El espect¨¢culo del museo pasa al interior

Puede que Jeanne Gang (Belvidere, Illinois, 59 a?os) no sea la arquitecta m¨¢s famosa del mundo. Pero la proyectista de Chicago ha firmado los dos rascacielos m¨¢s altos que jam¨¢s ha levantado una mujer. Ambas, la Torre Aqua (de 82 plantas) y la Torre Vista (un poco m¨¢s alta), se encuentran en Chicago, donde dirige un estudio tan plural e internacional que parece reinventarse en cada proyecto.

Esa idea, responder a cada encargo no desde un estilo, sino desde una propuesta ¡ªincluso formal¡ª razonada, caracteriza el trabajo del estudio. Para idear la ¨²ltima ampliaci¨®n del Museo de Historia Natural de Nueva York, un centro creado en 1869 y hoy compuesto de cuatro edificios, Gang pens¨® en el efecto del agua caliente sobre un bloque de hielo: primero suaviza los bordes, luego genera una superficie porosa que, poco a poco, atraviesa el bloque para dejar paso al brillo de la luz.

Con esa idea del hielo atravesado se pusieron a dise?ar el Gilder Center, el nuevo departamento de educaci¨®n que el antiguo Museo de Ciencias Naturales quer¨ªa a?adir a su campus y que se acaba de inaugurar en Columbus Drive, al noroeste de Manhattan.

La idea era recurrir a la naturaleza, no domesticarla, fijarse en c¨®mo esta encuentra siempre la forma m¨¢s inteligente para adaptarse al clima y en c¨®mo el resultado es que esa forma es, adem¨¢s de apropiada, hermosa. O hermosa por apropiada.

Como una boca abierta, o como una caverna cortada en secci¨®n, el nuevo acceso a su edificio parece antiguo. O escenogr¨¢fico. Pero est¨¢ hecho de hormig¨®n que, en lugar de encofrarse, se construy¨® proyect¨¢ndolo sobre las barras de refuerzo estructurales. ¡°Esa t¨¦cnica de proyectar ¡ªshotcrete se llama¡ª la ide¨® hace un siglo un taxidermista llamado Carl Akeley¡±, explica Gang. Hace un siglo. A la arquitecta le pareci¨® que para hablar de historia natural deb¨ªa hacer eso: mezclar naturaleza con el conocimiento del pasado. Eso hace la naturaleza, convertir el conocimiento pasado en presente, en algo vigente.

As¨ª, el nuevo inmueble, que ocupa 230.000 metros cuadrados, se despliega en seis plantas con galer¨ªas dedicadas a los dinosaurios, los f¨®siles o la biodiversidad. Tiene un planetario, una biblioteca, dos tiendas, oficinas, un restaurante y, atenci¨®n, 33 conexiones.

Eso son los agujeros del bloque de hielo que sirvi¨® de maqueta e inspiraci¨®n: de la misma manera que los poros del bloque caldeado por el agua caliente dejaban pasar la luz, este edificio se deja penetrar por vistas que alcanzan estancias dif¨ªcilmente visibles en un edificio cartesiano.

As¨ª, aqu¨ª el propio edificio, altamente escenogr¨¢fico, es, en realidad, una invitaci¨®n al descubrimiento. Y la arquitectura, parad¨®jicamente en forma de caverna, alcanza ejes visuales inesperados en la modernidad. Como la propia naturaleza, Gang trabaja la paradoja. Y el visitante encuentra belleza en lo que no pod¨ªa prever. El resultado es, como decimos, parad¨®jico: altamente escenogr¨¢fico ¡ªes decir, instagrameable¡ª y a la vez l¨®gico y natural. Tiene el aspecto de algo remoto y es nuevo. Parece de cart¨®n piedra y es, en realidad, de hormig¨®n reforzado.