Muere a los 80 a?os Fran?oise Hardy, icono melanc¨®lico del pop franc¨¦s, y universal
La artista de ¡®Tous les gar?ons et les filles¡¯, que marc¨® la m¨²sica de los sesenta y conect¨® siempre con la modernidad, defendi¨® hasta el final el derecho a la eutanasia
Fran?oise Hardy, que salt¨® a la fama internacional al mismo tiempo que los Beatles y marc¨® a lo largo de medio siglo la canci¨®n francesa con un pop elegante y melanc¨®lico, ha muerto este martes a los 80 a?os. ¡°Mam¨¢ se ha marchado¡±, ha anunciado en un mensaje en las redes sociales su hijo, el tambi¨¦n m¨²sico Thomas Dutronc. La autora o int¨¦rprete de cl¨¢sicos como Tous les gar?ons et les filles y Comment te dire adieu hac¨ªa 20 a?os que sufr¨ªa un c¨¢ncer y se hab¨ªa convertido en una defensora de la muerte digna. En 1991 ayud¨® a su madre a morir con una inyecci¨®n. ¡°Quiero marcharme lo m¨¢s pronto y r¨¢pido posible¡±, declar¨® a finales de 2023. Se desconocen las causas de su fallecimiento.
Con Fran?oise Hardy, que ha muerto siete a?os despu¨¦s del otro gran ¨ªdolo juvenil de los sesenta, Johnny Hallyday, un a?o mayor, desaparece una de las ¨²ltimas estrellas de la generaci¨®n. Aquellos idoles, aquellos copains... Aquellos gar?ons y filles, chicos y chicas que importaron los sonidos del rocanrol y el twist a Europa tras los a?os dorados de la chanson de la posguerra, y alumbraron otra era dorada la m¨²sica en franc¨¦s. Fue un momento ¨²nico: la cultura popular ya estaba plenamente bajo influencia anglosajona, pero Francia encarnaba con ella ¨Dlos yey¨¦s, la nouvelle vague¨D la modernidad. Sobreviven el icono cinematogr¨¢fico Brigitte Bardot, el rocker Eddy Mitchell y Jacques Dutronc, quien durante d¨¦cadas fue pareja de Hardy.
Sin darse aires, como quien no quiere la cosa, Fran?oise Hardy defini¨® su ¨¦poca. Musicalmente, con una voz dulce y triste, unas letras que cantaban al paso del tiempo y los desamores, y unas melod¨ªas y arreglos memorables. Est¨¦ticamente, con la melena y flequillo, un arquetipo femenino de los sesenta en las ant¨ªpodas de la rubia Bardot. Fue admirada por Bob Dylan (¡°Me di cuenta, con medio siglo de retraso, que tuvo una fijaci¨®n adolescente conmigo¡±, dijo Hardy en una entrevista con EL PA?S). Cant¨® con Iggy Pop y grab¨® en los noventa con grupos como Blur. A diferencia de coet¨¢neas como Sylvie Vartan o France Gall, ella compon¨ªa muchas de sus letras, y algunas m¨²sicas. Colabor¨® con algunos de los mayores compositores pop en Francia, como Serge Gainsbourg (L¡¯anamour) o Michel Berger (Message personnel).
Criada en Par¨ªs por una madre soltera, con un padre ausente que estaba casado con otra mujer, Fran?oise Hardy nunca dej¨® ser la misma muchacha algo insegura y extremadamente exigente consigo misma que en 1962 irrumpi¨® en la escena musical y de la noche al d¨ªa se transform¨® en una estrella. ¡°Crec¨ª con la convicci¨®n de ser m¨¢s fea que la media, y por ello cultivaba unos complejos de los que nunca logr¨¦ desprenderme del todo¡±, escribi¨® en sus memorias, Le desespoir des singes et autres bagatelles, publicadas en 2008. ¡°Ayudada por mi guitarra, yo intentaba incansablemente poner en m¨²sica mis carencias y mis penas¡±. Sobre sus inicios, tambi¨¦n dec¨ªa, injustamente: ¡°Siempre fui l¨²cida sobre la trivialidad mel¨®dica, la mala realizaci¨®n y la mediocridad vocal de mis primeros ¨¢lbumes, hasta tal punto que para m¨ª es un suplicio que me hablen de ellos¡±.
Raramente estaba satisfecha con su trabajo y era m¨¢s proclive a admirar las canciones de los dem¨¢s que las suyas propias. Pocos de sus discos pasan su criba, a casi todos les pon¨ªa alg¨²n pero, incluidos los m¨¢s elaborados que grab¨® a finales de los a?os sesenta y en los setenta. En eso, no ha tenido raz¨®n, pues ha dejado varios ¨¢lbumes que d¨¦cadas despu¨¦s suenan como nuevos y que han influido en artistas de su ¨¦poca y posteriores. Basta escuchar cualquiera de las cantantes surgida en las ¨²ltimas d¨¦cadas en Francia para sentir su huella. Supo renovarse y conectar con la sensibilidad de cada ¨¦poca, desde el yey¨¦ en sus inicios al rock guitarrero en los noventa, aunque sus ¨¦xitos los tuviese medio siglo atr¨¢s, o antes. Algunas sus canciones forman parte de la memoria colectiva.
Desde joven, Fran?oise Hardy busc¨® respuestas a su angustia en lo sobrenatural y se dedic¨® al estudio y la divulgaci¨®n de la astrolog¨ªa. El amor de su vida fue Dutronc. ¡°Lo que deb¨ªa ocurrir, ocurri¨®¡±, escribi¨® sobre el encuentro que hizo de aquellos ¨ªdolos juveniles una pareja de moda: ¡°Poco a poco ca¨ª bajo encanto no solo de sus ojos azul p¨¢lido, sino de su manera de ser tan desconcertante: provocadora, a veces c¨ªnica, siempre enigm¨¢tica¡±. Con ¨¦l convivi¨®, con intervalos y crisis repetidas, desde finales de los sesenta hasta principios de los 2000. El hijo ¨²nico de ambos, Thomas, es un reconocido guitarrista. Ella no era una artista politizada. ¡°Mi conciencia pol¨ªtica era nula¡±, escribi¨® al recordar su juventud. ¡°Pas¨¦ de largo del feminismo¡±. Si tuvo una causa, fue la de la defensa de la legalizaci¨®n de la eutanasia.
En la citada entrevista con EL PA?S, en 2018, tras publicar su ¨²ltimo disco, dijo: ¡°Toda mi m¨²sica es triste, pero esta vez lo es un poco menos¡ S¨¦ que me queda poco tiempo. Diez a?os, como mucho. No me da miedo la muerte. Lo que temo es el sufrimiento f¨ªsico¡±. En 2022, declar¨® en la cadena RTL: ¡°Despu¨¦s de mis 45 radioterapias, la ausencia definitiva de saliva y la falta de irrigaci¨®n del cr¨¢neo y de toda la zona otorrinolaringol¨®gica han hecho de mi vida una pesadilla¡±. Y el pasado diciembre public¨® una carta abierta al presidente Emmanuel Macron en la que le dec¨ªa: ¡°Usted sabe que una gran mayor¨ªa de las personas desea la legalidad de la eutanasia. Contamos todos con su empat¨ªa y esperamos que permita detener su sufrimiento a los franceses muy enfermos y sin esperanza de mejorar, cuando saben que ya no hay alivio posible¡±. La disoluci¨®n de la Asamblea Nacional, anunciada el domingo por Macron, frustr¨® este deseo, al frenar la adopci¨®n de la llamada ley sobre el fin de vida.
Babelia
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