El mar B¨¢ltico, a un paso de convertirse en el ¡®lago de la OTAN¡¯
La futura incorporaci¨®n de Suecia a la Alianza Atl¨¢ntica es un golpe para Rusia, que se convertir¨¢ en el ¨²nico Estado ribere?o ajeno a la organizaci¨®n militar
Es un mar poco profundo, con una superficie ribeteada de peque?as islas, con mucho ajetreo y un fondo cuajado de cables esenciales. El mar B¨¢ltico, de 377.000 kil¨®metros cuadrados y con costas en nueve pa¨ªses europeos, tiene una importancia estrat¨¦gica. Ahora, con la pr¨®xima incorporaci¨®n de Suecia a la Alianza Atl¨¢ntica, toda su costa estar¨¢ compuesta por aliados de la organizaci¨®n militar m¨¢s poderosa del mundo ¡ªSuecia, Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Alemania y Dinamarca¡ª, excepto por dos peque?os accesos de Rusia. La adhesi¨®n de Estocolmo, que se prev¨¦ en oto?o, despu¨¦s de que Turqu¨ªa levantase el veto que manten¨ªa en v¨ªsperas de la cumbre de la Alianza en Vilnius (Lituania) convertir¨¢ al mar B¨¢ltico en el gran lago de la OTAN.
Ser¨¢ un golpe para Rusia, que mantiene el acceso alrededor de San Petersburgo y en el militarizado enclave de Kaliningrado. La llegada del aliado 31? da a la OTAN un buen dominio estrat¨¦gico de la zona y tambi¨¦n una mayor protecci¨®n de la infraestructura de cables submarinos y otras instalaciones esenciales en el B¨¢ltico. Estos gasoductos y conductos de telecomunicaciones, que se han ido desplegando como una mara?a submarina, son una de las mayores vulnerabilidades de la Alianza. Otra m¨¢s que ha quedado al descubierto por la guerra de Rusia en Ucrania, y que se ha hecho a¨²n m¨¢s evidente tras el sabotaje de los gasoductos Nord Stream, que llevaban gas ruso a Alemania bajo el mar B¨¢ltico. Un ataque que Alemania, Dinamarca y Suecia a¨²n investigan y que informaciones de los servicios secretos de EE UU han llegado a atribuir a un supuesto grupo proucranio. Una informaci¨®n que Occidente ha acogido con una gran cautela.
En los ¨²ltimos meses, la Alianza Atl¨¢ntica ha intensificado las patrullas en la zona y tambi¨¦n las maniobras militares en el B¨¢ltico y en el mar del Norte. La organizaci¨®n militar, que tiene un valioso despliegue en los Estados b¨¢lticos, flanco este de la OTAN, ha advertido de que Rusia est¨¢ empleando barcos esp¨ªa para tratar de mapear la infraestructura mar¨ªtima crucial de Europa. Adem¨¢s, la Alianza ha creado un centro especial para la protecci¨®n de las infraestructuras submarinas y marinas.
La realidad es que en un mundo global interconectado y enormemente dependiente de las tecnolog¨ªas, un ataque h¨ªbrido en forma de la voladura, por ejemplo, de un cable submarino de telecomunicaciones ¡ªo de un gasoducto¡ª podr¨ªa llegar a paralizar una ciudad, alerta una fuente de inteligencia de uno de los pa¨ªses con aguas en el B¨¢ltico, que advierte de que en el espacio de tiempo hasta la entrada real de Suecia en la OTAN, el Kremlin puede lanzar ataques h¨ªbridos en el mar. ¡°Es un momento delicado, de ah¨ª el aumento de la vigilancia. Tampoco podemos descartar otro tipo de elementos, como un desastre medioambiental provocado¡±, asevera.
El puerto de Riga, el mayor de Letonia y el segundo m¨¢s importante de los tres pa¨ªses b¨¢lticos, profundamente atlantistas tras su pasado de medio siglo de ocupaci¨®n sovi¨¦tica, es una marea constante de movimiento. En 2022 gestion¨® m¨¢s de 23,5 millones de toneladas en mercanc¨ªas, adem¨¢s de acoger barcos de pasajeros, incluidos los cruceros que llevan a enjambres de turistas a la capital de cuento de hadas letona y los barcos que han transportado a la zona veh¨ªculos blindados y equipos de combate a las brigadas estadounidenses de la OTAN desplegadas en Europa.
A Inga, que pasea a pocos kil¨®metros del puerto con sus dos nietos peque?os, le hace gracia la met¨¢fora del ¡°lago de la OTAN¡± que tantos analistas emplean estos d¨ªas para describir el mar B¨¢ltico. ¡°?Qui¨¦n hubiera dicho que pasar¨ªa todo esto hace 20 a?os? Pero si nos hubieran hecho caso a los b¨¢lticos en lugar de llamarnos antirrusos, las cosas habr¨ªan sido diferentes¡±, afirma. Letonia tiene la mayor proporci¨®n de poblaci¨®n rusa entre los miembros de la UE (alrededor de un 25% de los m¨¢s de 1,8 millones de habitantes de este peque?o pa¨ªs b¨¢ltico) y ha padecido algunas tensiones desde hace a?os por cuestiones ling¨¹¨ªsticas y de ciudadan¨ªa.
Un acceso muy limitado del Kremlin
La URSS tuvo el control mayoritario del B¨¢ltico, que da acceso al mar del Norte, durante la Guerra Fr¨ªa. Sin embargo, con la entrada en la OTAN de Polonia (en 1999) y despu¨¦s del de las tres rep¨²blicas b¨¢lticas (2004), la mayor parte de la costa qued¨® como territorio aliado. El ingreso en abril de Finlandia en la organizaci¨®n militar, que duplic¨® las fronteras de la OTAN con Rusia, y la futura incorporaci¨®n de Suecia ¡ªque adem¨¢s es estrat¨¦gica para la Alianza tambi¨¦n en el ?rtico¡ª consagrar¨¢n la realidad: que el Kremlin tiene ya un acceso extremadamente limitado al B¨¢ltico.
Camille Grand, experto del European Council on Foreign Relations (ECFR) y antiguo alto cargo en la OTAN, se?ala: ¡°La pertenencia de Suecia a la OTAN fortalecer¨¢ la seguridad de la Alianza y permitir¨¢ una cooperaci¨®n mucho m¨¢s estrecha entre el B¨¢ltico y el ?rtico, algo que es crucial¡±.
Rusia, en l¨ªnea con su ret¨®rica belicista y la teor¨ªa de culpar a la OTAN de cualquier circunstancia, ha advertido de que la adhesi¨®n de Suecia en la Alianza ser¨¢ ¡°definitivamente negativa¡±. ¡°Es esencial darse cuenta de que la infraestructura militar rusa nunca se ha desplazado hacia Europa occidental. Siempre se ha movido en la direcci¨®n opuesta¡±, coment¨® esta semana el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. ¡°Es lamentable que los europeos no se den cuenta de este error¡±, a?adi¨® Peskov, obviando, entre otras cosas, que la guerra a gran escala lanzada por el presidente Vlad¨ªmir Putin en Ucrania no solo ha violado la soberan¨ªa de este pa¨ªs, sino que tambi¨¦n supone el avance de las tropas del Kremlin hacia Occidente.
Pero no todo va tan r¨¢pido. Al terminar la cumbre de Vilnius, que hab¨ªa comenzado con Recep Tayyip Erdogan como protagonista, el presidente turco record¨® que a¨²n tiene, en parte, la sart¨¦n por el mango al asegurar que la ratificaci¨®n de la adhesi¨®n de Suecia puede no llegar tan pronto como se espera. Turqu¨ªa ha sido el principal escollo para el avance de Suecia hacia la OTAN. Ankara ha acusado a Estocolmo de presunta ineficacia contra el terrorismo, en especial contra el Partido de los Trabajadores de Kurdist¨¢n (PKK), considerado una organizaci¨®n terrorista por Turqu¨ªa, la UE y EE UU. Un argumento que algunas voces han visto como una maniobra, en parte, para que Estocolmo iniciase extradiciones a Ankara de opositores y cr¨ªticos.
La v¨ªspera de la cumbre, tras vincular el s¨ª a Estocolmo con la resurrecci¨®n de las conversaciones para la adhesi¨®n de Turqu¨ªa a la UE y una cuidadosa danza diplom¨¢tica de la organizaci¨®n militar, de la UE y de Suecia, Erdogan dio luz verde. No sin obtener antes unas cuantas concesiones importantes: desde la creaci¨®n de un nuevo puesto, el de zar antiterrorista, dentro de la Alianza, hasta el desbloqueo de las conversaciones para comprar aviones F-16 y sus componentes a Washington.
Tampoco Hungr¨ªa ha ratificado el ingreso de Suecia. Aunque el Gobierno del ultraconservador Viktor Orb¨¢n, el pionero en llevar su chantaje por asuntos europeos ¡ªen su caso la congelaci¨®n de fondos por sus incumplimientos de normas europeas sobre corrupci¨®n y el Estado de derecho, cuando Suecia presid¨ªa el Consejo de la UE¡ª ha asegurado que lo har¨¢ en cuanto Ankara d¨¦ luz verde.
Con la incorporaci¨®n de Finlandia (5,5 millones de habitantes), la OTAN gan¨® un ej¨¦rcito potente con grandes capacidades en el aire y en el mar y tambi¨¦n buena red de inteligencia en una zona crucial para la Alianza. Suecia tiene un ej¨¦rcito relativamente peque?o, pero posee una fuerza a¨¦rea equipada con cazas militares modernos, una interesante industria de la defensa y una valiosa flota de submarinos.
A medida que la regi¨®n completa su desconexi¨®n completa de la energ¨ªa rusa, los pa¨ªses est¨¢n ampliando su infraestructura de importaci¨®n de gas licuado, construyendo parques e¨®licos marinos e invirtiendo en nuevas l¨ªneas de transmisi¨®n de energ¨ªa submarina, se?ala Sophia Besch, del Fondo Carnegie para la Paz Internacional, en un reciente an¨¢lisis publicado tambi¨¦n en Foreign Policy. Esto crear¨¢ una red a¨²n m¨¢s densa que la que puebla las profundidades del mar B¨¢ltico, el lago de la OTAN.
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