El regreso de la correspondencia
El peri¨®dico ha duplicado en dos a?os los correos tem¨¢ticos que env¨ªa a los lectores, pero hay quejas porque reciban el nombre de ¡®newsletters¡¯
Una de las paradojas de la transformaci¨®n digital de la prensa es que triunfe hoy una versi¨®n renovada de la f¨®rmula que dio origen a los peri¨®dicos: las cartas que transmit¨ªan noticias de lugares remotos. Entre la misiva que Crist¨®bal Col¨®n envi¨® en 1493 a Luis de Sant¨¢ngel para relatarle sus primeras expediciones en Am¨¦rica ¨Dque este mand¨® luego imprimir¨D y los env¨ªos que ahora despachan los medios por correo electr¨®nico ha habido una gran evoluci¨®n, aunque la esencia sea la misma. Por eso, a¨²n llamamos corresponsales a los reporteros que informan desde otros pa¨ªses, pese a que ya no env¨ªan sus cr¨®nicas por correo postal, sino por Internet. Es una vuelta al origen: a la correspondencia.
En tan solo dos a?os, EL PA?S ha duplicado el n¨²mero de env¨ªos peri¨®dicos al buz¨®n de los lectores: ya son casi 60 de temas distintos, de los cuales 13 son solo para suscriptores. ¡°Tenemos tasas de apertura por encima del mercado y sabemos que ayudan a que los lectores sean m¨¢s fieles¡±, explica Jaime Rubio Hancock, responsable de la edici¨®n y difusi¨®n de estas publicaciones. EL PA?S de la ma?ana y Materia son los correos con m¨¢s abonados y ambos, en este tiempo, han pasado de contener apenas una relaci¨®n de titulares y enlaces a transformarse en un texto de autor.
A las cinco de la ma?ana, Berna Gonz¨¢lez Harbour, autora de EL PA?S de la ma?ana, est¨¢ ya sentada ante el ordenador para dar los ¨²ltimos retoques al correo que env¨ªa cada d¨ªa sobre las siete y media. Con un estilo m¨¢s ligero que el del peri¨®dico, aunque sin dejar de lado el rigor, pone el foco en las noticias importantes del d¨ªa con un punto anal¨ªtico, ¡°sin oficialismo, con sencillez y un cierto humor¡±. Su meta, resume, es ¡°hablar de t¨² a t¨² al lector¡±. Y el tono cercano es la clave.
Este mismo modelo se repite en la treintena de t¨ªtulos estrenados desde 2021: la carta de la directora, la de ajedrez de Leontxo Garc¨ªa, Apuntes de Geopol¨ªtica o el Correo del Arte, entre otros. El objetivo, explica Rubio Hancock, es conectar con los lectores. ¡°En las newsletters es importante no solo que tengan una voz propia, sino que tambi¨¦n sean ¨²tiles, como las agendas de los viernes de las de Barcelona y Madrid¡±. Adem¨¢s, los datos de uso muestran que a los suscriptores tambi¨¦n les gustan: se apuntan a m¨¢s que los lectores registrados.
Con lo que no acabamos de atinar es con el nombre de estas publicaciones. ¡°?C¨®mo es posible que un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n aparezca en el peri¨®dico el engendro newsletter. ??ste es el respeto que en el peri¨®dico se tiene hacia nuestra riqu¨ªsima lengua?¡±, se quejaba el lector Ram¨®n Fern¨¢ndez Maguregui. ¡°Lo siento, yo no leo newsletters, solo boletines, y como no tengo mail, m¨¢ndenme lo que quiera a mi correo electr¨®nico¡±, dec¨ªa tambi¨¦n Juan Manuel Varela, en la en¨¦sima protesta que env¨ªa al respecto.
Adem¨¢s de la regla de no usar palabras de lenguas distintas a aquella en la que se escribe, el Libro de Estilo ofrece tres posibles traducciones: bolet¨ªn, hoja informativa o informe. Y sugiere que paulatinamente se incorpore el t¨¦rmino bolet¨ªn, ¡°gracias a su significado habitual y extendido de ¡®conjunto de noticias que se transmiten a horas determinadas¡±.
El problema es que esta definici¨®n ya no sirve para describir bien este tipo de publicaciones. ¡°Una newsletter es un correo electr¨®nico que se env¨ªa de manera peri¨®dica a una lista de personas que as¨ª lo ha pedido¡±, explica Ismael Nafr¨ªa, consultor de medios y autor de Tendenci@s, en la que recoge los avances del sector. ?l recalca que la periodicidad, la lista de abonados y el env¨ªo por correo son los elementos diferenciales, no tanto su contenido, que puede no ser de actualidad. ¡°Hay much¨ªsimas, de muchos tipos: sobre fotograf¨ªa, sobre dibujo, cada vez m¨¢s con formato audio...¡±, precisa. ¡°Existen autores de todo tipo y la inmensa mayor¨ªa no son periodistas¡±.
Hay otro detalle que las diferencia. Alrededor de ellas se crean peque?as comunidades de lectores que escriben a los autores. ¡°Con un tono m¨¢s amable que las redes sociales¡±, aclara Rubio Hancock, que subraya que quienes se apuntan a recibirlas es porque est¨¢n interesados en el tema del que tratan.
El t¨¦rmino m¨¢s usado
En el d¨ªa a d¨ªa, el peri¨®dico oscila entre el uso de los t¨¦rminos newsletter y bolet¨ªn. ¡°No podemos olvidar que newsletter sigue siendo el t¨¦rmino m¨¢s usado por muchos lectores en Am¨¦rica y en Espa?a, y tambi¨¦n en las b¨²squedas en Google. Tampoco queremos pon¨¦rselo dif¨ªcil a los lectores¡±, explica el responsable de su edici¨®n.
¡°Bolet¨ªn remite a los comunicados oficiales y resulta muy fr¨ªo¡±, abunda Nafr¨ªa, que no tiene ninguna duda en llamar newsletter a la publicaci¨®n que ¨¦l env¨ªa. ¡°Es de uso com¨²n en Am¨¦rica, donde adem¨¢s se refieren a ella en masculino¡±.
¡°Cuando lo menciono en el texto, hablo de carta¡±, dice Berna Gonz¨¢lez Harbour. ¡°Lo que escribo es una carta a los lectores¡±.
Utilizar una palabra en ingl¨¦s no es lo deseable. Pero, aunque EL PA?S fije internamente el uso de un solo t¨¦rmino en castellano, no est¨¢ en su mano decidir c¨®mo se habla. Por ejemplo, el Libro de Estilo sugiere que es mejor decir ciberp¨¢gina que p¨¢gina web. En la hemeroteca de EL PA?S solo aparece en una noticia una vez en los ¨²ltimos 10 a?os. Tampoco ha tenido mucho ¨¦xito el uso de bolet¨ªn, pues la proliferaci¨®n de newsletters ha ido de la mano de esta palabra inglesa y porque ese t¨¦rmino remite a un tono y un ¨¢mbito institucional que precisamente es del que huyen estas publicaciones. Si es una vuelta al origen, lo ideal ser¨ªa usar el rico vocabulario que sugiere la correspondencia y, como dice Gonz¨¢lez Harbour, hablar de cartas.
Para contactar con la defensora puede escribir un correo electr¨®nico a defensora@elpais.es o enviar por WhatsApp un audio de hasta un minuto de duraci¨®n al n¨²mero +34 649 362 138 (este tel¨¦fono no atiende llamadas).
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