Espa?a, primera selecci¨®n que se instala en Corea

Diez horas de avi¨®n sobrevolando el Mediterr¨¢neo, el C¨¢ucaso, Mongolia y China, han llevado a la selecci¨®n espa?ola de f¨²tbol hasta la Copa del Mundo m¨¢s ex¨®tica de la historia. La expedici¨®n, con Jos¨¦ Antonio Camacho a la cabeza, ha sido la primera en instalarse en su sede de concentraci¨®n a la espera del comienzo del torneo, el pr¨®ximo d¨ªa 31. El equipo ha aterriz¨® hoy al mediod¨ªa, hora local (5.00 de la ma?ana en Espa?a), en el aeropuerto de Busan, tras sobrevolar una bah¨ªa de promontorios rocosos. Al caer la noche completaba su primer entrenamiento en Asia.

Los jugadores pasaron la mayor parte del viaje durmiendo, conversando o jugando a la pocha mientras el Airbus se aproximaba a la costa sur de Corea y sobrevolaba el estadio de Gwangju, reconocible desde el cielo por su forma plateada de media esfera partida. El valle del r¨ªo Yangsan, cubierto de arrozales y cultivos tapados por pl¨¢stico, el laberinto de monta?as verdes y las peque?as ciudades de Hadong y Chinju, que desde el cielo p arecen circuitos integrados, fue lo primero que vieron los futbolistas.

Desde Busan, la selecci¨®n se traslad¨® por carretera hasta su cuartel de concentraci¨®n, en el puerto industrial de Ulsan, 65 kil¨®metros al norte. Un cami¨®n con diez mil kilos de equipaje y v¨ªveres sigui¨® a la plantilla durante casi dos horas, hasta llegar al hotel Citizen. Entre los alimentos que han tra¨ªdo los espa?oles, destacan 200 kilos de ternera gallega, 50 de bonito de Ond¨¢rroa, esp¨¢rragos navarros, vino de Rioja y 100 litros de aceite de oliva.

Sung-Mi Lee, la delegada de prensa de la FIFA ante la selecci¨®n espa?ola, describi¨® bien la situaci¨®n de la nueva residencia: "Es una fortaleza". El hotel Citizen se enclava en la ladera de una colina a la que s¨®lo hay acceso por una carretera. El camino, como el resto del recinto, est¨¢ guardado por 50 polic¨ªas nacionales coreanos que marchan arriba y abajo en pelotones perfectamente formados. Los dos campos de entrenamiento, uno de hierba artificial y otro natural, distan 50 metros de la entrada al hotel. "Esto se ha construido especialmente para la selecci¨®n espa?ola", dice Lee; "se inaugur¨® el 16 de este mes".

Sin mayores pre¨¢mbulos los gritos estridentes de Camacho comenzaron a propagarse por los bosques que rodean los campos. El seleccionador convoc¨® a los jugadores tras la llegada, sin apenas descansar, y dirigi¨® un entrenamiento de aproximadamente dos horas. El ejercicio ayuda, seg¨²n los m¨¦dicos de la selecci¨®n, a reajustar el organismo al nuevo uso horario.