Espa?a acusa el cansancio y se queda sin medalla
Francia, liderada por Tony Parker, fue muy superior y acab¨® hundiendo a los de Pesquera hasta llegar al 98-68 final
Francia baj¨® del podio continental a Espa?a en el peor partido que la selecci¨®n nacional ha disputado en muchos a?os, producto de la decepci¨®n por no estar en la final y de cuarenta minutos aciagos que los franceses, con un excelente Tony Parker al frente, aprovecharon para colgarse el bronce del cuello.
La cesta aniquiladora de Dirk Nowitzki en semifinales hizo m¨¢s da?o a Espa?a que la igualmente mortal de Dimitris Diamantidis a Francia. El duelo franco-espa?ol por el bronce acumulaba detr¨¢s una tremenda dosis de frustraci¨®n para ambos equipos, apartados del choque por la cima continental en el ¨²ltimo suspiro.
El golpe que los dos equipos encajaron el s¨¢bado admit¨ªa, de todos modos, matices. Los galos perdieron una ventaja de siete puntos en los ¨²ltimos cuarenta minutos de partido con Grecia. La selecci¨®n nacional remont¨® nueve en poco m¨¢s de un minutos, tuvo la final en la mano a quince segundos de la bocina y el alem¨¢n Dirk Nowitzki se la arrebat¨® cuando faltaban tres segundos.
Es decir, la disposici¨®n an¨ªmica de Francia deb¨ªa ser peor, al, menos en la teor¨ªa. Las suposiciones, en cambio, s¨®lo son eso, posibilidades, no certezas. Los hombres de Claude Bergeaud lo demostraron con hechos. Les bast¨® verse a seis puntos de Espa?a (3-9 m.3) para recordar que lo que hab¨ªa en juego era una medalla europea, de bronce, pero medalla.
El chispazo que activ¨® la m¨¢quina francesa emergi¨® del contraataque. Tres balones recuperados dejaron a los hermanos Pietrus, Florent y Mickael, correr en solitario a la canasta espa?ola y meterla hasta el codo y, que se sepa, lo que m¨¢s da?o hace de los contragolpes y los mates no son los puntos encajados, sino el efecto psicol¨®gico que tienen sobre el rival.
Espa?a soport¨® como pudo el primer cuarto, aunque sin poder ocultar su maltrecho estado an¨ªmico. Un triple de Fran V¨¢zquez dej¨® el tanteador empatado (21-21) cuando el base de los Spurs de San Antonio (NBA) Tony Parker ya hac¨ªa de las suyas sobre el parqu¨¦ del Belgrado Arena.
Parker, Boris Diaw y el madridista Mickael Gelabale destrozaron a una selecci¨®n espa?ola moralmente desecha en el segundo corte. Las diferencias tomaron un cariz preocupante (39-28) sin gestos ni actitudes que ayudasen a pensar en una reacci¨®n por parte del equipo nacional. Nada, salvo rabia a duras penas contenida.
Francia fue muy superior
Jorge Garbajosa hab¨ªa avisado el d¨ªa anterior de lo desagradable que pod¨ªa llegar a ser un partido como este. Pero el p¨ªvot del Unicaja tambi¨¦n inclu¨ªa en esa premonici¨®n a los franceses. Ellos se desmarcaron de la afirmaci¨®n del madrile?o con una mejor disposici¨®n mental y, sobre todo, con mucho mejor baloncesto.
La selecci¨®n espa?ola todav¨ªa sufri¨® m¨¢s en el tercer tramo. La imparable progresi¨®n de Francia hizo aflorar la frustraci¨®n acumulada por los internacionales rojos. Garbajosa, hundido tras la derrota frente a Alemania por su mala noche desde la l¨ªnea de triples, no fue el de siempre. Jos¨¦ Manuel Calder¨®n liber¨® los nervios gan¨¢ndose una t¨¦cnica. Los mismos pasos sigui¨® Juan Carlos Navarro.
Francia, dos veces derrotada por Espa?a en sendos partidos de preparaci¨®n antes del campeonato, endos¨® la friolera de 31 puntos a la escuadra de Pesquera en el tercer cuarto, en el que tuvo una m¨¢xima renta de veinticuatro (75-51).
Espa?a ya estaba fuera del podio. Por primera vez desde Francia'99, donde conquist¨® la plata, supo que no ten¨ªa opciones. Belgrado ha puesto fin a una racha de tres campeonatos de ¨¦xito -la plata del 99, un bronce en Turqu¨ªa 2001 y otra plata en Suecia 2003-. Ser el cuarto equipo de Europa es mantenerse en la elite, pero con mal sabor de boca.
La selecci¨®n volver¨¢ a las pistas para disputar el Mundial de Jap¨®n 2006 y a la carrera europea en el 2007, entonces ser¨¢ anfitriona y la mala tarde en el Belgrado Arena un borr¨®n en el historial cuyo ¨²nica alegr¨ªa fue que, por fin, Mario Pesquera, se acord¨® de Sergio Rodr¨ªguez. Lo malo es que el partido ya estaba m¨¢s que perdido.
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