El cine espa?ol alza la voz en los Goya contra los abusos sexuales: ¡°Aqu¨ª tambi¨¦n se acab¨®¡±
La denuncia contra la violencia sexual ha sobrevolado la ceremonia, que ha logrado sortear las protestas del campo. Ana Bel¨¦n comenz¨® la gala reclamando ¡°certezas de igualdad¡±
El mensaje qued¨® claro. Porque lleg¨® en el primer discurso de la gala de los Goya, este s¨¢bado en Valladolid. Y porque las palabras de la copresentadora, Ana Bel¨¦n, dejaron poco margen para la interpretaci¨®n: ¡°C¨®mo ser mujer y no morir en el intento. Las mujeres del cine, como todas, no queremos intentos para vivir. Es urgente que todos exijamos certezas de igualdad y eso pasa por condenar todos los abusos y el abuso sexual. Y por revisar de manera profunda las estructuras que lo permiten¡±. A su lado, los otros dos anfitriones, Javier Calvo y Javier Ambrossi, a?adieron: ¡°Nos ata?e a todos. Desde aqu¨ª queremos decirles a las v¨ªctimas que no est¨¢n solas, que vuestro testimonio es muy valiente, que sus palabras se conviertan en hechos¡±. Y Ana Bel¨¦n retom¨® la palabra para rematar el concepto: ¡°Aqu¨ª en el cine tambi¨¦n se acab¨®¡±.
Los Goya hablaban as¨ª alto y claro sobre un tema rodeado desde hace d¨¦cadas por el silencio: la violencia y los abusos en el sector, dos semanas despu¨¦s de que EL PA?S publicara un art¨ªculo en el que tres mujeres acusaban al director Carlos Vermut de violencia sexual. Aunque no centr¨® la gala, se escucharon algunas condenas rotundas. En las palabras de Estibaliz Urresola Solaguren, con el Goya a mejor direcci¨®n novel por 20.000 especies de abejas en la mano: ¡°No queremos m¨¢s violencia ni acoso. Ni en el cine ni en ninguna parte¡±. En el discurso de Susi S¨¢nchez, vicepresidenta de la Academia de Cine, que recuper¨® m¨¢s tarde en t¨¦rminos parecidos el presidente del mismo organismo, Fernando M¨¦ndez-Leite: ¡°Reiteramos nuestra solidaridad con todas las v¨ªctimas y condenamos todos los abusos se den donde se den y vengan de donde vengan¡±. O en el Se acab¨® que cantaron Mar¨ªa Jos¨¦ Llergo, India Mart¨ªnez y Ni?a Pastori. Ninguno de los ganadores hombres, eso s¨ª, dedic¨® siquiera una menci¨®n al asunto en su discurso, tal vez un indicio de todo el camino que queda para que esta lucha sea cosa de todos.
En la alfombra roja algunas voces reclamaron tambi¨¦n cambios estructurales y un entorno m¨¢s seguro para las mujeres, en el cine y en la vida. ¡°Tenemos que aprovechar esta ocasi¨®n para un debate real y profundo. Y reflexionar sobre c¨®mo est¨¢ nuestro sistema judicial, que hace que a veces acudir a la prensa te d¨¦ m¨¢s garant¨ªas. Es un tema estructural¡±, pidi¨® la directora Carla Sim¨®n, nominada este a?o por el corto Carta a mi madre para mi hijo. ¡°El cambio no puede ser a costa de que unas mujeres se arriesguen exponi¨¦ndose mucho porque eso tiene un precio¡±, afirm¨® Alba Flores.
Otros protagonistas, como Estibaliz Urresola Solaguren, Elena Mart¨ªn, Leonor Watling, B¨¢rbara Lennie (que trabaj¨® con Vermut en Magical Girl) o Alberto Amman, apuntaron en la misma direcci¨®n: un problema de la sociedad, con ra¨ªces profundas, que se refleja tambi¨¦n en el cine. Aunque tambi¨¦n hubo quien, como Jos¨¦ Sacrist¨¢n, lo consider¨® un asunto personal, debido a ciertos individuos, m¨¢s que a la industria como tal. En general, en los Goya se habl¨® sobre todo de s¨¦ptimo arte. Como siempre. Como procede en la fiesta del cine espa?ol. ?O no?
Lo cierto es que los ¨²ltimos d¨ªas, adem¨¢s de palabras, ha habido hechos. El Ministerio de Cultura ha prometido la creaci¨®n de una oficina de apoyo a las v¨ªctimas de violencia machista, incluidas las que no las hayan denunciado ante la polic¨ªa o los juzgados. ¡°Tenemos que cambiar muchas cosas, la violencia contra las mujeres es estructural¡±, declar¨® en los Goya el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez. El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, y la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda D¨ªaz, se solidarizaron con las v¨ªctimas y les prometieron protecci¨®n. ¡°Todo lo que se vive en la cultura tiene que ver con m¨²ltiples formas de precariedad¡±, dijo D¨ªaz.
Carla Sim¨®n subray¨® que la Academia del Cine Catal¨¢n tiene desde hace tiempo un organismo parecido y que ¡°est¨¢ funcionando¡±. Adem¨¢s, Cima, la asociaci¨®n de mujeres cineastas, realizar¨¢ junto con el Ministerio de Igualdad un informe ¡°integral¡± sobre el sector, con la idea de juntar primero toda la informaci¨®n posible y luego impulsar las reformas necesarias. La misma organizaci¨®n tambi¨¦n anunci¨® que entregar¨ªa a los nominados que quisieran un paipay con el lema ¡°se acab¨®¡± ¡ªheredado de las protestas en el f¨²tbol tras el beso no consentido de Luis Rubiales a Jenny Hermoso¡ª, aunque no hubo muchas muestras de ellos en la alfombra roja. Se vieron m¨¢s cuando la vicepresidenta de la Academia, Susi S¨¢nchez, subi¨® al escenario junto con varias representantes de Cima.
Frente a la convicci¨®n mayoritaria de un problema de todos, y de la necesidad de una reestructuraci¨®n de la industria del cine, Sacrist¨¢n, que trabaj¨® con Carlos Vermut en Magical Girl, ofreci¨® una interpretaci¨®n diferente: ¡°Son comportamientos personales, no creo que la industria est¨¦ tan enferma y tan necia como para diagnosticarla en general. Me parece una necedad tambi¨¦n que se sacrifique la obra: que quien ha cometido un delito lo pague, pero no su obra¡±.
Hace dos semanas, la opini¨®n de Jos¨¦ Coronado sobre este tema, en la gala de los Premios Feroz, gener¨® pol¨¦micas. Pidi¨® a las v¨ªctimas denunciar desde el primer momento y agreg¨®: ¡°Lo que no vale es denunciar al a?o o a los dos a?os¡±. Luego, el actor, premiado este s¨¢bado como mejor int¨¦rprete de reparto por Cerrar los ojos, se disculp¨® en un mensaje en redes sociales. En la alfombra roja de los Goya, preguntado de nuevo, se?al¨®: ¡°No he tenido que reflexionar nada. S¨¦ lo que pienso ahora y hace 15 d¨ªas. Puede ser que se malentendiera o me expresase mal, pero est¨¢ muy clara mi posici¨®n¡±. Trist¨¢n Ulloa, un rato despu¨¦s ante el mismo micr¨®fono, ofreci¨® un argumento distinto: ¡°He o¨ªdo a compa?eros decir que hay que denunciar en el momento. No: el foco no est¨¢ en la v¨ªctima sino en el agresor¡±.
En la alfombra roja tambi¨¦n se vio alguna chapa pidiendo un alto el fuego en Gaza y el fin del comercio de armas con Israel. Urresola lo reclam¨® desde el escenario en su discurso, igual que el presidente de la Academia de Cine. Hubo varias reivindicaciones del colectivo LGTBIQ+, en las palabras de Rigoberta Bandini, ganadora del premio a la mejor canci¨®n por Yo solo quiero amor (¡°Nunca m¨¢s vulnerar¨¢n vuestros derechos¡±) y en las de Ambrossi y Calvo, recordando su heterosexualidad de ¡°15 segundos¡± y su descubrimiento del amor.
Y se escucharon cr¨ªticas a Vox, cuyos representantes acudieron por primera vez a los Goya, pero no por eso dejaron de criticarlos: el vicepresidente de Castilla y Le¨®n, Juan Garc¨ªa-Gallardo, calific¨® de ¡°se?oritos¡± a una parte del sector, que aprovech¨® para responder. ¡°Le voy a decir lo obvio: el dinero que los cineastas recibimos como anticipo lo devolvemos con creces al Estado¡±, le espet¨® Pedro Almod¨®var hacia el final de la noche. En cambio, las protestas de los agricultores, que la v¨ªspera amenazaron incluso con impedir el acceso a la gala, se quedaron fuera de la Feria de Valladolid: unos 400 manifestantes lanzaron bengalas y petardos, adem¨¢s de insultos al sector de la cultura. Pero el cine espa?ol no los oy¨®. Estaba de fiesta. O, quiz¨¢s, ten¨ªa otros asuntos en los que pensar.
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