David Guardado, ensayista: ¡°La extrema derecha se cree un cuento manipulado de Pelayo y la batalla de Covadonga¡±
En el libro ¡®Nunca vencida. Una historia de la idea de Asturias¡¯ (La Fabriquina), el autor ha investigado la evoluci¨®n de las ideas sobre lo asturiano, lo que tambi¨¦n significa un an¨¢lisis de las ideas sobre Espa?a
David Guardado (Gij¨®n, 54 a?os), fil¨®logo de formaci¨®n, especialista en filolog¨ªa asturiana, ha investigado la evoluci¨®n de las ideas sobre Asturias, lo que, visto de otra manera, es tambi¨¦n un an¨¢lisis de las ideas sobre Espa?a. Lo expone en el ensayo Nunca vencida. Una historia de la idea de Asturias (La Fabriquina, en asturiano y en castellano), que ha generado inter¨¦s en todos los espacios pol¨ªticos, y donde se tratan grandes emblemas de lo asturiano: Pelayo y Covadonga, el movimiento obrero y la Revoluci¨®n del 34, el...
David Guardado (Gij¨®n, 54 a?os), fil¨®logo de formaci¨®n, especialista en filolog¨ªa asturiana, ha investigado la evoluci¨®n de las ideas sobre Asturias, lo que, visto de otra manera, es tambi¨¦n un an¨¢lisis de las ideas sobre Espa?a. Lo expone en el ensayo Nunca vencida. Una historia de la idea de Asturias (La Fabriquina, en asturiano y en castellano), que ha generado inter¨¦s en todos los espacios pol¨ªticos, y donde se tratan grandes emblemas de lo asturiano: Pelayo y Covadonga, el movimiento obrero y la Revoluci¨®n del 34, el aislamiento tras la monta?a que fomenta la independencia y el esp¨ªritu rebelde¡ ¨²ltimamente, el car¨¢cter amable, la naturaleza, el turismo y la gastronom¨ªa (por ah¨ª lo llaman el cachopismo). Y lo que el autor llama el discurso de la renuncia: la renuncia a una identidad propia.
Guardado, adem¨¢s, es vicepresidente de la Academia de la Llingua Asturiana y, en los a?os noventa, form¨® parte de Penelope Trip, una de las bandas pioneras de lo que se llam¨® Xix¨®n Sound, el n¨²cleo asturiano de la m¨²sica indie (cosas de las que tambi¨¦n hablaremos). Conversa en la combativa librer¨ªa La Revoltosa, en Gij¨®n, cerca de la playa de San Lorenzo, en un d¨ªa que cumple a rajatabla una de las ideas m¨¢s difundidas sobre Asturias: est¨¢ nublado, h¨²medo y amenaza llover.
P. Cuando se habla de la idea de Asturias, siempre est¨¢ de por medio la batalla de Covadonga.
R. Y hay diferentes interpretaciones. En el siglo XIX, por ejemplo, se dan discursos que consideran Covadonga como la cuna de la libertad frente a las monarqu¨ªas. Sirve para todo, funciona como un mito, ahora muy reactivado por la extrema derecha: Santiago Abascal viene con frecuencia a Covadonga para arrancar campa?as electorales. Los ¡°defensores¡± de Covadonga se creen este cuento creado por algunos historiadores decimon¨®nicos para construir una idea rom¨¢ntica de Espa?a.
P. ?Y en el otro lado?
R. Si analizas lo que sabemos sobre Covadonga te das cuenta de que se basa en tres cr¨®nicas. De una de ellas, la Sebastianense, donde realmente se detalla todo, solo tenemos copias de la Edad Moderna. Y las otras dos, la Rotense y la Albendense, reflejan supuestamente la visi¨®n del reino de Asturias de los propios monarcas asturianos, pero est¨¢n copiadas cien a?os despu¨¦s, en documentos encargados por los soberanos del Reino de Pamplona. Cualquiera que estudie este tipo de textos medievales sabe que responden a intereses propagand¨ªsticos y tienen partes manipuladas.
P. O sea, que no sabemos mucho.
R. Sabemos muy poco, tirando a nada. Toda la construcci¨®n posterior sobre Pelayo son capas que se van sedimentando en la Edad Media y Moderna, pero que remiten a muy poco. Adem¨¢s, si analizas las cr¨®nicas asturianas, se ve que hab¨ªa un poder pol¨ªtico en Hispania, o sea, en Al Andalus, que eran lo mismo, y, en el norte, un poder alternativo a esa entidad estatal. Asturias no era Hispania, Hispania era lo otro. En t¨¦rminos actuales, que no me gusta usar, ser¨ªa un poder secesionista. Algunos, como Juan Cueto, dec¨ªan que cabe interpretar al Reino de Asturias no como cuna de la naci¨®n unitaria, sino de la plurinacionalidad. Y eso que ahora parece que eso de la plurinacionalidad se lo invent¨® Zapatero.
P. ?Por qu¨¦ tiene tanta fuerza ese discurso de la extrema derecha?
R. Utilizan la versi¨®n m¨¢s burda, la franquista, la nacionalcat¨®lica, pero es un mito compartido por la intelectualidad desde el siglo XIX. Tiene fuerza y es transversal porque todos la tenemos dentro. Surge tambi¨¦n esa idea popular de que ¡°Asturias es Espa?a y lo dem¨¢s tierra conquistada¡±.
P. ?Qu¨¦ es eso del discurso de la renuncia?
R. Significa que, los asturianos, no es que no tengamos una identidad como tienen otros, sino que renunciamos a ella. Porque somos mejores, porque no somos ego¨ªstas, porque somos universalistas. Se basa en pensar que Asturias, como madre de Espa?a, y como buena madre, tiene que sacrificarse, renunciar a su identidad en inter¨¦s de la unidad nacional. Es una de las razones por las que no ha habido movimientos nacionalistas fuertes, aunque si una larga tradici¨®n autonomista, vinculada al federalismo, al obrerismo o a la llegada de la Transici¨®n.
P. Es interesante eso de por qu¨¦ Asturias, con una historia tan se?alada, no ha generado movimientos identitarios como otras comunidades hist¨®ricas, Catalu?a, Galicia o el Pa¨ªs Vasco.
R. S¨ª. Y hay dos tradiciones ideol¨®gicas que surgen desde que, en el siglo XIX, hay que construir Espa?a como Estado-naci¨®n, y que libran una guerra cultural. La primera interpreta que lo natural es que en la pen¨ªnsula ib¨¦rica hay una serie de pueblos que colaboran, cada uno con su propia identidad, y lo que es an¨®malo es que lleguen estructuras estatales por encima intentando unificar, v¨¦ase los romanos, los visigodos, los musulmanes, Castilla, los Borbones¡ La otra tradici¨®n es la que construye el relato contrario: lo natural es la unidad de Espa?a y los romanos son los primeros que la desarrollan creando Hispania. Y dice que luego se dan continuos intentos de destruir eso que es lo bueno. Un proceso de autodestrucci¨®n interna, tambi¨¦n muy propio de Espa?a.
P. Respecto a las ideas de Asturias, hay sobre todo dos: la de la Asturias rebelde, que siempre resiste al invasor, y la de la Asturias como cuna de Espa?a.
R. S¨ª, pero es que pueden ser la misma. En todos los casos, desde Covadonga hasta el movimiento obrero, se considera Asturias por un basti¨®n irreductible en un entorno geogr¨¢fico claramente definido entre los montes y el mar. Ya los cronistas romanos hablaban de ese pueblo entre el mar y los ¡°Pirineos¡± que es como se llamaba entonces la Cordillera Cant¨¢brica. Se toma como un pueblo que siempre es el primero en luchar por su independencia y el ¨²ltimo en rendirse. Es fuente de rebeli¨®n, ya sea contra los musulmanes, contra los que quieren destruir Espa?a o contra el fascismo. Y, adem¨¢s, tiene capacidad germinal e irradiadora: aqu¨ª nacen cosas. Todas las ideas sobre Asturias parten de eso. Se dice incluso que Asturias puede ser derrotada, pero ¡°nunca vencida¡±, porque por definici¨®n no puede ser vencida. Lo dijo, por ejemplo, Belarmino Tom¨¢s, l¨ªder obrero en la Revoluci¨®n del 34 y en la Guerra Civil.
P. En los ¨²ltimos tiempos la imagen de Asturias va virando de la Asturias industrial a la Asturias amable del turismo y la gastronom¨ªa¡
R. Eso es el cachopismo: ir a Asturias a comer cachopo, que es una cosa como muy grande. Ha habido la Asturias verde, del mundo rural; la Asturias negra, de la industria; la Asturias roja, del movimiento obrero... Ahora es como una conversaci¨®n de ascensor: ¡°En Asturias se come muy bien¡±. Eso no est¨¢ mal, pero no es suficiente. Ha habido un proceso de demolici¨®n de todo: agricultura, pesca, industria. Y ahora estamos con el turismo, que adem¨¢s llega el AVE, y corremos el peligro de caer en los mismos errores que en otros sitios, cuando aqu¨ª se ha preservado mejor la costa. No se debe apostar todo al turismo y convertirnos en un parque tem¨¢tico.
P. ?En qu¨¦ situaci¨®n se encuentra hoy la lengua asturiana?
R. Soy optimista, porque trato de verlo como proceso hist¨®rico. Parto de que hay altibajos desde la Transici¨®n, pero vamos siempre hacia delante. Cada vez estamos m¨¢s cerca de la oficialidad, aunque eso no garantice la transmisi¨®n generacional, que es una cosa distinta. Pero, sin oficialidad, que una lengua sobreviva es muy dif¨ªcil.
P. ?Qu¨¦ altibajos?
R. Por ejemplo, a finales de los 90 hubo reivindicaciones muy potentes, pero era un movimiento muy de calle sin plasmaci¨®n pol¨ªtica. Ahora s¨ª hay esa plasmaci¨®n. Yo conoc¨ª un mundo en el que no hab¨ªa ning¨²n diputado auton¨®mico a favor de la oficialidad, y ahora hay muchos, aunque no los que hacen falta. Y alg¨²n d¨ªa el PP acabar¨¢ entrando, igual que entr¨® el PSOE. Mientras Espa?a siga configurada como un Estado auton¨®mico y pluriling¨¹e que el asturiano no sea oficial es una anomal¨ªa. Que Asturias se incorporara a la Espa?a pluriling¨¹e ser¨ªa muy refrescante para repensar la idea de Espa?a.
P. Yendo a su faceta como miembro de la m¨²sica alternativa de los a?os noventa: a posteriori se ha criticado que era un movimiento ensimismado, hedonista, individualista.
R. No me identifico con ese revisionismo que hubo de los noventa. Creo que es un relato absolutamente maniqueo, orientado desde una visi¨®n post 15M: un mont¨®n de gente que nunca hab¨ªa mirado para la pol¨ªtica vio la luz y empez¨® a elaborar un relato sobre su pasado y el pasado de los dem¨¢s.
P. Usted no cree que el indie de los 90 fuera como lo pinta ese ¡°revisionismo¡±.
R. No. Ni siquiera fue una cosa homog¨¦nea, y la visi¨®n que se dio fue a trav¨¦s del filtro de Madrid y Barcelona. Se dijo que ¨¦ramos unos chavales despolitizados, de clase alta. Lo que hubo fue un sistema muy descentralizado, no centro-periferia. En Asturias hubo un mont¨®n de gente que no ten¨ªa como aspiraci¨®n principal ir a triunfar a Madrid, aunque hubo quien lo hizo. Era una cuesti¨®n alternativa y fuera de la industria.
P. Tambi¨¦n se dijo que la escena pecaba de angl¨®fila, pero usted ten¨ªa esta vertiente asturiana. ?C¨®mo se combina?
R. Claro que era angl¨®filo, pero son categor¨ªas que se crean para desarrollar ciertos discursos. ?Qu¨¦ te gusten los Beatles o Bob Dylan es angl¨®filo? Pues vale. A m¨ª me interesaba lo asturiano, claro, pero era una persona de 20 a?os que estaba en el mundo. Lo que nos interesaba era hacer cosas distintas, y descubrimos un nuevo mundo en esa m¨²sica que ven¨ªa de Estados Unidos reciclada por la prensa musical brit¨¢nica. M¨²sica distinta, experimental.