¡®Gladiator 2¡¯: disfrute del espect¨¢culo, para aprender Historia lea libros
En unos meses se estrena la nueva pel¨ªcula de Ridley Scott, un filme que, tras ¡®Gladiator¡¯ (2000) y ¡®Napole¨®n ¡®(2023), vuelve a ser carnaza f¨¢cil para muchos ¡®especialistas¡¯ en la Roma antigua
A los pocos minutos de haberse estrenado el tr¨¢iler de Gladiator 2, las redes sociales sufr¨ªan una sacudida y pronto comenzaron a aparecer las primeras cr¨ªticas al rigor hist¨®rico de Ridley Scott. Este tipo de pel¨ªculas se han convertido en las protagonistas de una competici¨®n a la b¨²squeda del error, del presentismo, del anacronismo, del desprop¨®sito. Una escalada de egos por demost...
A los pocos minutos de haberse estrenado el tr¨¢iler de Gladiator 2, las redes sociales sufr¨ªan una sacudida y pronto comenzaron a aparecer las primeras cr¨ªticas al rigor hist¨®rico de Ridley Scott. Este tipo de pel¨ªculas se han convertido en las protagonistas de una competici¨®n a la b¨²squeda del error, del presentismo, del anacronismo, del desprop¨®sito. Una escalada de egos por demostrar lo muy equivocado que est¨¢ el director respecto a la Historia de Roma. Muchos de estos cr¨ªticos, improvisados y, en muchos casos, mal documentados en la Roma antigua, se sent¨ªan incluso violentados y ofendidos. Algunos han sufrido un ataque de responsabilidad por educar al p¨²blico. De demostrarle al espectador que la de Scott no es Historia de Roma.
Defienden que el espectador da por buenos los datos que en la pantalla se presentan. Un problema que no solo es del cine, sino tambi¨¦n de la novela y los videojuegos de ambientaci¨®n hist¨®rica. Y que Scott tiene la obligaci¨®n de ser completamente fiel a la Historia para contar su historia.
Pero en esta cruzada que se arrogan unos cuantos en la defensa de la verdad hist¨®rica y el rigor, olvidan que el cine no tiene que ense?ar Historia. Seamos realistas: para aprender Historia se leen libros, no se va al cine.
Parte de la culpa de estos movimientos rigoristas la tienen los docentes que utilizan pel¨ªculas en las aulas de los j¨®venes estudiantes. No estoy en contra de su uso en las disciplinas art¨ªsticas. S¨ª en las de Cultura Cl¨¢sica, Historia y en las de Griego y Lat¨ªn. Profesores y maestros, por favor, una pel¨ªcula no es un documento hist¨®rico. No sirve para hablar de Historia en un espacio de aprendizaje. Aunque se me defienda que lo que hacen es tomar los datos hist¨®ricos para ense?ar Historia. Seamos sinceros, a la postre el poso que queda en el alumnado, y futuros espectadores, es que una pel¨ªcula sirve para saber de Historia. Que est¨¢ a la misma altura que un libro de texto o un ensayo.
Para aprender Historia se leen libros, no se va al cine¡±
El cine es arte. Como la novela, la poes¨ªa, la pintura, la arquitectura, la m¨²sica o la escultura. Es el llamado s¨¦ptimo arte. Todos ellos han utilizado a Roma antigua como excusa para realizar una obra. Sabemos que no es prerrogativa del cine. Se lleva haciendo desde que Roma existi¨®. ?Tienen errores hist¨®ricos? Por supuesto. Pero las entendemos como arte y los obviamos para poder disfrutar de su belleza. El arte tiene que hacernos vibrar. El arte no ense?a Historia.
A algunos les rechinan los dientes y se ponen furiosos porque Scott no escucha a los asesores hist¨®ricos. No est¨¢ obligado a ello. Seamos francos, el arte es arte. ?Qui¨¦nes nos hemos cre¨ªdo para exigir a un artista cineasta que haga una pel¨ªcula que cumpla con nuestras expectativas de rigor hist¨®rico? Quiz¨¢s lo que ocurre es que criticamos aquello que no nos esforzamos en entender. Relaj¨¦monos un poco y disfrutemos del arte. Tambi¨¦n del que Scott nos propone.
Estoy segura de que la segunda parte de aquel Gladiator que tanto nos hizo disfrutar en el a?o 2000 no nos dejar¨¢ indiferentes 24 a?os despu¨¦s. Espero con ansia que Gladiator 2 nos haga otra vez vibrar frente a la pantalla con la calidad de sus escenarios, de su guion, efectos especiales, vestuario, banda sonora y tant¨ªsimos otros elementos de los que se nutre una pel¨ªcula que promete ser una obra de arte.