Un empate que no deja dudas

Cole adelant¨® a Inglaterra, Allb?ck marc¨® el gol 2.000 de la historia de los Mundiales, Gerrard logr¨® el 2-1 y Larsson empat¨® cuando el partido finalizaba. Inglaterra se medir¨¢ a Ecuador en octavos y Suecia a Alemania

La sospecha de un posible acuerdo entre ingleses y suecos, a los que les serv¨ªa el empate para estar en octavos, desvi¨® la atenci¨®n en las horas previas al partido, pero pas¨® a un segundo plano en cuanto el bal¨®n comenz¨® a rodar. Los futbolistas ingleses sienten este deporte y lo viven desde su lado m¨¢s puro, o al menos esa es la imagen que transmiten, y todos nos sentimos m¨¢s reconfortados cuando vemos c¨®mo se comportan dentro del campo. Buscaron la victoria, sobre todo en el primer tiempo y en el tramo final del partido, y obligaron a los suecos a emplearse a fondo si no quer¨ªan arriesgarse a ver el resto del Mundial por televisi¨®n. El resultado final no debe dejar lugar a ninguna duda.

Eriksson, un sueco que intenta lograr que Inglaterra vuelva a dominar el mundo del f¨²tbol, s¨®lo reserv¨® a Gerrard, pese a que el pase a octavos ya lo ten¨ªan asegurado. Neville, con problemas f¨ªsicos, dej¨® su puesto a Carragher; el sitio de Gerrard lo ocup¨® Hargreaves y Rooney sali¨® como titular en lugar del larguirucho Crouch. Pero esta alineaci¨®n s¨®lo tard¨® dos minutos en deshacerse. Owen se da?¨® ¨¦l solo, en una acci¨®n aislada, su rodilla derecha y debi¨® abandonar el campo. La lesi¨®n ten¨ªa muy mala pinta.

Este percance permiti¨® a Crouch recuperar su sitio en el equipo y como si fuera un acto reflejo, Inglaterra se olvid¨® de tocar el bal¨®n, de abrir el juego y de los pases interiores para dedicarse a colgar balones sobre la cabeza del delantero del Liverpool. Esta es una opci¨®n interesante cuando no tienes m¨¢s recursos o el tiempo se agota, pero un pecado cuando est¨¢n pisando el c¨¦sped futbolistas como Lampard, Joe Cole, Beckham o Rooney, incluso aunque estos dos ¨²ltimos pasaran inadvertidos y no aportaran nada digno de menci¨®n. Crouch es un especialista en fijar a la defensa rival y en bajar el bal¨®n para sus compa?eros, pero no debe condicionar de esa manera el juego de una selecci¨®n que aspira a ganar el Mundial.

Pese a que su juego no fue demasiado fluido en la primera parte, Inglaterra domin¨® con autoridad gracias a la aparente desidia de los suecos. En juego estaba el pase de los n¨®rdicos a octavos, aunque no lo parec¨ªa. No reaccionaron ni siquiera cuando vieron a Joe Cole marcar uno de los goles m¨¢s bellos del Mundial. Desde unos 25 metros peg¨® al bal¨®n de volea, seg¨²n ca¨ªa, y sorprendi¨® a Isaksson, que estaba ligeramente adelantado. El centrocampista del Chelsea no lo dud¨® cuando vio la pelota frente a ¨¦l, en lugar de pensar improvis¨®, como dice un buen amigo de L. A., y el resultado fue una obra de arte.

Reacciona Suecia

Con la ventaja en el marcador todo deber¨ªa haber sido m¨¢s f¨¢cil para Inglaterra, pero no fue as¨ª. El paso por los vestuarios no le sent¨® nada bien, todo lo contrario que a Suecia, que en el segundo tiempo ofreci¨® esa imagen de equipo que sabe combinar la lucha, la garra y la entrega con el buen trato de bal¨®n. Salieron a por el empate y s¨®lo tardaron cinco minutos en lograrlo. Y lo hicieron, adem¨¢s, siguiendo el manual ingl¨¦s. Un c¨®rner lanzado de forma magistral por Linderoth fue convertido en gol por Allb?ck, que se adelant¨® a sus marcadores y cabece¨® en el primer palo. Un equipo ingl¨¦s nunca puede conceder un tanto as¨ª. Era el gol 2.000 en la historia de los Mundiales y Allb?ck ya va por delante de su selecci¨®n y se ha hecho un hueco en el palmar¨¦s del torneo.

Recuperado el equilibrio, Suecia creci¨® y pas¨® a dominar el encuentro. En nada se pareci¨® a la selecci¨®n que decepcion¨® en el primer tiempo e incluso pudo adelantarse si Gerrard no hubiera acertado a despejar sobre la misma raya de gol un remate de K?llstrom. Inglaterra no funcionaba y Eriksson movi¨® piezas, para dejar a Crouch solo en punta y meter m¨¢s calidad en el centro del campo. Quer¨ªa la victoria y la tuvo en la mano cuando a falta de seis minutos Gerrard marc¨® de cabeza despu¨¦s de un sensacional pase de Cole.

Todo parec¨ªa decidido, pero este partido a¨²n reservaba una sorpresa m¨¢s. El p¨ªcaro Larsson aprovech¨® la torpeza con la que los ingleses defienden en las acciones a bal¨®n parado para empatar y dejar en evidencia al portero y los cuatros zagueros de Inglaterra. Si quieren ser campeones del mundo no pueden hacer el rid¨ªculo de esa manera dentro del ¨¢rea.