. El toro lo vio, fij¨® su mirada en su anatom¨ªa, y haciendo caso omiso del capote defensivo, lo persigui¨® a toda velocidad, mientras el torero corr¨ªa con desesperaci¨®n hasta que fue dram¨¢ticamente atropellado y pisoteado en el suelo. El asunto fue, por fortuna, menos grave de lo esperado, pero el susto fue de muerte. El animal se emple¨® tanto en los dos primeros tercios, -galop¨® con alegr¨ªa en banderillas-, que lleg¨® agotado a la muleta. Jorge Mart¨ªnez se mostr¨® solvente, con oficio y firmeza, pero no encontr¨® el colaborador necesario para el triunfo. Mejor estuvo el torero en su segundo, noble y soso, al que, ante la incomprensible indiferencia de los tendidos, demostr¨® que le adornan muy buenas maneras en una labor de menos a m¨¢s, muy entonada en un toreo variado por ambas manos.
Cayetano no gan¨® para sustos. A su primero lo recibi¨® de rodillas muleta en mano y tras dos pases por alto fue arrollado y se tuvo que tirar al callej¨®n a toda prisa y de mala manera. Volvi¨® a la pelea muy mermado y su labor no pas¨® de discreta. Pas¨® a la enfermer¨ªa y sali¨® para matar al sexto, un inv¨¢lido con el que estuvo breve. La ¨²ltima vez que Cayetano hizo el pase¨ªllo en Las Ventas fue en 2018; despu¨¦s de la accidentada tarde de hoy cualquiera sabe cu¨¢ndo volver¨¢¡
Mayalde/Cayetano, Roca, Mart¨ªnez
Toros de Conde de Mayalde, bien presentados, cumplidores en los caballos a excepción de los mansos segundo y quinto, nobles y encastados; inválido el sexto; destacó el primero, muy bravo en varas, fiero y encastado.
Cayetano: estocada y un descabello (silencio); estocada (silencio). Fue arrollado por el toro que abrió plaza y sufrió “contusión cervical y erosión con hematoma en el escroto, región parietal derecha y cara anterior del muslo izquierdo”.
Roca Rey: estocada _aviso_ _segundo aviso_ un descabello y el toro se echa (ovación); pinchazo _aviso_ dos pinchazos, estocada caída _segundo aviso_ _tercer aviso_ (bronca).
Jorge Martínez, que confirmó la alternativa: estocada baja (silencio); _aviso_ pinchazo y estocada (silencio).
Plaza de Las Ventas. 24 de mayo. Decimotercera corrida de la Feria de San Isidro. Lleno de ‘no hay billetes’ (22.964 espectadores, según la empresa).
Babelia
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