Ideada por un arquitecto, preparada para la autoconstrucci¨®n

Muchos de los arquitectos del siglo XXI no terminan sus proyectos: ponen las bases para que los usuarios puedan hacerlo. Es el caso de esta vivienda en Navajeda (Cantabria). Aqu¨ª la fabricaci¨®n industrial, la adaptaci¨®n exterior ¡ªcimentaci¨®n y saneamiento¡ª y la construcci¨®n ¡ªcerramientos, estructura y cubierta¡ª han quedado en manos del arquitecto Dar¨ªo Cobo Calvo. El interior, sin embargo, qued¨® a cargo del usuario.

La vivienda, ideada para la cooperativa Gurea, est¨¢ construida con madera laminada que reduce el tiempo de construcci¨®n y los riesgos, la huella de carbono y la demanda energ¨¦tica. Con el aislamiento reforzado, la aerotermia por suelo radiante reduce el consumo energ¨¦tico a casi cero. As¨ª, en esta casa de Cobo Calvo, una galer¨ªa, que la atraviesa, distribuye el calor hacia el interior, mientras que las aperturas del porche y las ventanas la refrescan en verano y los toldos la protegen del exceso de soleamiento.

¡°El proyecto indaga en la manera de habitar el medio rural hoy, respondiendo a una voluntad de vivir m¨¢s intensamente la naturaleza¡±, explica el arquitecto. Para hacerlo, la vivienda, un volumen simple y compacto, est¨¢ construida con materiales naturales en fachada ¡ªpaneles de corcho y madera¡ª y una estructura de madera laminada. La cubierta, de chapa ondulada, permite observar los cambios atmosf¨¦ricos del cielo.

La galer¨ªa que atraviesa y divide en dos la vivienda funciona la mayor parte del a?o como un invernadero que distribuye el aire caliente por la vivienda. Mientras que la cocina sirve de conexi¨®n entre las dos partes resultantes.

A medio camino entre lo rural y la naturaleza, esta vivienda, que se levant¨® en apenas cuatro semanas con un coste de 1.000 euros por metro cuadrado, evoca la doble condici¨®n de ser herm¨¦tica y permeable, natural y artificial, industrializada y artesanal. Ideada por un arquitecto, est¨¢ preparada para la autoconstrucci¨®n.