Entusiasmo o experiencia: la conversaci¨®n musical de dos generaciones
El escoc¨¦s Bernard Doughty lleva desde 1988 como primer tromb¨®n de la Orquesta Filarm¨®nica de Gran Canaria. Es el m¨²sico m¨¢s veterano de esta 40? edici¨®n del Festival Internacional de M¨²sica de Canarias (FIMC), que ver¨¢ debutar a la violinista Estela Lastre, la m¨¢s joven de la Orquesta Sinf¨®nica de Tenerife junto al tambi¨¦n veintea?ero Antonio Lasheras
A la pantalla van asomando los tres rostros: inquietos, con el gesto propio de quien contiene los nervios o no sabe qu¨¦ esperar de esta videollamada. Su ecosistema seguramente sea otro, mucho m¨¢s intimidante para los que carecemos de su talento que una entrevista: subidos al escenario, vestidos de etiqueta y aferrados a su instrumento. A Bernard Doughty, Antonio Lasheras y Estela Lastre les separan unos 65 kil¨®metros de oc¨¦ano Atl¨¢ntico, la distancia que media entre las islas de Gran Canaria y Tenerife, y unos 30 a?os de edad¡ El escoc¨¦s, primer tromb¨®n de la Orquesta Filarm¨®nica de Gran Canaria desde 1988, es el m¨¢s veterano de entre los m¨²sicos anfitriones en tomar parte en esta 40? edici¨®n del FIMC; mientras que Lasheras y Lastre son el cabo contrario de la cuerda: los dos m¨¢s j¨®venes, con apenas 24 a?os. De hecho, para Lastre, viol¨ªn solista de la Orquesta Sinf¨®nica de Tenerife, ser¨¢ la primera vez en el festival. Ese es el motivo que re¨²ne a los tres virtualmente; que, en la v¨ªspera del arranque de los 67 conciertos interpretados por m¨¢s de 870 m¨²sicos que van a tener lugar en las ocho islas, los dos m¨¢s biso?os y el m¨¢s experto de las formaciones musicales del archipi¨¦lago conversen, que tengan la oportunidad de compartir sus dudas, su entusiasmo, que se aconsejen¡

La llegada a Canarias
Acaban de conocerse, y la charla comienza por el punto m¨¢s l¨®gico: ?c¨®mo acabaron ah¨ª?
Bernard Doughty: Era 1987. Estaba trabajando en Londres y, aunque me cost¨® encontrar las islas Canarias en el mapa, un puntito en medio del Atl¨¢ntico, vol¨¦ para hacer una prueba a Tenerife. Esa no result¨®, pero la agencia se guard¨® mi n¨²mero y, al a?o siguiente, me llamaron: ?era para la otra orquesta, la de Gran Canaria! Pregunt¨¦: ¡°?Cu¨¢ndo sabr¨¦ si la plaza es m¨ªa?¡±. ¡°En un per¨ªodo m¨¢ximo de cuatro d¨ªas¡±, me respondieron. Tardaron m¨¢s de un mes en comunicarse, y la llamada definitiva se produjo a las 22.30 de la noche¡ Ahora ya s¨¦ que esto es muy espa?ol¡ Al siguiente jueves ya estaba ah¨ª.
Estela Lastre: La verdad es que yo tampoco hab¨ªa tenido la oportunidad de escuchar en directo a la Orquesta Sinf¨®nica de Tenerife antes de unirme a ellos¡
Bernard Doughty: ?Yo es que tuve que mirar la ubicaci¨®n del lugar al que me mudaba en un atlas! Que entonces no ten¨ªamos ni internet¡
Antonio Lasheras: Para los m¨²sicos todav¨ªa es igual de complicado que entonces. Vamos all¨¢ donde podamos tener trabajo. Yo, que soy de Alicante, a veces hablo con compa?eros que estudiaron medicina y me preguntan: ¡°?No hab¨ªa oportunidades m¨¢s cerca?¡±. No. Pero es que adem¨¢s estoy muy a gusto aqu¨ª. Los dos ¨²ltimos a?os se me han pasado como si fueran unos pocos meses.
Bernard Doughty: No se est¨¢ mal, ?verdad? Los canarios son gente estupenda, es f¨¢cil integrarse en la comunidad. Conoc¨ª aqu¨ª a mi pareja, form¨¦ una familia. Empez¨® un mundo nuevo para m¨ª en Canarias.
Las islas de la m¨²sica
En este remoto archipi¨¦lago ya se interpretaba m¨²sica de Beethoven en vida del genio de Bonn. Una de las sociedades filarm¨®nicas m¨¢s antiguas de Espa?a, fundada hace 200 a?os, es la de Canarias. Estas islas tienen un v¨ªnculo especial con la m¨²sica que el casi medio siglo de festival internacional no ha hecho sino sacar a flote. Algo que no escapa a ninguno de los tres int¨¦rpretes.
Estela Lastre: En las capitales, ya sea en la Pen¨ªnsula o en Europa, pueden celebrarse ciclos. En teor¨ªa, es m¨¢s f¨¢cil que est¨¦n conectados con lo que est¨¢ sucediendo en el panorama musical internacional. Al vivir en islas, el acceso a las orquestas de este nivel es m¨¢s complicado. As¨ª que una oportunidad como la que brinda el festival cada invierno, con una concentraci¨®n de talento tal, no s¨¦ c¨®mo explicar lo interesante que es. Es muy muy bueno.
Bernard Doughty: Recuerdo la noche antes de tocar por primera vez en el festival. Una cerveza, el mar de fondo. Parec¨ªa un sue?o. Ten¨ªa que pellizcarme la cara para asegurarme de que era real. En el teatro ¡ªentonces era el P¨¦rez Gald¨®s¡ª me acuerdo de haber escuchado a orquestas como la de Leningrado o la Royal Philarmonic de Londres por un precio irrisorio¡
Antonio Lasheras: Este a?o tambi¨¦n viene alg¨²n pianista que¡, uf, es una pasada. [Cauteloso, Lasheras evita dar un nombre, para no menospreciar a ninguno de los grandes que forman parte del programa.]
Estela Lastre: Tengo muchas ganas de participar. Adem¨¢s, es una ocasi¨®n especial para los que trabajamos en las orquestas locales y solemos tener conciertos semanales en el mismo auditorio. Es un cambio, la convivencia con otros m¨²sicos, la posibilidad de llegar a otro p¨²blico¡
Bernard Doughty: En todos los a?os que llevo aqu¨ª, ?sabes cu¨¢ntas veces se han juntado las orquestas de Gran Canaria y Tenerife? ?Solo dos! Eso s¨ª me gustar¨ªa pedirlo: que, por favor, en el marco del festival, pudi¨¦ramos trabajar juntas m¨¢s veces.

Lastre y Lasheras reflexionan: la diferencia entre estas dos orquestas y la mayor¨ªa del resto es que aqu¨ª se propicia un desarrollo profesional m¨¢s vers¨¢til: no se dedican exclusivamente a la m¨²sica sinf¨®nica o a la ¨®pera, van tocando distintos g¨¦neros, haciendo de todo. Una circunstancia que valoran positivamente. Aprecian tambi¨¦n la rutina que les permite las islas: el agradable paseo previo a los ensayos (¡°Yo aprovecho y voy soplando la boquilla mientras camino¡±, indica Doughty; ¡°?Yo eso tambi¨¦n lo hago con la de mi trompa!¡±, responde Lasheras), el ambiente¡ ¡°La gente es muy abierta, y el panorama cultural ha crecido una barbaridad¡±, afirma Doughty, artista polifac¨¦tico que no solo se ha formado como director (y ha tenido ocasi¨®n de llevar la batuta de la Filarm¨®nica de Gran Canaria), sino que ha expuesto tambi¨¦n su obra fotogr¨¢fica en salas de la isla. ¡°Hace a?os, cuando dec¨ªa que tocaba el tromb¨®n, me sol¨ªan cuestionar: ¡®?Y a qu¨¦ m¨¢s te dedicas?¡¯. Eso, con tantos j¨®venes en los conservatorios, ya no sucede¡±.
El consejo
El futuro, la mirada que dirigen hacia ¨¦l, tambi¨¦n distingue a un Doughty que observa cercana la retirada y a dos j¨®venes que todav¨ªa dan agradecidos, incr¨¦dulos a ratos, sus primeros pasos profesionales. ¡°La sangre nueva, para que una orquesta crezca, debe ser mejor que los m¨²sicos que ya est¨¢n¡±, afirma seguro Doughty, halagando el talento de sus colegas. ¡°Luego, para que la formaci¨®n aspire a mucho m¨¢s que a sonar afinada, son igual de relevantes las complicidades, los caf¨¦s que nos tomamos juntos fuera¡±. Es el primero de una serie de consejos que dirige el m¨¢s veterano a los noveles, que s¨ª, responden, que s¨ª se toman ca?as tras los ensayos y actuaciones y van haciendo buenas migas con sus compa?eros, aseguran. A modo de despedida, Doughy, como si deseara abrazarlos a trav¨¦s de la pantalla, pronuncia estas palabras: ¡°Disfrutad, de verdad. Ojal¨¢ disfrut¨¦is al menos como he disfrutado yo de la m¨²sica y de Canarias. Porque los a?os pasan en seguida. Parece que daba ayer mismo mi primer concierto¡±.