Australia gana la Copa Davis a Espa?a tras la victoria de Philippoussis sobre Ferrero

Australia ha ganado la final de la Copa Davis a Espa?a por 3-1 tras la victoria de Mark Philippoussis sobre Juan Carlos Ferrero por 7-5, 6-3, 1-6, 2-6 y 6-0. Ha sido un partido con alternativas en el que el espa?ol ha remontado dos sets, pero cuando ten¨ªa al australiano contra las cuerdas no le remat¨® y sucumbi¨® en el quinto. El sue?o de ganar la segunda ensaladera se ha desvanecido.

Philippoussis, como jugador irregular que es, altern¨® al principio los saques directos con los pelotazos a la red, ya desde el primer juego, en el que Ferrero dispuso de dos bolas para romper el servicio de su rival. No lo hizo, algo que se repiti¨® en el partido. Ferrero, como Moy¨¤ en la primera jornada, busc¨® restar a los pies del australiano, pero ¨¦ste le mantuvo a distancia. Estaba claro que quien rompiera el saque ganar¨ªa el primer set. ?sa presi¨®n no la super¨® Ferrero en el duod¨¦cimo juego. El australiano se fue a la red con decisi¨®n, meti¨® presi¨®n al espa?ol y gan¨® en el momento justo la primera manga por 7-5 en 47 minutos.

La igualdad prosigui¨® al comienzo de la segunda manga, aunque Ferrero tuvo que salvar una bola de break en el cuarto juego. El espa?ol dispuso de id¨¦ntica opci¨®n en el juego siguiente, pero el poderoso brazo del australiano lo evit¨®, capaz de conectar saques ganadores con el segundo servicio. Se escap¨® otra buena oportunidad y el espa?ol volvi¨® a perder su servicio, esta vez en blanco, con lo que el jugador de Melbourne se coloc¨® con un c¨®modo 5-3, para rematar el set con su incontestable saque. 6-3 en 41 minutos y el gesto cabizbajo de Ferrero, que negaba con la cabeza, lo dec¨ªa todo.

Ferrero rompe el saque del australiano

El tenista de Ontinyent comenz¨® el tercer set ganando su saque. Una luz de esperanza lleg¨® cuando, por f¨ªn, tras siete bolas de break, el valenciano rompi¨® el saque de su rival, lo que le permiti¨® situarse con 3-0 tras ganar de nuevo su servicio. El partido ten¨ªa otra pinta, Ferrero recuper¨® la sonrisa y el australiano comenz¨® a dar leves s¨ªntomas de debilidad. El espa?ol, embalado, volvi¨® a romper el saque del australiano y se llev¨® el set por 6-1.

Menos fresco y con m¨¢s dobles faltas, Philippoussis vio como su primer servicio ya no era tan efectivo. Empez¨® con titubeos y en el quinto juego un fallo en la red al volear y una doble falta le dieron el juego en blanco a Ferrero. El encuentro se hab¨ªa dado la vuelta como un calcet¨ªn. Ferrero volvi¨® a romper el saque de su rival, que ya no sacaba ni por asomo como al principio, y se apunt¨® la cuarta manga por 6-2.

Tras unos minutos para estirar y cambiarse de camiseta, ambos jugadores iniciaron el ¨²ltimo set. Todo indicaba que Ferrero, que ven¨ªa desde atr¨¢s como un cicl¨®n, se llevar¨ªa el partido. Pero no fue as¨ª. Philippoussis comenz¨® al saque, gan¨® su juego con facilidad y consciente de que sus opciones pasaban por presionar en la red al espa?ol, se la jug¨® y gan¨®. Rompi¨® el saque de Ferrero, que err¨® un golpe desde el fondo de la pista en el peor momento. El partido vir¨® otra vez, el australiano se puso con 3-0 y rompi¨® el servicio de nuevo del espa?ol. La final de la Copa Davis tocaba a su fin. Ferrero hab¨ªa hecho lo m¨¢s dif¨ªcil, ganar dos sets, pero no tumb¨® a Philippoussis cuando ¨¦ste ped¨ªa aire y acab¨® pag¨¢ndolo muy caro, con un rosco en la ¨²ltima manga. El valenciano se va de esta final con dos derrotas por cinco sets y la sensaci¨®n de haber estado a poco de ganar ambos partidos.

La alegr¨ªa australiana se desbord¨® y ambos equipos decidieron no jugar el quinto partido. Espa?a se vuelve de Australia como en las dos anteriores finales, en 1965 y 1967, con derrota y las ganas de revancha para la pr¨®xima edici¨®n.