Sinsal, el festival de Galicia que rompe moldes: sin papeleras, con zonas para fumar y un cartel secreto
El archipi¨¦lago de San Sim¨®n, en el municipio pontevedr¨¦s de Redondela, acoge este peculiar certamen desde el pasado viernes hasta este domingo
Sinsal SON Estrella Galicia no es un festival m¨¢s, es la excepci¨®n que incumple la m¨¢xima de la industria musical actual: cantidad frente a calidad. Estamos en el verano de los cuatro bernabe¨²s de Karol G, la era donde a veces el p¨²blico le da la espalda al artista que est¨¢ tocando, pero, por suerte, hay vida m¨¢s all¨¢ de los grandes focos. Este peque?o evento musical celebra este fin de semana su edici¨®n n¨²mero catorce, con tres d¨ªas de m¨²sica en directo en el archipi¨¦lago de San Sim¨®n, declarado Bien de Inter¨¦s Cultural y ubicado en el municipio pontevedr¨¦s de Redondela.
Son dos islas unidas por un puente, cuatro escenarios, 26 artistas de 15 pa¨ªses, un cilindro de cera para grabar sus canciones, djs que pinchan con casetes y barcos que surcan la r¨ªa de Vigo para trasladar al p¨²blico. Estas son algunas de las pinceladas de este marco ¨²nico, un lugar que hasta el propio C Tangana utiliza como escenario principal en el videoclip del himno del Celta. Con vistas al puente de Rande y a unos metros de la playa de Cesantes, cuenta con un pasado que ha dejado huella en la zona, y es que antes de todo esto, San Sim¨®n fue lazareto mar¨ªtimo, campo de concentraci¨®n y orfanato.
Hoy es el festival al que todos deber¨ªan mirar. Cuenta con un cartel secreto y una programaci¨®n que los 800 asistentes diarios descubren nada m¨¢s atracar en la isla. S¨ª, son pocos, y sostenible, pero no les gusta decirlo, prefieren serlo. Luis Campos, codirector del festival, reniega del greenwashing (lavado de cara ecologista) de otros y prefiere actuar sobre el terreno: ¡°Hay dos palabras que intento no utilizar: sostenibilidad y experiencia. No lo digas, s¨¦¡±.
De otra cosa no, pero de eso saben, por eso han ganado ya dos veces el Premio Fest al festival m¨¢s sostenible con el medio ambiente. De hecho, lo m¨¢s llamativo de este a?o es que no hay papeleras, est¨¢n precintadas con un cartel que advierte a cada asistente sobre c¨®mo debe gestionar sus propios residuos: ¡°Lo que queremos es que la gente sea consciente de lo que genera¡±, aseguran desde el departamento de prensa de esta cita.
Lo que no se puede negar es que este festival es pionero en muchas cosas, por eso sigue apostando por que el p¨²blico traiga de casa su propio lote festivalero, es decir, una vajilla reutilizable. Adem¨¢s, fomenta el uso de ceniceros biodegradables para que el recinto est¨¦ libre de colillas e invita a que la basura salga de la isla con los asistentes. Iniciativas que se suman a la oferta grastron¨®mica local y a la creaci¨®n de zonas espec¨ªficas para fumadores.
Pero si hay algo que gusta a los fieles del Sinsal es que saben que all¨ª descubrir¨¢n buena m¨²sica, algo diferente, internacional, un men¨² cargado de nuevos talentos y de otros sonidos m¨¢s all¨¢ de lo habitual. Sus directores, Julio G¨®mez y Luis Campos fueron capaces de programar en un mismo cartel a Rigoberta Bandini y a las Tanxugueiras antes del Benidorm Fest que llev¨® a las gallegas a Eurovisi¨®n. Desde que abrieron su tienda de discos en Vigo, hasta la celebraci¨®n del Sinsal tal y como se conoce hoy, lograron programar en su ciudad a artistas como Antony and the Johnsons o a CocoRosie, as¨ª como de traer a la isla de San Sim¨®n a alt-J o a Fantastic Negrito.
G¨®mez y Campos son dos amigos amantes de la m¨²sica que a¨²n hoy, despu¨¦s de a?os de lucha, siguen teniendo la misma ilusi¨®n de siempre. A pesar de esto, aseguran que, aunque entienden el poder de los grandes eventos, echan de menos el apoyo institucional a festivales e iniciativas culturales como este, porque, dicen, se hace m¨¢s necesario que nunca: ¡°Si no fuese por la iniciativa privada, no existir¨ªamos¡±.
En la primera jornada actuaron artistas de Brasil, Dinamarca, Portugal o Suiza. Precisamente, los suizos de Orchestre Tout Puissant Marcel Duchamp cerraron el viernes con un homenaje a los grupos africanos tradicionales y al influyente artista franc¨¦s que da nombre al grupo. Suenan incre¨ªble y en Sinsal demostraron que su riesgo se contagia y que encaja perfectamente con la comunidad del festival. Antes, pas¨® uno de los grupos m¨¢s destacados del a?o pasado en Portugal, Glockenwise, que rememor¨® el indie m¨¢s aut¨¦ntico. En San Ant¨®n, el p¨²blico tuvo el placer de vivir un momento ¨²nico gracias al concierto ac¨²stico de Clarissa Connelly, una compositora danesa que demostr¨® que s¨ª se puede cantar a pleno pulm¨®n y con el p¨²blico en silencio en un festival. Jap¨®n, Ir¨¢n, Nigeria o Palestina son algunos de los pa¨ªses que tambi¨¦n tienen representaci¨®n en el festival, una mezcla de sonidos y culturas.
Son tantas las ganas que se respiran cuando hablas con sus creadores y tan comunitario el sentimiento de los asistentes que aquello se convierte en un aut¨¦ntico pueblo, en el que los propios artistas asisten tambi¨¦n de p¨²blico. Un pueblo donde te puedes sentir afortunado por unas horas. La mayor¨ªa de sus asistentes acuden solo a una de las tres jornadas, a pesar de que la programaci¨®n var¨ªa cada d¨ªa. El viaje comienza en los puertos de Vigo y de Meirande, en Redondela, a mediod¨ªa, y culmina con un ¨²ltimo viaje de vuelta a casa desde San Sim¨®n a las 23.00. Esto, unido al aforo limitado, hace que sus abonos sean un aut¨¦ntico objeto de deseo. Este a?o las entradas para asistir se agotaron 72 horas despu¨¦s de salir a la venta. En total, ocupan el archipi¨¦lago casi un millar de personas por d¨ªa, de los que un centenar son trabajadores (producci¨®n, los artistas...).
El archipi¨¦lago fue rebautizado en 1999 como Isla del Pensamiento, por ser un centro de reflexi¨®n y creaci¨®n cultural que adem¨¢s recuerda la memoria hist¨®rica. Igualmente, con motivo del Sinsal se suceden las actividades paralelas que invitan a conocer a fondo la historia del archipi¨¦lago y a saber m¨¢s sobre su pasado, su partimonio natural, cultural e hist¨®rico. Y c¨®mo no, se imparte formaci¨®n para reutilizar alimentos y objetos de todo tipo con un objetivo, concienciar a un p¨²blico en el que destaca la presencia de los m¨¢s peque?os de la casa. Sinsal es una cita para compartir y para disfrutar de pi¨¦, sentados o tumbados, pero siempre rodeados de naturaleza. Parece que a¨²n queda algo de magia en el circuito festivalero.
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