Un cuadro de Vel¨¢zquez deteriorado y de dudosa autor¨ªa puede cambiar el mercado del arte en Espa?a
El Tribunal Supremo delibera si permite la exportaci¨®n del lienzo ¡®Retrato de un cl¨¦rigo¡¯. Si falla a favor de la venta, la sentencia puede convertirse en un coladero para la salida de patrimonio art¨ªstico al extranjero
El Tribunal Supremo notificar¨¢ a finales de a?o una sentencia que podr¨ªa convertirse en un coladero para la venta de patrimonio art¨ªstico espa?ol en el extranjero. Rafael Mateu de Ros, socio del bufete Ram¨®n y Cajal, lleva tres a?os pleiteando contra la Comunidad de Madrid y el Estado por el lienzo Retrato de un cl¨¦rigo (alrededor de 1623), atribuido, con enormes dudas, a Vel¨¢zquez (1599-1660). En 2022, la Comunidad de Madrid lo declar¨® BIC (Bien de Inter¨¦s Cultural, la m¨¢xima protecci¨®n posible), lo que lo hace inexportable, pero la familia Royo-Villanova ¡ªson varios hermanos los propietarios¡ª quiere venderlo fuera de Espa?a, donde el precio ser¨ªa mucho m¨¢s alto, esgrimiendo las dudas sobre su autor¨ªa y su mal estado de conservaci¨®n. ¡°Lo que aqu¨ª vale 10, fuera vale 40¡±, estima el letrado.
Las dudas sobre la autor¨ªa son importantes. Ning¨²n experto de prestigio mundial, como fue el desaparecido historiador del arte e hispanista Jonathan Brown (1939-2022), ha ratificado que el cuadro sea de Vel¨¢zquez. Y el lienzo, efectivamente, est¨¢ en mal estado de conservaci¨®n, le falta materia pict¨®rica y ha perdido, adem¨¢s, el volumen y las sombras. ¡°Est¨¢ en una situaci¨®n muy delicada¡±, apunta el marchante de arte antiguo Jos¨¦ Antonio de Urbina. Pero el informe de declaraci¨®n de BIC sostiene que ¡°se trata de un retrato de indudable calidad t¨¦cnica y art¨ªstica, que mantiene estrechas similitudes t¨¦cnicas con obras pintadas por Diego Vel¨¢zquez y cuya maestr¨ªa resulta inestimable para conocer la evoluci¨®n del retrato en las d¨¦cadas primeras del siglo XVII¡±.
El Tribunal Supremo ha admitido a tr¨¢mite (apenas pasan el filtro un 3% de los casos) el recurso de casaci¨®n presentado por el despacho Ram¨®n y Cajal. La Sala de lo Contencioso tiene que decidir si da igual valor a un informe pericial del propietario o due?os de la obra (o sea, de parte) que el emitido por los expertos culturales del ministerio correspondiente. Por ahora, en contenciosos similares, se ha mantenido una mayor carga en la prueba si procede de una instituci¨®n de prestigio, en este caso el Prado, pues se le supone imparcialidad. Hay que tener en cuenta, adem¨¢s, que un peritaje privado suele contar con muchos m¨¢s recursos y capacidad para recabar opiniones acordes con los intereses de quien lo encarga, mientras que los especialistas que realizan el informe p¨²blico suelen tener menos medios y menos tiempo.
Si resulta favorable a los propietarios, la sentencia podr¨ªa sentar un precedente para casos parecidos y poner en riesgo el patrimonio espa?ol. Los abogados de los due?os defienden que hay que analizar cuadro por cuadro a la hora de declararlo inexportable, lejos de criterios del tipo ¡°escuela o estrechas similitudes t¨¦cnicas¡±. Pero muchos expertos no est¨¢n de acuerdo. Clasificar con un margen tan amplio es correr un riesgo, sobre todo cuando la tecnolog¨ªa y los descubrimientos cambian todos los d¨ªas las atribuciones. Adem¨¢s, Vel¨¢zquez no firmaba, Caravaggio solo una vez y Ribera de vez en cuando. ¡°Por eso, ante la m¨¢s m¨ªnima duda, la obra no puede abandonar Espa?a; esto es una regla que deber¨ªa regir todo el patrimonio espa?ol¡±, apunta un antiguo alto cargo del Museo del Prado.
La Abogac¨ªa del Estado tambi¨¦n se opone a su salida. ¡°Podr¨ªa ser un retrato madrile?o. Nadie quiere pensar, por un momento, en equivocarse [como pas¨® con el San Andr¨¦s, de Caravaggio, en 1976, el mayor error del patrimonio nacional, que termin¨® en Cleveland]. Cuando hay dudas, lo mejor es pararlo. Hoy en d¨ªa en arqueolog¨ªa te piden el certificado de procedencia desde los tiempos de Ner¨®n¡±, ironiza el anticuario Artur Ram¨®n. ¡°Hay que estudiar caso a caso¡±, insiste.
En un pleito parecido con la obra Fin de jornada (1906), de Sorolla, el Supremo ya abri¨® el camino a que los informes de la Administraci¨®n no tengan, de forma directa, una valoraci¨®n superior a la de los privados. El tribunal dictamin¨® que todos deber¨ªan tenerse en cuenta de la misma manera y devolvi¨® el caso al Tribunal Superior de Justicia de Madrid para que emitiera una nueva sentencia con ese criterio. Pese a reconsiderar los informes, finalmente tambi¨¦n dio la raz¨®n al Ministerio de Cultura al denegar su exportaci¨®n. Un reconocido jurista espa?ol admite que al igualar el valor de los informes de parte a los de la Administraci¨®n se facilita la salida de obras de Espa?a: ¡°Vivimos en un mundo de clases y si tienes m¨¢s posibilidades econ¨®micas, tienes ventajas; ah¨ª est¨¢ el problema¡±.
Hay todav¨ªa otra gatera. La ley da 15 d¨ªas para decidir si un bien se puede exportar o no, plazo que generalmente nunca cumple. Eso s¨ª, si hay pleito en los tribunales, la justicia permite establecer medidas cautelares para impedir su exportaci¨®n mientras se resuelve el conflicto. Pero en este caso el retraso es de a?os y en este punto lo l¨®gico es que el Supremo d¨¦ la raz¨®n a la familia. Si el tribunal falla a su favor, ser¨ªa un caso. Si hay otro similar y dictamina lo mismo, se crear¨ªa jurisprudencia.
En el fondo de todo est¨¢ el dinero. En este caso, sobre todo, porque solo hay unas 150 obras de mano segura de Vel¨¢zquez y cualquier nueva adici¨®n al cat¨¢logo est¨¢ rodeada de un mercado de dinero. En principio, si una atribuci¨®n parece la m¨¢s adecuada del Retrato es la del extraordinario bodegonista Juan van der Hamen y Le¨®n (1596-1631). El ¨®leo apenas tiene bibliograf¨ªa y publicaciones importantes. Pero resulta dif¨ªcil, incluso siendo de Van der Hamen (a d¨ªa de hoy), que se permita su salida de Espa?a. El 7 de diciembre de 2021 se remataron en la casa de pujas Christie¡¯s una pareja de bodegones por 742.000 libras (870.000 euros). Mientras que un retrato de L¨®pez de Vega y Carpio (1562-1635) que se ofrec¨ªa por entre 700.000 y 1.000.000 de d¨®lares (de 630.000 a 900.000 euros) no encontr¨® comprador en Sotheby¡¯s un 26 de enero de 2023. Esas son sus cifras.
Salvo sorpresa, el genio sevillano poco tiene que ver con esta obra. Solo hay que conocer su manera de trabajar. Da igual su mal estado de conservaci¨®n. ¡°Vel¨¢zquez, como todos los pintores, ten¨ªa sus trucos¡±, apunta uno de los principales historiadores vivos del maestro. ¡°Cuando pintaba los ojos no segu¨ªa las reglas de la perspectiva lineal [que conoc¨ªa extraordinariamente bien, dada la extensa biblioteca sobre ¨®ptica que pose¨ªa]. El ojo no fugaba, sino que ambos mostraban casi el mismo tama?o. Esto [se puede comprobar en la exposici¨®n de las obras maestras de la colecci¨®n Frick que ha mostrado el Prado] ayudaba a dar un mayor impacto y fuerza al retratado¡±, a?ade el experto.
Con frecuencia, algunos marchantes exportan una obra limitando su importancia y valor; se apoyan en que no existe firma ni respaldo, en que est¨¢ sucia o deteriorada, pero justo cuando llega al otro lado de la frontera aparece, casi por casualidad, aquella informaci¨®n que ayuda en parte a documentar la tela. El arte habla de la vida. El mercado del arte, de dinero. Y mucho.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.