Almod¨®var, en el festival de Venecia: ¡°Siento que cada d¨ªa que pasa es un d¨ªa menos que puedo vivir¡±
El cineasta estrena en la Mostra su primera pel¨ªcula en ingl¨¦s, ¡®La habitaci¨®n de al lado¡¯, con Tilda Swinton y Julianne Moore, y reflexiona sobre el cambio de idioma, la vida y la muerte, pero tambi¨¦n la extrema derecha o el cambio clim¨¢tico
Enseguida, se arranc¨® a contestar en ingl¨¦s. Un caso raro. Aunque ¨²nica era la ocasi¨®n: estrenaba su primer largo en ese idioma. Pero, en la presentaci¨®n de La habitaci¨®n de al lado, hoy lunes, en el concurso del festival de Venecia, Pedro Almod¨®var tambi¨¦n utiliz¨® el castellano. Alto y claro: ¡°He hablado de enfermedades porque las he padecido y algunas han limitado mucho no mi actividad cinematogr¨¢fica pero s¨ª mi movimiento. En este caso hablo de una terminal. Y es una pel¨ªcula a favor de la eutanasia. Espa?a es el cuarto pa¨ªs europeo en tener una ley sobre ello. Es urgente que exista en todo el mundo. Es terrible tener que comportarse como delincuentes¡±, asever¨®. Se oyeron aplausos.
Los hubo tambi¨¦n en las proyecciones para los periodistas. Y, desde luego, una ovaci¨®n acogi¨® al cineasta y las dos protagonistas del filme, Tilda Swinton y Julianne Moore, en su entrada a la sala de prensa. Se habl¨® de cine, pero no solo, como es inevitable con el director espa?ol. El discurso se centr¨® en la vida, la muerte, la amistad y la maternidad, temas centrales del largo. Por supuesto, en el cambio de idioma: ¡°Para m¨ª era como empezar en un nuevo g¨¦nero. Como la ciencia ficci¨®n. Necesitaba el veh¨ªculo justo y lo encontr¨¦ en las p¨¢ginas de la novela [Cu¨¢l es tu tormento, de Sigrid Nunez]. Pensaba que tendr¨ªa m¨¢s problemas. El idioma no lo fue. Las dos entendieron exactamente el tono con el que quer¨ªa contar esta historia, contenido, nada melodram¨¢tico. Y verlas actuar juntas es un festival¡±. Pero Almod¨®var tambi¨¦n quiso aprovechar el altavoz de Venecia para tocar la pol¨ªtica, otro de los asuntos que m¨¢s le apasiona.
¡°Esta pel¨ªcula es lo opuesto a lo que en Espa?a llamamos ¡®discursos del odio¡¯. Querr¨ªa mandar un mensaje por todos esos ni?os sin acompa?amiento que luchan por llegar a nuestras fronteras. La extrema derecha pretende que el Gobierno env¨ªe a la marina para que no entren, y convertirlos incluso en invasores. Es delirante, es injusto, profundamente est¨²pido¡±, apunt¨®. Y, en la misma respuesta, conect¨® con otra reivindicaci¨®n: ¡°Es una pel¨ªcula sobre una mujer que agoniza en un mundo que probablemente tambi¨¦n est¨¢ agonizando. El cambio clim¨¢tico no es una broma. No s¨¦ cu¨¢ntas demostraciones necesitamos para verlo. La ¨²nica soluci¨®n, aunque tal vez peque de pretencioso, es que cada uno desde su lugar se manifieste en contra de este negacionismo¡±, dijo el director. Y se llev¨® otra ronda de aplausos. La ¨²ltima, de alguna manera, tambi¨¦n fue para ¨¦l. Porque quiso celebrar las palabras que Moore y Swinton le dedicaron. ¡°Hay una fuerza vital muy poderosa en las pel¨ªculas de Pedro. Se siente latir el coraz¨®n de todos. Te marchas entendiendo que te has visto ti mismo y los otros humanos y est¨¢s m¨¢s agradecido por los d¨ªas que has vivido¡±, dijo la primera. ¡°Siempre ha estado en el centro de los movimientos y cambios culturales de estos a?os. Ha seguido siendo el maestro que siempre ha sido. Su frescura y disciplina me inspiran. Me siento todav¨ªa como una estudiante¡±, agreg¨® la segunda.
La pel¨ªcula se centra en dos amigas que se reencuentran. Ingrid (Moore) es una autora de ¨¦xito de no ficci¨®n y est¨¢ firmando copias de su ¨²ltimo libro, De muertes repentinas. Justo ah¨ª se entera de que Martha (Swinton), a la que quiso mucho, pero hace a?os que no ve, est¨¢ en el hospital. As¨ª que acude inmediatamente. Y descubre que la excorresponsal de guerra para The New York Times encara sus ¨²ltimos d¨ªas. Una se prepara para aceptar la despedida. La otra, ahora que se han juntado de nuevo, decide no marcharse hasta el final. Estar cerca, incluso sin decir nada. Aunque, de paso, el filme habla de la dignidad, la libertad de elegir c¨®mo irse, las heridas de los tantos conflictos grandes y peque?os o la b¨²squeda de luz en tan sombr¨ªo presente. ¡°Mujeres de Nueva York, de una generaci¨®n que conozco, en la mitad de los a?os ochenta. No era un an¨¢lisis de sociedad americana, pero s¨¦ como tratar a dos se?oras de ese periodo y conozco a otras como ellas¡±, se?al¨® Almod¨®var. ¡°Vemos pocas historias de amistad femenina. Es tan inusual que alguien lo retrate de una forma tan profunda¡±, sostuvo Moore. Las salas espa?olas podr¨¢n verlo a partir del 18 de octubre.
Ya de por s¨ª un estreno de Almod¨®var genera expectaci¨®n, en los cin¨¦filos espa?oles y globales. Pero su debut en otro idioma figuraba directamente en las listas de las obras imperdibles de esta Mostra. Unos cuantos periodistas se quedaron sin sitio en la rueda de prensa. E, igual que en la pel¨ªcula, la conversaci¨®n fue oscilando entre felicidad y melancol¨ªa, emoci¨®n y firmeza. ¡°Siempre es dif¨ªcil hablar de la muerte. Nac¨ª en una regi¨®n de Espa?a, la Mancha, donde hay una gran cultura sobre ella. Y soy infantil, inmaduro en mi percepci¨®n de la muerte. Est¨¢ en todos lados. Pero es algo que no he entendido perfectamente. Siento que cada d¨ªa que pasa es un d¨ªa menos que puedo vivir. En cambio, me gustar¨ªa sentir que he vivido un d¨ªa m¨¢s¡±, reflexion¨® el director. Aunque tambi¨¦n reconoci¨® que la pel¨ªcula le ayud¨® a confrontarse mejor con el ¨²ltimo adi¨®s. Para cuando llegue. Porque Almod¨®var dijo no sentir sus 74 a?os en absoluto y Swinton calcul¨® que, si acaso, tiene ¡°7,4¡å. Aunque el momento m¨¢s optimista del director lleg¨® en otra respuesta: ¡°Almudena Grandes me dedic¨® uno de sus libros dici¨¦ndome: ¡®La alegr¨ªa es la mejor de las resistencias¡±.
Seguramente, la espera tambi¨¦n aumentara el inter¨¦s: hace tiempo que el creador se planteaba el salto ling¨¹¨ªstico. Le ofrecieron el guion de Brokeback Mountain, pero no cuaj¨®. Cuando renunci¨® a la adaptaci¨®n de Manual para mujeres de la limpieza, de Lucia Berlin, confes¨®: ¡°No me considero listo para abordar una producci¨®n tan monumental en ingl¨¦s¡±. Ensay¨® en formato corto, con La voz humana, protagonizada por Swinton, y Extra?a forma de vida. Y, finalmente, se atrevi¨® con La habitaci¨®n de al lado. Hubo 10 semanas de rodaje. Ahora, ha llegado el momento de ense?arla al mundo. Hasta el Ministro de Cultura, Ernest Urtasun, se ha venido hasta el Lido para el pase de gala del filme. ¡°No podemos estar m¨¢s orgullosos de un realizador que ha llevado a la gran pantalla un retrato personal de nuestra identidad, y de los cambios que ha experimentado la sociedad espa?ola en las ¨²ltimas d¨¦cadas¡±, dijo el pol¨ªtico en Venecia.
La Mostra y Almod¨®var tambi¨¦n se han vuelto a abrazar recientemente. Y, ahora, ninguno de los dos quiere soltarse. Vino por primera vez en 1983. Y, c¨®mo no, trajo asombro y esc¨¢ndalo, con monjas heroin¨®manas o que se autolesionaban. Hubo quien pidi¨® que Entre tinieblas fuera retirada incluso de la programaci¨®n del festival. Sin ¨¦xito, por suerte. Supuso el ¡°bautizo internacional¡± del creador, como afirm¨® ¨¦l mismo.
Regres¨® en 1988, para Mujeres al borde de un ataque de nervios. Pero luego, durante d¨¦cadas, mantuvo m¨¢s conexi¨®n con el festival de Cannes. Hasta que, en 2019, el Lido le convoc¨® para entregarle el Le¨®n de Oro de Honor. El director lo calific¨® entonces como ¡°un acto casual de justicia po¨¦tica¡±. No parece fortuito, en cambio, que haya estado aqu¨ª otras tres veces en cinco a?os: para La voz humana, en 2020, su primer trabajo en ingl¨¦s. Para Madres paralelas, con Copa Volpi a Pen¨¦lope Cruz incluida, en 2021. Y hoy lunes. Aunque con la ¨²ltima, de paso ha roto un tab¨² y abierto otro mundo de posibilidades. Siempre hay inter¨¦s hacia el siguiente proyecto de Almod¨®var. Pero ahora se a?adir¨¢ otra pregunta. Cu¨¢ndo. Qu¨¦. Y en qu¨¦ idioma.
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