Apisonadora blaugrana

El partido llegaba precedido de la pol¨¦mica generada por la supuesta alineaci¨®n indebida del Bar?a en el partido de ida. El Comit¨¦ hab¨ªa dado calabazas a los periquitos, y estos hab¨ªan asegurado hablar en el campo. El Barcelona por su parte deb¨ªa llegar enrabietado. Segundo comienzo de temporada agitado por culpa de temas extradeportivos (el a?o pasado con el caso Messi), y los jugadores cul¨¦s hartos de que se les intente ganar por todos los medios posibles. El Camp Nou casi lleno, un ambiente espectacular, y el juicio definitivo que tendr¨ªa lugar en el terreno de juego. En definitiva, lo que quieren los aficionados. El f¨²tbol no se hizo para jugarse en los despachos.

Y nada m¨¢s comenzar los hombres de Rijkaard se pusieron manos a la obra, a hacer lo que saben, marear hasta a las moscas. Y especialmente Ronaldinho. Y tanto se marearon los periquitos que a los tres minutos Xavi adelant¨® a su equipo al rematar de cabeza (se me ocurre que pudo ser un error defensivo) un centro genial de 'Dinho'.

Era pronto pero la eliminatoria estaba ya pr¨¢cticamente decidida. Y por si fuera poco el Bar?a, e insisto, especialmente Ronaldinho, comenzaban a lucirse. Y eso que los espanyolistas hab¨ªan presentado el encuentro con un 'remake' del cl¨¢sico de Hitchock "P¨¢jaros", pero si alguien ten¨ªa motivos para asustarse eran los visitantes. A los 11 minutos lleg¨® el segundo. En esta ocasi¨®n no particip¨® el "10" de la canarinha, pero si el otro crack brasile?o del equipo. Deco recibi¨® un bal¨®n dentro del ¨¢rea, tras una buena jugada de Belletti por la derecha, y s¨®lo tuvo que enviar el esf¨¦rico al fondo de las mallas.

Tremendo. Si este equipo est¨¢ as¨ª a estas alturas de pretemporada, que har¨¢ durante el resto del a?o. Y eso que Messi no hab¨ªa entrado demasiado en acci¨®n. Cuesti¨®n de tiempo, seguro.

El partido se tranquiliz¨® a continuaci¨®n. El Bar?a, que no sabe jugar de otro modo, segu¨ªa teniendo el bal¨®n, aunque ahora no buscaba profundizar tan r¨¢pidamente. El Espanyol intentaba llegar al ¨¢rea defendida en el d¨ªa de hoy por Jonquera, y la primera opci¨®n eran las bandas, donde debutaba Moha, en el lado opuesto se encontraba Rufete, aunque ninguno de los dos lograba llevar peligro hasta el ¨¢rea barcelonista. Para m¨¢s inri Valverde ten¨ªa problemas mayores. Su defensa era incapaz de controlar a Eto'o, que con sus constantes desmarques hac¨ªa evidente el descontrol de la zaga rival.

El Espanyol intentaba no perder la cara al partido, y en cada jugada de ataque acumulaba seis o siete hombre en campo azulgrana, pero no ten¨ªan ni la pegada ni la circulaci¨®n de bal¨®n de su rival. La consecuencia se la pueden imaginar. P¨¦rdida de bal¨®n y contrataque con pocos efectivos en la retaguardia. En una de estas, entre Messi y Ronaldinho, nos dejaron una jugada de ensue?o, con un regate final del brasile?o dentro del ¨¢rea que mereci¨® acabar en gol.

A los 34 minutos lleg¨® el primer aviso del Espanyol, un tiro del "Rifle" Pandiani que atrap¨® sin problemas Jonquera. Los blanquiazules parece que se animaron e inmediatamente despu¨¦s Fredson prob¨® suerte desde lejos. El Bar?a no quer¨ªa sobresaltos, y para ello intentaba controlar el bal¨®n, los de Valverde hab¨ªan intensificado la presi¨®n y robaban con asiduidad, aunque sin da?ar la estructura defensiva local con el bal¨®n en los pies.

Golazo de Deco

La segunda parte cambi¨® la t¨®nica del encuentro. El Espanyol hab¨ªa aprendido la lecci¨®n y el Barcelona hab¨ªa adoptado una l¨®gica relajaci¨®n, aunque la sociedad Messi-Ronaldinho continuaba causando estragos en la defensa dirigida por Jarque y Lacruz. Y de repente el 'Txingurri' se encuentra con dos nuevos problemas, la lesi¨®n de Moha y el tercero del Bar?a (aunque a estas alturas ya no era demasiado importante), con el que lleg¨® la apoteosis al campo blaugrana. Deco nos dej¨® una obra maestra que, adem¨¢s, no lleg¨® de rebote. Simplemente genial.

Entre tanta fantas¨ªa se col¨® un gesto fuera de lugar por parte de la afici¨®n 'cul¨¦'. Entre "Ol¨¦s" y aplausos, el Camp Nou, o al menos una buena parte, se dedic¨® a recordarle al equipo rival su deseo de verle en una categor¨ªa inferior. Se trataba de un derby, pero no es propio ni de la afici¨®n del Barcelona ni de ninguna otra.

A partir de ah¨ª se acab¨® la historia. El Barcelona, con la entrada de Iniesta, acab¨® de dormir el bal¨®n, y el Espanyol no ve¨ªa la hora de encaminarse hacia el t¨²nel de vestuarios. Ronaldinho y compa?¨ªa hab¨ªan presentado ya su 'impugnaci¨®n' sobre el c¨¦sped, y de paso lanzado un aviso a navegantes, o el resto mejora, o este a?o ser¨¢ un paseo.