EL PA?S os escucha
Un grupo de suscriptores valor¨® en un encuentro en vivo ¡°la solvencia y el prestigio¡± del peri¨®dico, pero tambi¨¦n plante¨® cr¨ªticas variadas, que el peri¨®dico ya trabaja en atender
Apenas una hora antes de que Pedro S¨¢nchez agitara el mi¨¦rcoles la pol¨ªtica nacional con una carta, un grupo de nueve suscriptores se desped¨ªa de la delegaci¨®n de EL PA?S en Catalu?a, en el centro de Barcelona. ?ngel, Alberto, Javier Pedro, Ricardo, Carlos, Mar¨ªa, Myriam, Eduardo y Susana apenas tocaron la merienda preparada para ellos, enfrascados en una intensa conversaci¨®n de hora y media sobre el peri¨®dico. Por la ma?ana, tambi¨¦n los redactores de esta sede hab¨ªan atendido a una selecci¨®n de las demandas de los lectores.
Fue una muestra en vivo de la principal tarea de un defensor: ser el puente entre quienes hacen cada d¨ªa el peri¨®dico y quienes reciben ese trabajo. Esta convivencia no es f¨¢cil, mientras los lectores exigen un peri¨®dico bien hecho que roce la perfecci¨®n, los periodistas suelen pensar que el empe?o y la buena intenci¨®n que ponen en su trabajo justifica los errores. Es el intercambio de las dos posturas lo que fortalece la relaci¨®n, basada en la confianza.
La peque?a representaci¨®n de los suscriptores valor¨® ¡°la solvencia y el prestigio¡± que encuentran en este peri¨®dico y el esfuerzo por hacerles llegar nuevas maneras de leerlo. Tambi¨¦n hubo cr¨ªticas y agradezco la generosidad y el tono de estos lectores a la hora de plantear sus preocupaciones:
Centralismo. La queja un¨¢nime fue que EL PA?S, al ser un peri¨®dico hecho principalmente en Madrid, destila una perspectiva centralista, que deja de lado la pluralidad territorial. En la elecci¨®n de las historias, en el enfoque y en la relevancia que se les da. ¡°El uso de la palabra periferia para definir al resto resulta especialmente despectivo¡±, se lamentaba un lector. Reclamaron m¨¢s informaci¨®n de lo que ocurre en las otras 16 comunidades y una mayor sensibilidad hacia el origen diverso de la audiencia.
Miquel Noguer, director adjunto de la edici¨®n catalana y muy sensible a esa mirada descentralizada, recuerda que se est¨¢ implantando un sistema de geolocalizaci¨®n para dar a los lectores de Catalu?a m¨¢s informaci¨®n de esta comunidad aut¨®noma en la web: a ellos les aparece en la portada una franja adicional con noticias locales. Es un servicio que se est¨¢ afinando con el objetivo de extenderlo a otros territorios.
Otro asunto que surgi¨® en esta parte de la conversaci¨®n es la paradoja de que el aumento exponencial de los lectores que llegan de Am¨¦rica Latina pueda llevar en el futuro a que a la mayor¨ªa de la audiencia le estorbe el exceso de informaci¨®n de Espa?a. Ahora mismo representan el 42% de los navegadores que llegan a EL PA?S (datos del primer trimestre del a?o).
Israel frente a Ucrania. Tres de los lectores cuestionaron c¨®mo se abordan los conflictos de Ucrania-Rusia e Israel-Palestina. Consideraron que el peri¨®dico no dud¨® desde el principio en denunciar los excesos de Putin sobre Ucrania, mientras observan que no se mantiene el mismo esp¨ªritu cr¨ªtico con la respuesta de Israel al ataque de Ham¨¢s sobre los palestinos. Esta defensora opuso que muchas de las cartas que llegan al peri¨®dico dicen justo lo contrario: que hay un posicionamiento del peri¨®dico favorable a los palestinos. Es un tema complejo, con muchas sensibilidades implicadas, en el que resulta dif¨ªcil contentar a todos.
Menos econom¨ªa. La fusi¨®n de las redacciones de Cinco D¨ªas y EL PA?S y la creaci¨®n de la suscripci¨®n Premium ha dejado la percepci¨®n en estos lectores de que hay una reducci¨®n de la informaci¨®n econ¨®mica para quienes mantienen el abono b¨¢sico. Sin embargo, Amanda Mars, subdirectora responsable del ¨¢rea, defiende que en esta modalidad ¡°hay una oferta de informaci¨®n superior a la que ten¨ªan hasta ahora¡±, organizada bajo tres marcas diferentes: la secci¨®n de Econom¨ªa de EL PA?S, Negocios y Cinco D¨ªas. ¡°Ahora encuentran en Cinco D¨ªas alguna pieza que antes aparec¨ªa bajo la marca EL PA?S, como llevaba un a?o ocurriendo con las noticias de banca¡±, a?ade. ¡°Pero es completamente accesible para ellos¡±.
Acceso y carga de la web. Algunos de los problemas t¨¦cnicos de acceso al peri¨®dico que surgieron en la conversaci¨®n son los mismos que otros lectores reportan por correo. Como las quejas sobre la aplicaci¨®n, que consideraron mejorable, aunque lo expresaron en t¨¦rminos menos diplom¨¢ticos. O el exceso de tiempo de carga de la versi¨®n m¨®vil en relaci¨®n con otros medios. Una de las prioridades del equipo t¨¦cnico para este a?o es precisamente mejorar algunos servicios de la aplicaci¨®n.
Los lectores pidieron tambi¨¦n que las promociones que reciben como suscriptores tengan mejor acceso m¨®vil, ya que a menudo solo pueden tramitarse desde un ordenador. El departamento de Suscripciones ya se ha comprometido a solucionarlo.
Otras formas de lectura. Los lectores agradecen que haya f¨®rmulas variadas de leer el peri¨®dico y entre ellos hab¨ªa diferentes perfiles que lo hacen patente: el veterano lector de papel, la seguidora de los perfiles en redes, los que usan variados dispositivos m¨®viles o la lectora que combina la lectura en web en d¨ªas laborables con el papel el fin de semana. Hubo una menci¨®n especial a las newsletters, que elogiaron como un buen sistema de sugerencias de lectura. ¡°Hay algunas obligatorias, como leer cada noche el avance de los editoriales para despertarse bien informado¡±, explicaba un lector, suscrito a todas. El peri¨®dico cuenta ya con 59 correos tem¨¢ticos, que son una de las v¨ªas principales de fidelizaci¨®n de lectores.
Uno de ellos sugiri¨® tambi¨¦n que, en lugar de usar el formato PDF para la versi¨®n impresa del peri¨®dico en la aplicaci¨®n, se incorporen otros m¨¢s perfeccionados, como los que utilizan los dispositivos electr¨®nicos de lectura. Desde el equipo t¨¦cnico explican que ya est¨¢ previsto modificar el sistema por esa v¨ªa, pero la complejidad de traspasar una hemeroteca entera en PDF impide que vaya a ser un cambio ¨¢gil.
La franqueza de estos lectores se agradece mucho desde la redacci¨®n. A menudo las preocupaciones de los suscriptores van por v¨ªas distintas a lo que esperan los periodistas, pero doy fe que estos se toman muy en serio sus sugerencias. Mi buz¨®n est¨¢ abierto para facilitar ese puente: defensora@elpais.es. Os escuchamos.
Para contactar con la defensora puede escribir un correo electr¨®nico a defensora@elpais.es o enviar por WhatsApp un audio de hasta un minuto de duraci¨®n al n¨²mero +34 649 362 138 (este tel¨¦fono no atiende llamadas).
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