Londres organizar¨¢ los Juegos de 2012

Londres organizar¨¢ los Juegos Ol¨ªmpicos de 2012 tras imponerse a Par¨ªs, la m¨¢xima favorita, en la votaci¨®n final de la 117? Asamblea del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI), celebrada en el centro de Convenciones Raffles de Singapur. La candidatura brit¨¢nica se ha impuesto a la francesa por 54 votos a 50 y acoger¨¢ por tercera vez unos Juegos Ol¨ªmpicos despu¨¦s de haberlos organizado ya en 1948 y 1908.

Antes, y por este orden, han sido eliminadas las ciudades de Mosc¨², Nueva York y Madrid, que en la tercera ronda qued¨® por debajo de Londres y Par¨ªs. El sue?o ol¨ªmpico se esfum¨® para la capital espa?ola en la tercera votaci¨®n en la se emitieron un total de 104 sufragios, de los que 103 fueron v¨¢lidos: 31 se decantaron por Madrid, 33 volaron a Paris y 39 se sumaron a la candidatura de Londres.

Madrid comenz¨® con muy buenos augurios la jornada. Despu¨¦s de una gran presentaci¨®n del proyecto ol¨ªmpico, en el que sus responsables incidieron en el gran n¨²mero de instalaciones ya ejecutadas y en el respeto al medioambiente, la segunda votaci¨®n -con Mosc¨² ya eliminada- la coloc¨® por delante de las otras tres aspirantes, recibiendo el apoyo mayoritario de los miembros del COI, con 32 sufragios frente a los 27 de Londres y los 25 de Par¨ªs. Anteriormente, en la primera votaci¨®n, con 97 sufragios v¨¢lidos, cay¨® Mosc¨², que s¨®lo recibi¨® 15 votos. En la segunda, donde Madrid tuvo mayor apoyo, fue eliminada la candidatura de Nueva York, con s¨®lo 16.

El reto de la tercera ronda

En el tercer corte se qued¨® en la cuneta Madrid, que no pudo recoger los votos que en las dos primeras rondas fueron para Nueva York y Mosc¨² e incluso perdi¨® uno respecto a la segunda votaci¨®n, el correspondiente al miembro griego del COI, L.V. Nikolau, que no emiti¨® su voto dentro del tiempo permitido y que habr¨ªa apoyado a la capital de Espa?a, seg¨²n reconoci¨® despu¨¦s el propio secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky.

Par¨ªs y Londres eran a priori las dos candidaturas favoritas, aunque en los ¨²ltimos d¨ªas parte de la prensa internacional hab¨ªa destacado las posibilidades de la capital de Espa?a, que pod¨ªa verse beneficiada por el duro enfrentamiento protagonizado por las capitales francesa y brit¨¢nica. De hecho pasar la tercera eliminatoria era el reto que se hab¨ªa propuesto Madrid, pues consideraba que en una hipot¨¦tica final con Londres o Par¨ªs tendr¨ªa muchas posibilidades de obtener la victoria. Par¨ªs fue sede en 1900 y 1924. Madrid presentaba por segunda vez una candidatura, despu¨¦s de la ideada para 1972, que perdi¨® ante M¨²nich. Mosc¨² ya organiz¨® los Juegos de 1980, ensombrecidos por el boicot de decenas de pa¨ªses occidentales tras la invasi¨®n sovi¨¦tica de Afganist¨¢n. Nueva York era debutante en cuestiones ol¨ªmpicas.

Pero al final no se ha repetido la emocionante escena de 1987, cuando Juan Antonio Samaranch anunci¨® la designaci¨®n de Barcelona como sede ol¨ªmpica. En esta ocasi¨®n a las palabras de Jacques Rogge, presidente del COI, anunciando la eliminaci¨®n de Madrid, ha seguido una profunda decepci¨®n, en especial entre los miles de ciudadanos congregados en la Plaza Mayor. Los madrile?os reunidos ante la pantalla gigante habilitada por el Ayuntamiento han recibido con gritos y silbidos la decisi¨®n.

Beckham y Coe celebran el triunfo

Una escena muy distinta se ha vivido en Singapur, donde la delegaci¨®n londinense, con Sebastian Coe a la cabeza, ha aguantado los nervios y guardado la compostura hasta el ¨²ltimo minuto. Una tensi¨®n que ha estallado al o¨ªr el nombre de la ciudad. La palabra "London" ha quedado ahogada por un estruendo que ha hecho retumbar el centro de convenciones. Las l¨¢grimas y los abrazos han dejado casi mudos a todos los delegados brit¨¢nicos, incluso a un exultante David Beckham, uno de los mejores embajadores de la candidatura brit¨¢nica, que no cesaba de abrazar a Sebastian Coe. Al otro lado, los asientos de Par¨ªs se hund¨ªan hasta casi llegar a la Rue Lafayette bajo tierra. Se trata de un duro golpe para la capital francesa, a la que no le ha quedado el consuelo de liderar ninguna de las votaciones.