Josu Ternera, la mirada glacial del asesino
La entrevista de Jordi ?vole, que se estrena el 15 de diciembre en Netflix, funciona como retrato del fanatismo de quien ha abrazado la sinraz¨®n de la violencia durante m¨¢s de medio siglo
¡°Nunca he dicho que matar est¨¦ bien¡± es una de las primeras frases que dice Jos¨¦ Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, Josu Ternera, el l¨ªder de la banda terrorista ETA, el hombre que entr¨® en la ¡°organizaci¨®n¡° (parafraseando su terminolog¨ªa) con 17 a?os y que explica en ese arranque de su entrevista con Jordi ?vole, entre ufano y pedag¨®gico, que su primera pistola la compr¨® por 500 francos de su bolsillo. Un arma que solo us¨®, asegura, ¡°para defenderse¡±. Pasar¨¢ m¨¢s de hora y media en esa tens¨ªsima conversaci¨®n antes de que Josu Ternera hable de algunas dudas en su biograf¨ªa ¡ªrecorrida casi...
¡°Nunca he dicho que matar est¨¦ bien¡± es una de las primeras frases que dice Jos¨¦ Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, Josu Ternera, el l¨ªder de la banda terrorista ETA, el hombre que entr¨® en la ¡°organizaci¨®n¡° (parafraseando su terminolog¨ªa) con 17 a?os y que explica en ese arranque de su entrevista con Jordi ?vole, entre ufano y pedag¨®gico, que su primera pistola la compr¨® por 500 francos de su bolsillo. Un arma que solo us¨®, asegura, ¡°para defenderse¡±. Pasar¨¢ m¨¢s de hora y media en esa tens¨ªsima conversaci¨®n antes de que Josu Ternera hable de algunas dudas en su biograf¨ªa ¡ªrecorrida casi de forma escrupulosa por el periodista para que el etarra se explique¡ª y atisbe la posibilidad de percatarse de que matar no es que est¨¦ bien, es que matar est¨¢ mal.
No me llame Ternera ¡ªcuya programaci¨®n en el festival de cine de San Sebasti¨¢n ha recibido la cr¨ªtica de 514 personas que firmaron un comunicado contra ello y la de Sortu, el partido matriz de EH Bildu, que acusa al filme de ¡°mirada extremadamente parcial¡± y de ¡°solo hablar de la violencia de ETA¡±¡ª pone ante una c¨¢mara a Josu Ternera. El etarra ya hab¨ªa concedido antes entrevistas a peri¨®dicos, revistas y radios, pero es la primera vez que un espa?olito de a pie (en realidad, un suscriptor de Netflix, donde se estrenar¨¢ el 15 de diciembre) ver¨¢ a alguien as¨ª retorciendo el lenguaje y cualquier criterio ¨¦tico y filos¨®fico para justificar su biograf¨ªa y la de la banda terrorista. El etarra nunca usar¨¢ las palabras ETA, asesinar (prefiere ¡°matar¡± y a quienes lo sufren, ¡°da?os irreversibles¡±), terrorismo o atentado (son ¡°acciones¡±) en la misma frase. Como para preguntarle sobre justicia restaurativa si justifica el asesinato de su amiga Yoyes.
Ante ?vole, Ternera, delgado, con 72 a?os marcados en su rostro, mira de abajo a arriba, sin ser consciente de su constre?ido lenguaje corporal, solo atento al hablado (le cuesta expresarse con rapidez, probablemente porque su lengua materna sea el euskera, y de ah¨ª traduce al castellano), para no caer en ninguna contradicci¨®n que sirva en su contra en las causas judiciales que tiene abiertas y pendientes en Espa?a, o para abrir otras. Por eso solo apunta dos novedades. No parece que ?vole quiera eso, sino que las palabras de Urrutikoetxea lo definan. Y en eso es certero No me llames Ternera: escuchamos sus contradicciones, vemos f¨ªsicamente su retorcimiento, alguna sonrisa benevolente, incluso sobrada ante alg¨²n comentario de ?vole que el etarra considera indigno o de ignorante (nunca ha usado mejor el periodista esos momentos na¨ªfs con los que suele alimentar sus reportajes, y que aqu¨ª sirven para subrayar el fanatismo del entrevistado), atisbamos el abismo que hay entre lo que dice y lo que pas¨®. Incluso entre lo que dice y lo que piensa. Miente ante la c¨¢mara (el l¨ªder de ETA parece no haber formado nunca parte de la direcci¨®n de la banda), y lo hace dejando un retrato de cinismo y fascismo. Y es un retrato necesario de ver, porque ver no es asumir, ver es comprender y contrarrestar.
Cada vez que califica a un guardia civil como ¡°voluntario¡± en una guerra y ¡°no v¨ªctima¡±, cada vez que Ternera cuenta que ¡°la violencia armada nunca ha sido un objetivo en s¨ª¡± pero la ha ejercido durante d¨¦cadas, cada vez que apostilla que ¡°matar no es un placer para nadie, todo el mundo lleva esa mochila y pesa mucho¡±, cada vez que habla de ¡°espiral loca de violencia¡±, el espectador solo puede pensar en Francisco Ruiz, un polic¨ªa municipal de Galdakao (Bizkaia) que sobrevivi¨®, tras recibir 12 tiros, al atentado contra el alcalde de la localidad vizca¨ªna en 1976, y que est¨¢ viendo a su vez el documental, por lo que sus palabras abren y cierran el filme. A Ruiz casi le quitan la vida, pero es que despu¨¦s no le dejaron recuperarla: la ciudad le hizo el vac¨ªo a su familia, siendo como era solo un polic¨ªa municipal al que le hab¨ªa tocado ser ese d¨ªa escolta del regidor. ?l se qued¨® con aquella mochila.
Escribe Emmanuel Carr¨¨re en V13, la cr¨®nica del proceso judicial contra quienes ayudaron a los atentados yihadistas en Par¨ªs en noviembre de 2015, a cuenta de la mentalidad de esos islamistas radicales: ¡°Cuando consagras tu vida a un combate justo y glorioso que templar¨¢ tu ¨¢nimo y cuya victoria est¨¢ garantizada tanto en la tierra como en el cielo, ?por qu¨¦ dejarte convencer para que te unas al bando de los perdedores?¡±; es decir, lo que el resto llamamos humanidad. Josu Ternera, que tanto dice aborrecer los atentados yihadistas, tambi¨¦n escogi¨® bando hace tiempo.