?Se puede construir con seda?

El primer trabajo de la arquitecta madrile?a Paloma Ca?izares (46 a?os) fue en una tienda de tejidos. Su madre era decoradora y le hab¨ªa descubierto la pasi¨®n por los elementos decorativos m¨¢s cercanos a los usuarios. As¨ª, Ca?izares supo muy pronto que, por encima de las formas, son los materiales los elementos que mejor consiguen crear un ambiente.

Con ese bagaje, en cuanto termin¨® sus estudios en la ...

El primer trabajo de la arquitecta madrile?a Paloma Ca?izares (46 a?os) fue en una tienda de tejidos. Su madre era decoradora y le hab¨ªa descubierto la pasi¨®n por los elementos decorativos m¨¢s cercanos a los usuarios. As¨ª, Ca?izares supo muy pronto que, por encima de las formas, son los materiales los elementos que mejor consiguen crear un ambiente.

Con ese bagaje, en cuanto termin¨® sus estudios en la ETSAM, en 2004, abri¨® un estudio que busc¨® hacer arquitectura duradera y decoraci¨®n atrevida, experimental y tambi¨¦n cercana al usuario. Preparando clases o realizando proyectos, Ca?izares no ha dejado de investigar.

Hace tres a?os se obsesion¨® con la seda. La natural es muy flexible y, parad¨®jicamente, tambi¨¦n muy resistente. Es un material brillante, pero tiene un tacto m¨¢s bien seco. Reacciona al clima. Se dilata con el calor y se contrae con la humedad. De hecho, es un material tan refinado como inesperadamente resistente. Sin embargo, mojado, pierde el 20 % de esa resistencia. El caso es que es un material ligero, pero no de verano. Tiene capacidad aislante. Por eso abriga en invierno y refresca en verano.

Con ese contradictorio arsenal de propiedades Ca?izares empez¨® a investigar c¨®mo trabajar arquitect¨®nicamente con seda. Prob¨® a hacerla r¨ªgida con resina y¡­ funcion¨®. Consigui¨® un material elegante, ¡°esbelto¡±, dice ella, brillante y sorprendentemente r¨ªgido. Con esa informaci¨®n, se propuso multiplicar la escala de su experimento cuando Javier Pe?a la invit¨® a participar en el Festival Conc¨¦ntrico de Logro?o.

Fue en Logro?o donde esta arquitecta produjo 12 paneles triangulares de 3,80 metros de altura. Eran triangulares para reforzar la estabilidad de la construcci¨®n. Y eran de seda rigidizada con resina. Los uni¨® formando una planta estrellada dorada por fuera y negra por dentro. El resultado fue un pabell¨®n impactante, f¨¢cil y r¨¢pido de montar y elegante y misterioso a la vista. Agradable al tacto e inesperado al ingenio.

Ese cerramiento de seda, es decir, la seda como material arquitect¨®nico, no se hab¨ªa experimentado nunca a esa escala, por eso Ca?izares, m¨¢s all¨¢ de darle rigidez a la tela con resina, emple¨®, por seguridad, una capa de vidrio entres las dos capas de tela. La arquitecta asegura que esa capa se puede suprimir si se a?aden dos capas m¨¢s de seda r¨ªgida para conseguir esa altura.

Lo que el proyecto de Ca?izares demuestra es cu¨¢nto merece la pena investigar. Una prote¨ªna, la fribro¨ªna, es la que confiere resistencia a la seda. La resina no la refuerza, simplemente la rigidiza. Y as¨ª, de lo m¨¢s leve se puede levantar algo firme, inesperado y rotundamente et¨¦reo.