¡®Horizon: An American Saga - cap¨ªtulo 1¡¯: ?resurge el gran w¨¦stern? Ni de broma

Dan una importancia y una informaci¨®n desmesurada a c¨®mo figuras mitol¨®gicas de la historia del cine como Francis Ford Coppola y otro cuyo arte no llega a ese extremo, un actor siempre competente y director de un memorable w¨¦stern titulado Bailando con lobos, han logrado financiar sus ¨²ltimos y arriesgados proyectos. Coppola ha realizado Megal¨®polis y Kevin Costner Horizon: An American Saga - cap¨ªtulo 1. Cuentan una y otra vez que Coppola tuvo que vender sus fabulosos vi?edos para poder hacerla y que Costner hipotec¨® cuatro mansiones para sacar adelante su sue?o.

Pensar¨¢n que su arriesgada implicaci¨®n econ¨®mica ayudar¨¢ a que los comprensivos y conmovidos espectadores valoren su esfuerzo financiero y pasen por taquilla. Y deseas que la jugada les haya salido bien, que la calidad acompa?e a sus criaturas. Personalmente, me da igual c¨®mo hayan logrado producirse. Solo me atengo al resultado final de lo que veo y escucho. A¨²n no he podido visionar la ¨²ltima pel¨ªcula de Coppola. Pero soy testigo de la primera parte de las cuatro pel¨ªculas de Costner, algo que me provoca entre sopor y removerme continuamente en la butaca (y su metraje de tres horas se me hace interminable), con lo que mis ganas o mi obligaci¨®n de ser testigo de las siguientes entregas de la saga se evaporan. O me provocan anticipadamente el bostezo.

Costner, que narr¨® con humanidad y belleza en Bailando con lobos la convivencia de un soldado muy perdido con una tribu india, retorna en este w¨¦stern (que no es ni crepuscular, esa etiqueta facilona que se puso de moda para darle importancia po¨¦tica a un g¨¦nero con tantas obras maestras como pel¨ªculas previsibles y t¨®picas) a la invasi¨®n de los colonos blancos en las tierras ancestrales de los indios. El asedio dura como media hora inicial. No impresiona, pero se puede ver. A secas.

Lo que no imaginas es la dispersa cantidad de tonter¨ªas, de personajes falsamente naturalistas, de tramas tan prescindibles como mal contadas, que se van a acumular despu¨¦s. Los indios van desapareciendo y les sustituyen blancos mal¨¦ficos, algunos honestos y racionales. El guion es un disparate con pretensiones. Aunque lo peor es el cansino ritmo de las im¨¢genes. Me provoca infinita pereza lo que veo y lo que escucho. Para ocultar el vac¨ªo tem¨¢tico, Costner utiliza el recurso de las peores pel¨ªculas: la empalagosa m¨²sica no para de sonar en casi todos los planos. Como si la banda sonora pudiera reemplazar a los sentimientos, crear atm¨®sfera, dotar de vida la insufrible monoton¨ªa del relato.

Costner la produce, la coescribe, la dirige y la interpreta. O sea, su responsabilidad es absoluta. Como actor se defiende bien, siempre lo ha hecho. El resto es banal o directamente in¨²til. Y te asalta la duda o la certidumbre de si Horizon: An American Saga fue concebida inicialmente como una serie de televisi¨®n y posteriormente Costner decidi¨® adaptarla a la gran pantalla. La factura es rarita. Si hubiera sido una serie, imagino que la habr¨ªa abandonado en los primeros cap¨ªtulos. Aqu¨ª me la tengo que tragar hasta el final de la primera parte. Con un poco de suerte, me escaqueo de las restantes. Aunque deseo, por el respeto que merecen Coppola y Costner, que ni el primero pierda sus vi?edos ni el segundo sus casoplones.