La coraza de Ciudad de Vascos, el yacimiento andalus¨ª que se resiste a ser reconquistado
El complejo acceso a una zona natural protegida, la falta de acondicionamiento para los visitantes y los sucesivos proyectos de adaptaci¨®n fallidos mantienen invisible al gran p¨²blico la fortificaci¨®n milenaria, cuando se cumple medio siglo de investigaci¨®n

No es hasta aproximarse a cinco kil¨®metros, circulando en coche por una v¨ªa auton¨®mica situada al oeste de la provincia de Toledo (CM-4104), cuando aparece el primer cartel que indica por d¨®nde llegar a Ciudad de Vascos. En el acceso a una serie de fincas ¡ªen una zona natural de especial protecci¨®n de aves (ZEPA)¡ª un letrero informa del r¨¦gimen de visitas: ¡°Abierto: S¨¢bados, de 9 a 14 horas¡±. Salvo de febrero a mediados de mayo, cuando la entrada se suspende para respetar el periodo de cr¨ªa de los p¨¢jaros. Despu¨¦s, un tortuoso recorrido en todoterreno atravesando un par de propiedades privadas permite a los visitantes llegar a la entrada de esta ciudad andalus¨ª abandonada en el siglo XI, semioculta entre encinas y olivos, ba?ada por el r¨ªo Uso, que en este tramo se transforma hoy en el embalse de Azut¨¢n. La alternativa es aproximase andando, en un recorrido solo apto para senderistas. A partir de entonces, un fascinante viaje de mil a?os al pasado de un yacimiento que a los expertos les gusta definir con un mismo calificativo: ¡°M¨¢gico¡±.
¡°La singularidad absoluta de este yacimiento consiste en que, debido a la situaci¨®n geopol¨ªtica en el siglo XI ¡ªuna guerra entre dos mundos absolutamente opuestos, castellanos y almor¨¢vides¡ª, se origin¨® una frontera que provocar¨ªa el abandono de una ciudad al completo, con todo lo que pod¨ªa albergar: centros, escuelas, comercio, barrios artesanales, metal¨²rgicos¡¡±. El arque¨®logo Miguel ?ngel Bru explica desde el coraz¨®n de Ciudad de Vascos lo que hace diferente, ¨²nica, a esta urbe fundada en territorio de Al-?ndalus en el siglo X. ¡°No hubo una ocupaci¨®n posterior, como ha ocurrido en otras ciudades o yacimientos, que desmontara la estructura arqueol¨®gica¡±, precisa, y expone la consecuencia: ¡°Se trata de la ¨²nica ciudad entera de esta ¨¦poca que qued¨® fosilizada, dado que no hubo ninguna poblaci¨®n cercana que la expoliara, y, tras el abandono, solo se us¨® como cantera por un breve periodo de tiempo¡±.
Tuvieron que pasar siglos para que se registraran las primeras referencias acerca de Ciudad de Vascos, y ya en el XX fue el arquitecto Leopoldo Torres Balb¨¢s uno de los primeros en describir la que identific¨® como una ¡°ciudad hispanomusulmana¡±. ¡°Si el yacimiento se conoce hoy es porque el arque¨®logo Ricardo Izquierdo comenz¨® a trabajar all¨ª en 1975¡å, subraya Jorge de Juan, actual responsable del proyecto de investigaci¨®n, tras tomar el testigo de Izquierdo en 2022 y trabajar en la zona desde 1990. Desde entonces, medio siglo de investigaci¨®n en el que ¡°se ha avanzado de forma extraordinaria, aunque a¨²n queda mucho por conocer¡±, sostiene Miguel ?ngel Bru, antiguo codirector y cuya tesis doctoral plasm¨® ¡°cientos de horas de trabajo, gesti¨®n y divulgaci¨®n¡± en el terreno, desde el a?o 2008. Pero, entonces, si se ha revelado el funcionamiento de Ciudad de Vascos, identificando el centro del poder pol¨ªtico (la alcazaba) y la estructura urbana encerrada por tres kil¨®metros de murallas; si se han excavado barrios y situado los cementerios (dos), las tener¨ªas y hasta un hamman¡ Si, en definitiva, este testimonio es ¨²nico en la pen¨ªnsula, ?por qu¨¦ su importancia no ha calado a¨²n en la sociedad, como s¨ª lo ha hecho entre los especialistas?
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¡°La principal dificultad es el acceso al yacimiento por razones hist¨®ricas y orogr¨¢ficas: al encontrarse Ciudad de Vascos en un lugar marginal, que no est¨¢ en las principales v¨ªas de comunicaci¨®n, ha pasado m¨¢s desapercibido¡±, analiza Miguel ?ngel Bru. Adem¨¢s, ¡°hay que entrar en un parque natural, y eso es algo dif¨ªcil para el p¨²blico¡±. Este aspecto lo conoce bien el alcalde de Navalmoralejo, municipio en el que radica la finca privada donde se sit¨²an las ocho hect¨¢reas de la antigua poblaci¨®n protegida como patrimonio cultural desde 1931. ¡°No tenemos problemas en que los propietarios cedan terreno para ampliar el camino y que puedan acceder veh¨ªculos en los dos sentidos; la dificultad est¨¢ en la financiaci¨®n, porque la obra vale mucho dinero¡±, reconoce Juan Carlos Cabello. Una losa importante para un ayuntamiento de apenas medio centenar de vecinos, que trabaja actualmente, no sin un tremendo esfuerzo, en la apertura del centro de interpretaci¨®n de Ciudad de Vascos, y de la arqueolog¨ªa y tradici¨®n cer¨¢mica de la comarca. ¡°Se han invertido ya 355.000 euros, y acabamos de conseguir 20.000 euros de la Diputaci¨®n de Toledo para la incorporar los contenidos audiovisuales¡±, informa Cabello.
Por el retrovisor se divisa a¨²n el pesado lastre de los sucesivos proyectos fallidos para el paso de un mayor p¨²blico la zona. Hace ahora una d¨¦cada se complet¨® una inversi¨®n de dos millones y medio de euros, que la Diputaci¨®n de Toledo y la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Tajo destinaron a la creaci¨®n de una senda ecol¨®gica y a la construcci¨®n de embarcaderos para la llegada de un barco tur¨ªstico con sesenta plazas. ¡°La idea era buena, pero la soluci¨®n elegida quiz¨¢ no fue la mejor, y acab¨® estigmatizada desde un punto de vista pol¨ªtico¡±, analiza el arque¨®logo Miguel ?ngel Bru, quien resume las consecuencias del fracaso del proyecto: ¡°No se ha conseguido transformar Ciudad de Vascos en un recurso tur¨ªstico¡±. Actualmente, las pasarelas construidas desde el r¨ªo hasta las murallas se deterioran por falta de mantenimiento, mientras que el barco ¡ªque nunca lleg¨® a zarpar¡ª acaba de ser subastado y liquidado por menos de la mitad del valor de compra.
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Pero no es este aspecto ¡ªla llegada de visitantes¡ª el que m¨¢s preocupa al actual equipo responsable. ¡°Ahora mismo, la prioridad es la conservaci¨®n, condici¨®n indispensable para que se puedan dar otros pasos¡±, expone el arque¨®logo Jorge de Juan, quien advierte: ¡°Si le metemos mucha presi¨®n, el sitio va a sufrir¡±. El investigador principal del proyecto ¡ªformado por varias universidades del pa¨ªs, el CSIC y el centro CNRS franc¨¦s¡ª avanza que, antes de que crezca el n¨²mero de personas que recorran el lugar, ¡°se han de realizar actividades preventivas que garanticen que el entorno est¨¢ preparado¡±. Un extremo en el que coincide con Bru, uno de los especialistas m¨¢s comprometidos con la tarea de dar a conocer Ciudad de Vascos: ¡°Es fundamental que la visita sea controlada, guiada, y que no se ponga en marcha hasta que se haya establecido y delimitado la ruta¡±.
Y, sin embargo, es esta condici¨®n de fortaleza inexpugnable ¡ªtodav¨ªa un millar de a?os despu¨¦s de su apogeo¡ª el valor m¨¢s interesante del enclave. ¡°Se trata de un lugar maravilloso y lo que lo hace diferente es que se ha conservado por estar en un sitio aislado, que no ha sido demasiado antropizado¡±, analiza Jorge de Juan. El investigador se?ala que la ciudad fue concebida en ¡°un entorno agreste¡± y que ¡°si construimos una autopista o estuviera en una llanura rodeado de bares, perder¨ªamos esa condici¨®n de espacio m¨¢gico¡±. Una realidad que no impide recordar que ¡°el acceso no est¨¢ prohibido ni restringido¡± o que ¡°la propiedad nos ha permitido siempre acceder, trabajar y nos ha proporcionado muchos medios¡±. En todo caso, ¡°recorrer ciertos lugares depende ya de ti: si quieres ir al Teide, a Machu Pichu o al Everest, las condiciones son las que son¡±, ejemplifica De Juan.
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As¨ª que, antes de ese redescubrimiento definitivo del yacimiento por parte de la sociedad, se hace necesario encontrar un modelo de equilibrio, que, en opini¨®n de los gestores, permita combinar conservaci¨®n, investigaci¨®n y difusi¨®n. ¡°El yacimiento y su divulgaci¨®n son importantes para zonas tan despobladas como la nuestra¡±, incide el alcalde de Navalmoralejo, Juan Carlos Cabello, que lleva luchando, junto con su predecesor en el cargo, una d¨¦cada para poner en marcha el que parece centro de interpretaci¨®n definitivo. En este sentido, los arque¨®logos Jorge de Juan y Miguel ?ngel Bru convienen en que cada paso que se d¨¦ en el futuro requiere de la colaboraci¨®n y el consenso de todas las partes implicadas. Entretanto, se aproxima la hora l¨ªmite de la visita en Ciudad de Vascos. Los contados visitantes que han recorrido esta ma?ana la antigua urbe isl¨¢mica se van con la sensaci¨®n de haber entrado en contacto con un enclave efectivamente m¨¢gico, que se niega, todav¨ªa hoy, a ser reconquistado
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