El Celta acaba con la racha de Manzano

Por la misma raz¨®n por la que el Celta llevaba tres derrotas consecutivas, el Mallorca se libr¨® de una buena. Le falta gol al equipo de Bala¨ªdos, y lo que podr¨ªa haber acabado en homenaje al hincha se qued¨® en una modesta victoria. Tan d¨¦biles andan de pegada los de Fernando V¨¢zquez que hasta una diferencia de dos goles es noticia.

Y no fueron los ¨²nicos blandos en el remate: el Mallorca tambi¨¦n perdon¨®, pero a diferencia de los de Gregorio Manzano, que fallaron en las dos ¨¢reas, el Celta blind¨® la suya con Pinto, sensacional otra vez.

Fall¨® Jos¨¦ Enrique, despu¨¦s Baiano, Canobbio desperdici¨® un mano a mano, Silva indult¨® a Prats en el ¨¢rea peque?a y, por si fuera poco, Iriney se sum¨® al festival con el portero mallorqu¨ªn ya batido. No fueron oportunidades cualesquiera, sino de las apabullantes, pero mientras las de esa clase acabaron en el trastero, las que sirvi¨® el Mallorca subieron al marcador. Especialmente, en la jugada del primer gol, en el que un mal despeje de Nunes en un saque de esquina le cay¨® encima a Jorge Larena. Su volea la dej¨® Prats a los pies de Contreras, que s¨®lo tuvo que empujar la pelota.

El gol fue decisivo, porque con el Celta, ya se sabe: el que marca primero se lleva el gato al agua. No ha protagonizado ni concedido remontada alguna en todo el curso, de modo que, una vez m¨¢s, el tanto de Contreras ten¨ªa pinta de definitivo. Lo fue por la actitud del equipo vigu¨¦s, que ya por delante en el marcador dej¨® que el juego discurriera con fluidez, pero tambi¨¦n por la del decepcionante Mallorca, que tras siete jornadas sin morder el polvo conoci¨® la primera derrota con Gregorio Manzano.

Tard¨® una eternidad el Mallorca en reponerse del doble fallo del gol celeste, y cuando lo hizo, ya llevaba otro gol de desventaja, en esta ocasi¨®n cedido por Tuzzio, que no acert¨® a interceptar la conexi¨®n de De Ridder con Baiano. En todo caso, sus remates acabaron tropezando con Pinto, que le comi¨® la moral a la escuadra de Son Moix. Tan mal le iban las cosas que hasta Arango, su mejor futbolista, arroj¨® la toalla, y desapareci¨® de en medio en una segunda parte a beneficio de inventario, de improductivo dominio para el Mallorca y aburrimiento generalizado de la hinchada.