The Kiffness, el m¨²sico que parodia el bulo de Trump sobre comer gatos, monta un fiest¨®n en Madrid

Quiz¨¢ hace unos d¨ªas entr¨® en su WhatsApp un v¨ªdeo. Si lo recibi¨® se acordar¨¢, porque seguramente se carcaje¨®, lo vio varias veces y lo pas¨® al chat de amigos o familiares con un mensaje similar a este: ¡°Os vais a partir de risa¡±. Ese v¨ªdeo suma diez millones de visualizaciones. Un v¨ªdeo viral en toda regla. En ¨¦l, se ve a Donald Trump en su primer debate con Kamala Harris el pasado septiembre difundiendo el descabellado bulo de que los migrantes haitianos de Springfield (Ohio) almuerzan mascotas. ¡°En Springfield se est¨¢n comiendo a los perros, se est¨¢n comiendo a los gatos, se est¨¢n comiendo a las mascotas de la gente que vive all¨ª¡±. Unos d¨ªas despu¨¦s, un DJ sudafricano que se hace llamar The Kiffness puso m¨²sica y humor, al estilo de las parodias de El Intermedio, a los disparates de Trump.

The Kiffness actu¨® anoche en una repleta (todo vendido: 400 personas) sala Villanos de Madrid. Esta consideraci¨®n de uno de los asistentes, Rub¨¦n, 38 a?os, era bastante general en el local: ¡°Vengo porque es el del v¨ªdeo de Trump. Es un jueves, me tomo unas cervezas y me divierto con el tipo que ha hecho el v¨ªdeo del momento¡±. Hab¨ªa otros que compraron la entrada en junio, meses antes del viralazo. ¡°Le sigo desde hace tiempo. Sus v¨ªdeos son tiernos, graciosos y bailables. Adem¨¢s, soy gatera: tengo tres¡±, apuntaba Esther, 37 a?os.

El n¨²mero estrella de la noche, claro, fue el que se conoce como Eating the Cats ft. Donald Trump (Debate Remix). David Scott (nombre real de The Kiffness), melena negra lacia, bigote y perilla, vestido con un ch¨¢ndal amarillo de la marca Kappa, canta al borde del escenario a ritmo reggae las palabras de Trump y el p¨²blico, guas¨®n, le hace los coros: ¡°Miau, miau, miau, miau¡±. Al fondo, en una pantalla, aparece la imagen de Trump diciendo esas barbaridades durante el debate mientras Kamala Harris no puede hacer otra cosa que re¨ªrse, y eso que la candidata dem¨®crata todav¨ªa no hab¨ªa visto el v¨ªdeo de The Kiffness. Las im¨¢genes de los dos pol¨ªticos se alternan con un simp¨¢tico baile del gato y el perro de la serie Los Simpson, por aquello de que el expresidente se refer¨ªa a Springfield. Tambi¨¦n se puede leer: ¡°El dinero recaudado por las visualizaciones se destinar¨¢ a las asociaciones de mascotas maltratadas de Springfield¡±.

The Kiffness es un creador de pelotazos. Su c¨®ctel es infalible teniendo en cuenta el mundo digitalizado que vivimos: gatos, humor, memes y viralidad. Ah¨ª se ha hecho fuerte este DJ sudafricano que viv¨ªa de algunas actuaciones hasta que el encierro por el coronavirus se convirti¨® en el trampol¨ªn perfecto para sus propuestas jacarandosas. Lo que hace David Scott es peinar la redes sociales (sobre todo TikTok) para detectar v¨ªdeos muy compartidos. Una vez escogida la presa, el sudafricano le pone m¨²sica. Y los gatos son un fil¨®n. He aqu¨ª un ejemplo de su ingenio. Un v¨ªdeo de un minino lamiendo leche de una cuchara y realizando un ruidillo simp¨¢tico. The Kiffness acompasa el sonido del gato con ritmos de teclados o trompeta. Este es el resultado, con siete millones de reproducciones:

Su especialidad no son solo las mascotas. De hecho, su v¨ªdeo m¨¢s compartido es con un ni?o jamaicano. Rushawn, que as¨ª se llama el cr¨ªo, cant¨® en un recreo del colegio la canci¨®n It¡¯s a Beautiful Day, popularizada por Jermaine Edwards, y The Kiffness le a?adi¨® instrumentos (guitarra, teclados, trompeta) y voces. El v¨ªdeo se ha reproducido 27 millones de veces en YouTube y el audio 42 millones en Spotify.

Con esa canci¨®n finaliz¨® su hora y media de entretenid¨ªsima actuaci¨®n en Madrid. Acompa?ado de otro m¨²sico que le pon¨ªa las bases por ordenador, el protagonista dividi¨® el recital en varias partes: vendedores callejeros (un latino despachando Coca-Cola en la plaza, un indio vendiendo tecnolog¨ªa en una plaza), gatos, perros... Los minutos dedicados a los minimos fueron los m¨¢s festejados. The Kiffness lleg¨® a decir que los gatos se har¨ªan con el control del mundo. Entre el p¨²blico, algunos se hab¨ªan colocado diademas con orejitas de gatos.

The Kiffness no deslumbra ni como cantante ni como trompetista ni como guitarrista. Pero se apa?a con todo y suple sus carencias con ingenio y humor. Su mensaje es siempre positivo y buenrollista y ofrece un espect¨¢culo divertido que el p¨²blico goza con bailes, movimientos de manos y siempre una sonrisa. Son¨® reggae, tecno, melod¨ªas balc¨¢nicas y hasta baladas. La gente se lo pas¨® en grande. Jefazos de los festivales, un consejo: contraten a este tipo para sus pr¨®ximas ediciones porque anima que es un gusto.