Zoe Salda?a, actriz: ¡°Llevo toda la vida esperando un proyecto como ¡®Emilia P¨¦rez¡±
La estrella de ¡®Star Trek¡¯, ¡®Avatar¡¯ y ¡®Guardianes de la galaxia¡¯ encara la carrera a los Oscar con el narcomusical ¡®queer¡¯ de Jacques Audiard
La carrera de Zoe Salda?a (Passaic, Nueva Jersey, 46 a?os) ha estado ligada, ¡°de una manera extra?a, no esperada¡±, apunta ella misma, a la taquilla de sus pel¨ªculas. Fue la verde Gamora en Guardianes de la galaxia y, en general, en el universo Marvel; la azul Neytiri ...
La carrera de Zoe Salda?a (Passaic, Nueva Jersey, 46 a?os) ha estado ligada, ¡°de una manera extra?a, no esperada¡±, apunta ella misma, a la taquilla de sus pel¨ªculas. Fue la verde Gamora en Guardianes de la galaxia y, en general, en el universo Marvel; la azul Neytiri en la saga Avatar, y la teniente Uhura en Star Trek. El resultado: su filmograf¨ªa suma m¨¢s de 14.250 millones de d¨®lares de recaudaci¨®n (13.470 millones de euros), por lo que es la segunda actriz m¨¢s taquillera de la historia del cine, y seg¨²n vayan estren¨¢ndose las continuaciones ¡ªya rodadas¡ª de Avatar, adelantar¨¢ a Scarlett Johansson y a su Viuda negra de Los Vengadores. ¡°No me arrepiento, por supuesto, pero llevaba toda mi vida esperando otra cosa¡±, cuenta en videollamada desde Los ?ngeles. Y esa otra cosa es la abogada Rita Moro del narcomusical queer Emilia P¨¦rez, de Jacques Audiard. ¡°Por fin lleg¨®¡±, exhala.
Salda?a siempre ha sido un elemento extra?o en el Hollywood del siglo XXI. Biling¨¹e porque su madre, de origen puertorrique?o, que enviud¨® cuando Zoe ten¨ªa 9 a?os, se asegur¨® de que sus tres hijas aprendieran espa?ol. Mientras ella se ganaba la vida en Nueva York, envi¨® a su prole con la familia paterna a Rep¨²blica Dominicana, donde el sueldo materno s¨ª daba para una escuela privada. ¡°All¨ª fue donde descubr¨ª la danza¡±, recuerda Salda?a, aunque cuando volvi¨® a Nueva York lo dej¨® por el teatro. ¡°Aparec¨ª bailando en un v¨ªdeo musical de Sia, y se me qued¨® el deseo en el alma¡±. No ten¨ªa ¡°el pie¡± para ser primera bailarina ni el ¨¢nimo para quedarse como un miembro m¨¢s de un cuerpo de ballet. ¡°Bailo en cada bautizo, cumplea?os y casi en los velorios [echa a re¨ªr], pero poco m¨¢s¡±. Hasta que lleg¨® el guion de Emilia P¨¦rez ¡ªque se estrena en Espa?a el jueves, 5 de diciembre¡ª, la apuesta de Francia y de Netflix para los Oscar. En pantalla, Salda?a encarna a una abogada, Rita Moro, parte de una inmensa maquinaria legal hasta que un d¨ªa se cruza con el l¨ªder de un cartel mexicano del narcotr¨¢fico, Manitas, que desea ayuda para cambiar de g¨¦nero. Gracias al suculento sueldo que recibe de ese trabajo, Moro revoluciona su vida, hasta que, a?os despu¨¦s, Manitas vuelve a pedirle otro favor, ya como Emilia P¨¦rez.
Emilia P¨¦rez es un musical, y a Salda?a le han tocado los n¨²meros de ballet m¨¢s complejos: ¡°F¨ªjate, hubo personajes que rechac¨¦ por no bailar y en realidad no lo he hecho desde mi primer filme, El ritmo del ¨¦xito [2000]. De repente, la mortalidad te da otra oportunidad. Hay un momento en que tu imaginaci¨®n ve algo, lo sientes, y te convences de que lo puedes hacer, pero la vida y la tierra te recuerdan que ya vives m¨¢s en tu cabeza que en tu cuerpo [risas]. As¨ª que cuando lleg¨® Emilia P¨¦rez, cuando empezamos con las coreograf¨ªas a despertar a mi cuerpo, me di cuenta de mis limitaciones y trabaj¨¦ bien duro. Por suerte, Jacques no quer¨ªa una cosa con t¨¦cnica perfecta de bailar¨ªn, sino que Rita expresara, a su manera, lo que sent¨ªa y pensaba¡±.
Salda?a se ha labrado una fama de gran trabajadora en la industria. Y tambi¨¦n ha sabido capear distintas tormentas: la familia de Nina Simone no la consider¨® suficientemente negra cuando protagoniz¨® el biopic de la cantante en 2016; ha hecho p¨²blica su lucha contra la ansiedad, una constante en su carrera. ¡°Bueno, no hay que esconder los problemas, sino encararlos¡±, resume. ¡°Y si hablar de la ansiedad ayuda a otros, mejor¡±.
Tampoco ha logrado triunfar en un drama de autor, por m¨¢s que lo haya intentado con Vivir de noche, Lazos de sangre o La ley del m¨¢s fuerte; incluso con su marido, el cineasta italiano Marco Perego, en The Absence of Eden. ¡°Yo quer¨ªa compartir todo lo que hay en m¨ª con el mundo, porque tengo mucho arte dentro. Soy una persona a la que le gusta crecer y cuando me siento un poquito estancada, me pongo muy triste. Las bendiciones me llegaron a muy temprana edad con Avatar, Guardianes, Star Trek o Colombiana. Y las disfrut¨¦ al m¨¢ximo, ?eh? Cuando se convirtieron en franquicias por su ¨¦xito, yo a la vez estaba empezando mi familia. No ten¨ªa mucho tiempo para explorar retos¡±. Dicho lo cual, reconoce: ¡°Llevo toda una vida queriendo mostrar las cosas que he aprendido, eh, el arte que he querido ejercer. Llevo toda la vida acumulando esas herramientas. Llevo toda la vida esperando un proyecto como Emilia P¨¦rez, porque el papel de Rita encapsula todas mis vivencias¡±.
De todas las sagas en las que ha trabajado, hay una que no menciona: Piratas del Caribe. En 2002 trabaj¨® en La maldici¨®n de la ¡®Perla Negra¡¯ y su relaci¨®n con el director Gore Verbinski no fue buena. ¡°Si en un rodaje no lideran la amabilidad y la consideraci¨®n, entonces esa gran producci¨®n puede convertirse en una muy mala experiencia. Y puedes caerte por la borda, y yo lo hice¡±. Se acuci¨® la ansiedad. ¡°Ocho meses despu¨¦s rod¨¦ La terminal con Spielberg y ¨¦l me devolvi¨® la fe¡±.
Cuando acept¨® Emilia P¨¦rez, lo primero que vislumbr¨® fue lo ecl¨¦ctico del reparto, con una madrile?a desconocida, Karla Sof¨ªa Gasc¨®n; una estrella mundial, Selena Gomez; otra estrella, esta vez de M¨¦xico, Adriana Paz, y un secundario de larga carrera, Edgar Ram¨ªrez. ¡°Yo vivo en el casino de la vida. Que no me roben la locura de la existencia. Porque la magia y la belleza humana nacen de la locura del sentimiento y de la locura de los pensamientos. Yo me crie bien latina en un mundo estadounidense. Mi familia es muy ecl¨¦ctica en etnias y oficios. Y me cas¨¦ con un italiano, muy mediterr¨¢neo. De mi relaci¨®n de pareja me encanta la internacionalidad de nuestras conversaciones, de las negociaciones entre dos personas que viven algunas veces en polos opuestos. Y a la vez yo siempre he sido una persona que se compromete mucho, o sea, me sacrifico. Por eso, vi ese reparto de Emilia P¨¦rez y entend¨ª el arte que pod¨ªa salir de ah¨ª... y que efectivamente sali¨®¡±. Y de paso habla maravillas de Audiard: ¡°Me mor¨ªa de nervios antes de conocerle. Y a los 10 minutos de la charla inicial me lleg¨® su calor humano, su gentileza. En el rodaje fue igual¡±.
Metida en la carrera a los Oscar, en su caso en actriz de reparto, recuerda la emoci¨®n de ganar el premio de interpretaci¨®n femenina en Cannes, compartido con sus tres compa?eras de Emilia P¨¦rez: ¡°Cuando lo anunciaron descubr¨ª que era tan inesperado, de verdad, como deseado. Descubr¨ª que ansiaba un galard¨®n as¨ª desde ni?a, porque dice en voz alta que yo valgo, que yo aporto a las pel¨ªculas. En mi casa lloramos todos [en el certamen franc¨¦s solo se quedaron Gasc¨®n y Audiard], hasta mi perra, que nos vio. As¨ª que ni quiero pensar en los Oscar¡±. Por cierto, ?qu¨¦ tal la convivencia con el hurac¨¢n Gasc¨®n? ¡°Fue una relaci¨®n con mucha pasi¨®n, respeto y admiraci¨®n. Karla es una fuerza de naturaleza. Ella tuvo que hacer dos papeles, albergaba tres personas en su cuerpo. Por eso le tuve mucha compasi¨®n y paciencia. Como la tiene Rita con Emilia. En alg¨²n momento perd¨ª la noci¨®n de realidad en el rodaje, me dilu¨ª en Rita. Y Rita no es una persona activa, sino reactiva, que lo absorbe todo. Es una ni?a que ha dedicado toda su vida a buscar compa?era de viaje viva y energ¨¦tica. Y as¨ª lo sent¨ª con Karla¡±.
En el futuro de Salda?a hay otro deseo poco conocido: dirigir. ¡°Ocurrir¨¢ pronto. Es algo que he sentido y principalmente en estos dos ¨²ltimos a?os, tras haber trabajado con una persona como Jacques. Mi camino me va a llevar a ese crecimiento art¨ªstico¡±, reflexiona.
Para el final quedan sus tatuajes. La actriz tiene tres hijos: los dos mayores, gemelos, se llaman Cy, por el pintor Cy Twombly, y Bowie, por el m¨²sico; y el tercero es Zen. Sonriendo, ense?a sus mu?ecas: ¡°Aqu¨ª tengo el ojo de Bowie, un dibujo de Twombly y el signo de la meditaci¨®n. Fueron nombres pensados porque forman parte del ADN como artistas de mi marido y de m¨ª¡±.