La pel¨ªcula prof¨¦tica de Ra¨²l Ruiz sobre el golpe de Estado de Pinochet resucita en San Sebasti¨¢n
¡®El realismo socialista¡¯ ha sido reconstruida por la cineasta Valeria Sarmiento, viuda del director, medio siglo despu¨¦s de su rodaje, en el ¨²ltimo a?o de la presidencia de Allende
Hay dos viajes fascinantes escondidos en El realismo socialista, la pel¨ªcula que el chileno Ra¨²l Ruiz (Puerto Montt, 1941-Par¨ªs, 2011) dej¨® inconclusa por culpa del golpe de Estado de Augusto Pinochet contra el presidente Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973. Est¨¢ el f¨ªsico, la salida de las bobinas de la pel¨ªcula a escondidas y su medio siglo desperdigadas por dos continentes. Y tambi¨¦n el art¨ªstico, que ha liderado la viuda del cineasta, Valeria Sarmiento, montadora de las pel¨ªculas de Ruiz y directora ella misma de cine y televisi¨®n. Y junto a ambas traves¨ªas, una alargada sombra prof¨¦tica: El realismo socialista es una s¨¢tira, con numerosos chistes brillantes, pero su final predice el golpe de Estado (aunque se rodara meses antes) e, incre¨ªblemente, incluso c¨®mo morir¨ªa Salvador Allende. El s¨¢bado, esas cinco d¨¦cadas de oscuridad se acabaron en el festival de San Sebasti¨¢n, donde se proyect¨® en estreno mundial, y donde Sarmiento y la productora Chamila Rodr¨ªguez, impulsora de la restauraci¨®n, est¨¢n acompa?ando las diversas sesiones.
Sarmiento recuerda en San Sebasti¨¢n que Ruiz estaba empezando la posproducci¨®n de El realismo socialista cuando sus compa?eros del Partido Socialista le pidieron que la dejara y filmara una versi¨®n al cine de la novela Palomita blanca: ¡°Tienes que parar y rodar algo comercial, porque necesitamos plata para el partido, y esa pel¨ªcula, nacida de un libro muy popular, parec¨ªa una buena idea para obtener ingresos¡±. El golpe de Estado de Pinochet contra el Gobierno democr¨¢tico de Allende cercen¨® cualquier posibilidad de terminar El realismo socialista y encerr¨® en una caja durante 17 a?os Palomita blanca.
¡°Yo ya hab¨ªa tirado la esponja, como se dice en Chile¡±, confiesa Sarmiento. ¡°Pero gracias a la productora Poetastros, y a Chamila, ha salido adelante. Han estado a?os buscando y reclamando el material. Y finalmente me puse con el otro productor, Galut Alarc¨®n, a montarla. Y sali¨® lo que sali¨®, por el poco material¡±. El realismo socialista dura 78 minutos, y en pantalla no falta nada, la narraci¨®n progresa de manera fluida. Pero Ruiz rod¨®, entre finales de 1972 e inicios de 1973, cuatro horas. ¡°Tengo un amigo que dec¨ªa que todas las pel¨ªculas son como las ruinas de un castillo. Uno piensa en levantar un castillo, lo que estrena son las ruinas. Y esta, a¨²n m¨¢s¡±.
A su lado, Chamila Rodr¨ªguez desgrana que la pel¨ªcula refleja ¡°la bit¨¢cora violenta de la ¨¦poca, porque sali¨® exiliada, desmembrada, y que se ha querido reconstruir para repatriarla a Chile por primera vez¡±. Sarmiento recuerda que, temiendo la desaparici¨®n, la sacaron en 1973 gracias al servicio de cultura de la embajada alemana en valija diplom¨¢tica con destino a su exilio en Par¨ªs. Hubo incluso un primer montaje de Ruiz y Sarmiento que se proyect¨® en una retrospectiva sobre el cineasta chileno en el British Film Institute. Alguno de esos materiales acabaron en la filmoteca belga. Pero a la mayor¨ªa de los rollos Sarmiento los envolvi¨® y envi¨® a la Universidad de Duke (EE UU), donde Ruiz daba clases. Todo se hab¨ªa filmado en 16 mil¨ªmetros, pel¨ªcula que se conserva mal, y de ah¨ª lo exiguo del material superviviente. ¡°El montaje ha sido muy doloroso¡±, dice la cineasta. ¡°No tanto como los anteriores¡±.
Sarmiento se refiere a que esta labor ya la han realizado previamente con otros dos filmes, Con El tango del viudo y su espejo deformante, una pel¨ªcula experimental filmada en 1967 ¡ª¡°Cuando yo no conoc¨ªa a¨²n a Ra¨²l¡±¡ª y estrenada en la Berlinale de 2020, y La telenovela errante, realizada en una de las primeras visitas de Ruiz a Chile, en 1990, que volvi¨® a la pantalla en el festival de Locarno en 2017. ¡°Lo especial de El realismo socialista es que se rod¨® hasta en nuestro departamento, y al remontarla, los recuerdos me golpeaban¡±. Rodr¨ªguez remata contando que han estado tres a?os perseverando y trabajando, transfiriendo el celuloide al digital, a 4K, restaurando el material con el apoyo de Cineric de Portugal y de Nueva York. ¡°Gracias a los ruizianos del mundo, que se han unido¡±, celebra Sarmiento. A¨²n queda otra pel¨ªcula perdida de Ruiz, que rod¨® en Taiw¨¢n, en mandar¨ªn, que en su momento hasta se mont¨®, y de la que Sarmiento est¨¢ ahora rastreando su existencia: ¡°Era preciosa, muy po¨¦tica¡±.
El realismo socialista es una s¨¢tira coral, que visita muy distintos ambientes. Por un lado, obreros y el lumpen, con Lucho a la cabeza, y, por otro, un grupo de intelectuales partidarios de la Unidad Popular que se agrupan en el Frente Po¨¦tico con representantes de la peque?a burgues¨ªa. Aunque entre todos se cree una aparente amistad, al final todo acaba en violencia, salpicada con di¨¢logos reveladores. Para filmarla, Ruiz visit¨® a los trabajadores en los cordones industriales de Vicu?a Mackenna y la poblaci¨®n Elmo Catal¨¢n, en Santiago de Chile, con una c¨¢mara, un micr¨®fono y una idea, que presentaba a los obreros para que improvisaran.
En San Sebasti¨¢n, el filme ha provocado grandes carcajadas. ¡°Es que es sat¨ªrica de verdad¡±, apunta Sarmiento, quien no fue capaz de entrar a la primera proyecci¨®n. ¡°Necesito desligarme de ella, poner un punto al viaje, es que es doloroso¡°. Y ha asombrado en su vertiente prof¨¦tica. ¡°Hay muchos ejemplos, como cuando el diputado socialista que encarna Jaime Vadell apunta: ¡®Esto tenemos que cuidarlo no vaya a ser como Yakarta¡¯. O cuando los derechistas sueltan: ¡®Hay que matar al presidente porque ya estamos hartos¡¯. Y eso pas¨®¡±, repasa Sarmiento. ¡°Bueno, yo ten¨ªa un marido as¨ª de visionario¡±. Por cierto, Jaime Vadell es ahora el Pinochet vampiro de El conde, de Pablo Larra¨ªn.
Sarmiento mont¨® el 80% de la filmograf¨ªa de Ruiz. ¡°Estaba todo el rato en mi cabeza pensando en cada secuencia en c¨®mo la habr¨ªa hecho ¨¦l. Espero no haberle defraudado, que no regrese a penar¡±, dice su viuda. ¡°Por ahora solo nos llegan se?ales buenas¡±, r¨ªe Rodr¨ªguez. Despu¨¦s de San Sebasti¨¢n, la pel¨ªcula comienza un viaje muy largo: el viernes 29 se proyecta en la explanada del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos en Santiago, tambi¨¦n habr¨¢ una sesi¨®n en el mismo Palacio de la Moneda (sede de la presidencia chilena, donde pas¨® sus ¨²ltimas horas Allende) y en octubre clausurar¨¢ el festival de Valdivia. Adem¨¢s estar¨¢ en la bienal de Viena, donde la acompa?ar¨¢ Sarmiento. ¡°Queremos democratizarla¡±, apuntan ambas. ¡°Y que su mensaje llegue a las nuevas generaciones¡±. Porque en El realismo socialista se habla sobre qu¨¦ es ser de izquierdas, y aparecen unas clases trabajadoras cultas, intelectuales. Sarmiento se entristece: ¡°?Sabes? Cuando montaba me emocionaba mucho la dignidad de esos obreros que le¨ªan, y hoy todos vamos con m¨®viles, distra¨ªdos, mientras crece el fascismo. Nadie cree ya en la colaboraci¨®n, en el compa?erismo. Eso es lo grave¡±.
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