Una pintura de Pieter Brueghel el Joven robada en Polonia en 1974 reaparece en Pa¨ªses Bajos
El Museo Gouda exhibi¨® la obra sin darse cuenta de que estaba en la lista de las m¨¢s buscadas. Artur Brand, el detective del arte, sostiene que los servicios secretos de Europa del Este estaban a menudo vinculados a estas sustracciones para lograr d¨®lares y marcos con la venta
Un peque?o cuadro de Pieter Brueghel el Joven, titulado Mujer cargando brasas (1626), que fue robado del Museo Nacional de Gdansk (Polonia) en 1974, ha reaparecido en Pa¨ªses Bajos. La obra hab¨ªa sido exhibida a finales del pasado a?o en el Museo Gouda, en la ciudad neerlandesa hom¨®nima, sin que nadie reparara en que figuraba en la lista de las piezas sustra¨ªdas m¨¢s buscadas. Artur Brand, el detective neerland¨¦s del arte, que ha investigado el caso, sostiene que los servicios secretos de Europa del Este estaban a menudo vinculados a estos pillajes a gran escala en los a?os setenta en busca de marcos y d¨®lares. Las autoridades polacas preparan ahora una solicitud de asistencia jur¨ªdica internacional para recuperarla.
Brand recibi¨® una llamada en septiembre pasado sugiriendo que el Museo Gouda podr¨ªa haber exhibido la pintura robada. Su interlocutor era John Brozius, de la revista neerlandesa Vind, que preparaba un art¨ªculo sobre este cuadro de Pieter Brueghel el Joven. ¡°El artista pint¨® en total seis veces esta escena de la mujer cargando un caldero y carb¨®n, y en la revista hab¨ªan encontrado un viejo texto sobre el robo de 1974¡å, explica al tel¨¦fono. Brand rastre¨® el paradero de los otros cinco ejemplares y revis¨® la base de datos de Interpol. Despu¨¦s de encontrarlos habl¨® con el museo. ¡°En Gouda lo presentaron en una exposici¨®n dedicada a obras de colecciones particulares y el due?o actual desconoc¨ªa esta historia¡±, asegura. Para cuando ¨¦l alert¨® de la situaci¨®n, la obra hab¨ªa sido llevada a otro museo, en Venlo (al sur del pa¨ªs). Permanece all¨ª bajo llave hasta que se resuelva su futuro, y la polic¨ªa neerlandesa ha confirmado que las autoridades polacas quieren su retorno por la v¨ªa legal.
Brand inform¨® tambi¨¦n a Richard Bronswijk, del departamento de Delitos contra el Arte de la polic¨ªa nacional de Pa¨ªses Bajos. Este se puso contacto a su vez con el Ministerio de Cultura de Polonia, ¡°y all¨ª no se lo pod¨ªan creer¡±. ¡°Para ellos forma parte del patrimonio cultural, y como los delitos cometidos en la era comunista no prescriben, lo reexaminar¨¢n junto con la muerte de Werner¡±, dice el detective del arte.
El cuadro de Pieter Brueghel el Joven muestra a una campesina con falda roja y delantal blanco portando un caldero de agua y unas tenazas con carb¨®n encendido. En origen, formaba parte del Museo Nacional de Gdansk, y en abril de 1974 una limpiadora lo golpe¨® sin querer contra la pared. Cuando el conservador comprob¨® si hab¨ªa desperfectos, ¡°descubri¨® que detr¨¢s del cristal no estaba la pintura aut¨¦ntica, sino una fotograf¨ªa recortada de una revista¡±, asegura Brand. ¡°Parece de pel¨ªcula, pero a¨²n hay m¨¢s¡±. Durante las investigaciones, un funcionario de aduanas llamado Romuald Werner inform¨® al Ministerio de Cultura de que probablemente la pieza hab¨ªa salido de contrabando a trav¨¦s de la ciudad portuaria de Gdynia, al suroeste del golfo de D¨¢nzig, en el mar B¨¢ltico. La polic¨ªa se dispuso a interrogar a Werner, ¡°pero poco antes de esa cita supieron que un hombre estaba quem¨¢ndose, estaba en llamas, en un cementerio de Gdansk: era Werner¡±, sigue contando Brand. Fallecido a causa de sus heridas, las pesquisas policiales fueron asumidas por el servicio secreto polaco.
Seg¨²n el detective del arte, ¡°los servicios secretos de Europa del Este estaban a menudo vinculados con robos de arte¡±. ¡°?Qui¨¦n asalta un museo nacional en un r¨¦gimen comunista?¡±, se pregunta, casi ret¨®ricamente. Se?ala que lo m¨¢s probable es que fueran en busca de d¨®lares o marcos, y luego estas obras acababan en el mercado del arte de Europa Occidental. En 1974 tambi¨¦n hab¨ªa desaparecido el dibujo La Crucifixi¨®n de Anthony van Dyck (1599-1641), y en 2008 se hizo cargo del asunto un equipo polaco de casos sin resolver. Ese trabajo no tuvo ¨¦xito y, en septiembre pasado, Brand recibi¨® la llamada de la revista Vind. Femke Haijtema, directora del Museo Gouda, est¨¢ encantada con la resoluci¨®n de un misterio de d¨¦cadas y ha subrayado este lunes que la sala ¡°actu¨® de buena fe al exponer el cuadro¡±. El actual propietario, que prefiere el anonimato, le dijo a Artur Brand que su padre hab¨ªa comprado la obra a un galerista.