Dos hermanas contra el mundo: el terror g¨®tico de ¡®Septiembre dice¡¯ impacta en la Seminci
El debut como directora de la actriz francogriega Ariane Labed, esposa de Yorgos Lanthimos, ahonda en los enfrentamientos familiares y en la funesta sombra del racismo que soporta la migraci¨®n
Se llaman September y July, y las dos hermanas han creado su propio mundo para poder sobrevivir. September es dominante, temeraria hasta el exceso, todo lo contrario de July, apocada, miedica. En ese mundo su uni¨®n se somete constantemente a pruebas de lealtad casi surrealistas. Pero sus compa?eras del instituto se han dado cuenta de la fragilidad de July que, por otra parte, intenta abrirse camino fuera del ala protectora de su hermana, y solo September podr¨¢ encarar esa furia, oponiendo a¨²n m¨¢s furia. Ahora bien, una vez que ha estallado la violencia, ni siquiera unas vacaciones en lo m¨¢s pe...
Se llaman September y July, y las dos hermanas han creado su propio mundo para poder sobrevivir. September es dominante, temeraria hasta el exceso, todo lo contrario de July, apocada, miedica. En ese mundo su uni¨®n se somete constantemente a pruebas de lealtad casi surrealistas. Pero sus compa?eras del instituto se han dado cuenta de la fragilidad de July que, por otra parte, intenta abrirse camino fuera del ala protectora de su hermana, y solo September podr¨¢ encarar esa furia, oponiendo a¨²n m¨¢s furia. Ahora bien, una vez que ha estallado la violencia, ni siquiera unas vacaciones en lo m¨¢s perdido de Irlanda reconducir¨¢n la relaci¨®n.
As¨ª arranca Septiembre dice, el debut como directora de largometrajes de la actriz francogriega Ariane Labed. El filme, basado en la novela Hermanas, de Daisy Johnson ¡ªeditada en Espa?a por Perif¨¦rica¡ª, se estren¨® en la secci¨®n Una cierta mirada del pasado festival de Cannes, donde produjo gran ruido medi¨¢tico, y ha sido el t¨ªtulo estrella este s¨¢bado de la Seminci, el festival de cine de Valladolid, antes de que se estrene en Espa?a (aunque a¨²n no tiene fecha).
En los cuarenta a?os que cumpli¨® en mayo Labed ha tenido tiempo para muchas cosas. Hija de un matrimonio franc¨¦s, Ariane naci¨® en Atenas, donde la familia vivi¨® sus primeros seis a?os. Los siguientes seis los pasaron en Alemania, y vuelta a Francia, donde Labed estudi¨® Interpretaci¨®n en la Universidad de Provence. Sin embargo, sus primeros pasos profesionales los dio en Grecia, donde en 2005 fund¨® la compa?¨ªa teatral Vasistas.
En el cine debut¨® a lo grande, porque con su primer largo, Attenberg (2010), gan¨® la Copa Volpi a la mejor interpretaci¨®n femenina en el festival de Venecia. Al a?o siguiente conoci¨® a su marido, Yorgos Lanthimos ¡ªcon ¨¦l ha trabajado en Alps y Langosta¡ª, y desde ese momento se ha convertido en una actriz europea, capaz de filmar en su idioma materno, el franc¨¦s (The Vourdalak, Avant l¡¯effondrement), en ingl¨¦s (El souvenir y El souvenir: parte II, Mar¨ªa Magdalena, Antes del anochecer, Assassin¡¯s Creed o The Brutalist) o en griego. ¡°Vivimos durante una d¨¦cada en Londres, y de verdad que muy bien. Pero tras el confinamiento y el Brexit, lo tuve claro, quer¨ªa volver a Atenas, a la cultura con la que me siento m¨¢s cercana, y as¨ª hicimos¡±, cuenta en Valladolid.
Ese plural incluye a Lanthimos, su marido desde 2013, pero Labed no ha dejado de moverse: de hecho, Septiembre dice est¨¢ producida por la cadena brit¨¢nica BBC, y la actriz ha participado activamente en las asociaciones contra los abusos sexuales y de poder en el audiovisual franc¨¦s. Era una de las firmantes de una carta al presidente de Francia, Emmanuel Macron, reclam¨¢ndole el reconocimiento del Estado de Palestina (ella misma porta en Espa?a un pin propalestino). ¡°Me siento muy europea, pero cuando Europa significa una idea com¨²n que se olvida de pa¨ªses para abrazar unos principios y distintas culturas. Lo que detesto son las instituciones europeas, la burocracia que nos boicotea. Y s¨ª, el mejor ejemplo es la situaci¨®n actual en Gaza y la invasi¨®n de Israel¡±. E insiste en su idea de Europa: ¡°Me dan igual las naciones, me interesan los lazos culturales¡±.
Septiembre dice engarza una atm¨®sfera pl¨²mbea, g¨®tica, con turbulencias relacionadas con ser mujer en el siglo XXI y con la migraci¨®n. ¡°De la novela me atrajo el reto de c¨®mo traspasar su atm¨®sfera a la pantalla. Y no pod¨ªa ser solo con la imagen, ten¨ªa que surgir tambi¨¦n del sonido y de la misma interpretaci¨®n de las actrices, de las dos hijas y de su madre, una artista en horas bajas que hace malabares para atender a sus hijas. El espectador debe sentir esa fisicidad¡±. ?Le ayud¨® su pasado de bailarina? ¡°Pues s¨ª, porque as¨ª sent¨ª la conexi¨®n: a trav¨¦s del uso de los cuerpos¡±. Que sean de origen emigrante hace que se las mire como elementos distorsionadores en el paisaje humano. ¡°Y en Hermanas resultaba muy atractiva la exploraci¨®n de la complejidad femenina y de las modernas estructuras familiares, justo dos temas que yo buscaba para mi salto a la direcci¨®n¡±.
Lanthimos es un cineasta muy atento a los ecos de Bu?uel en su cine. En Septiembre dice tambi¨¦n asoman ciertos elementos del director de Viridiana, Tristana o Ese oscuro objeto del deseo. ¡°Me encanta, aunque desde luego, pero no de una manera consciente. Me encanta que su cine defiende que como creador todo es v¨¢lido, que puedes hacer lo que quieras. Esa apuesta por la libertad, todo un tesoro, sospecho que ha calado en mi inconsciente. Dentro de m¨ª est¨¢ Bu?uel, como Cassavetes, Bresson o Akerman¡±. Se detiene en la belga Chantal Akerman. ¡±Me entristece tanto que el reconocimiento le haya llegado a?os despu¨¦s de su muerte. He disfrutado mucho de su obra, porque encara y habla sobre la feminidad, abre las puertas a temas que nunca se hab¨ªan tratado antes... Ella y Delphine Seyrig, tan cineasta como activista, son mis faros en el cine¡±.
Con Septiembre dice, cuenta Labed, se inicia su carrera como directora: ¡°No me detendr¨¦, y ya tengo en mente ideas que espero plasmar cuando acabe esta promoci¨®n¡±. Y en su casa de Atenas, ?se habla mucho de cine? ¡°S¨ª, por supuesto [carcajada]. Cada uno ve lo del otro, sus guiones, y charlamos mucho sobre, por ejemplo, feminismo. Con Olla, mi primer corto, le pregunt¨¦ mucho, y sol¨ªa responderme: ¡®Um, no s¨¦, es tu obra¡¯. Me gust¨® eso, y aunque conversamos y escuchamos, cada uno al final es autor de su cine¡±.