El Bernab¨¦u ve perder a Capello
Celta aprovecha dos errores defensivos de Emerson y Reyes para hacerse con tres puntos que no merec¨ªa
![Ronaldo, momentos despu¨¦s de ser sustituido por David Beckham en el partido contra el Celta de Vigo.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/26HXIO7LQHZN2LQMEM6AVEHI4I.jpg?auth=9ffe36ee2567233d947a5e09ee663e15282e83175a5cae1a00dfebf539e3f34d&width=414)
El Madrid volvi¨® a completar otro partido vulgar y el Celta supo aprovechar dos errores defensivos de Emerson y Reyes para hacerse con tres puntos que no mereci¨®. Los aficionados del Real Madrid hab¨ªan convivido durante la temporada con el mal juego de su equipo y ahora han empezado a hacerlo con la derrota.
El Celta, un conjunto blando, que no ser¨¢ recordado por el f¨²tbol que dej¨® en el Bernab¨¦u, aprovech¨® las limitaciones ofensivas del equipo de Fabio Capello y dos errores defensivos de Emerson y Reyes para llevarse tres puntos. Un bot¨ªn excesivo. El Madrid no mereci¨® perder y fue golpeado con la misma medicina con la que ha ganado muchos de sus partidos. El Celta lleg¨® poco y gan¨®. Como le gusta a Capello que haga su equipo.
El partido contra el Celta fue diferente y lo fue no por el juego del Real Madrid, que aburri¨® al Bernab¨¦u como lo lleva haciendo toda la temporada y probablemente lo har¨¢ el resto de la campa?a, sino por la presencia de Ronaldo en el once inicial. Pasado de kilos como est¨¢, su presencia a¨²n impone a los rivales, entre los que causa respeto. No hizo su mejor encuentro, pero hizo trabajar a Pinto, que ya es mucho m¨¢s de lo que pueden decir algunos de sus compa?eros, y cuando Capello le sustituy¨® en la segunda parte sus marcadores respiraron aliviados. Se intuye que a¨²n tiene goles que ofrecer y todav¨ªa puede ser muy ¨²til para este Madrid.
Tard¨® 20 minutos en aparecer y lo hizo para obligar a Pinto a mandar el bal¨®n a c¨®rner. Volvi¨® a la carga cuatro minutos despu¨¦s, cuando Contreras le entreg¨® el bal¨®n de forma irresponsable a Ronaldo y Pinto tuvo que intervenir de nuevo para evitar el gol. No hizo m¨¢s en el primer periodo, pero tampoco lo hizo el Madrid, que a?or¨® a un despistado Robinho, que complet¨® su actuaci¨®n m¨¢s floja desde que es titular, y las ideas de Guti.
Pese a su f¨²tbol plano, el Madrid control¨® y domin¨® con autoridad, pero m¨¢s por la actitud del Celta, un conjunto demasiado blando, que por sus propias virtudes. Sin embargo, hay vicios que no desaparecen y como es tradicional el Madrid decidi¨® complicarse la vida. Y lo hizo en una de esas acciones que no tolera Capello. Su equipo sac¨® un c¨®rner, el Celta recuper¨® la pelota y Emerson, que cerraba, decidi¨® arriesgar en el peor momento, perdi¨® el bal¨®n a pies de Canobbio y el pase de ¨¦ste lo aprovech¨® Nen¨¦, despu¨¦s de un buen contragolpe, para batir a Casillas. Era el primer tiro a puerta del Celta, que tom¨® la delantera de forma injusta. El Madrid fue golpeado con la misma medicina con la que ha ganado muchos de sus partidos.
El p¨²blico comenz¨® a inquietarse. Su equipo no s¨®lo jugaba mal, sino que adem¨¢s iba perdiendo. Hasta el momento los seguidores del Madrid han sabido convivir con el aburrimiento, pero no est¨¢n dispuestos a hacerlo con la derrota. El objetivo de su malestar fue, c¨®mo no, Emerson, pitado cada vez que entr¨® en contacto con el bal¨®n y oque celebr¨® con rabia el tanto que equilibr¨® el resultado. Ra¨²l lanz¨® desde el c¨®rner y Emerson, sin defensa alguno que le molestara, marc¨® de cabeza. Otro gol, y ya van muchos, a bal¨®n parado. Ese es un m¨¦rito que se debe reconocer a este equipo, uno de los mejores de la Liga en acciones de estrategia.
Pese al empate el panorama no estaba claro, ni siquiera para Capello, que aprovech¨® el descanso para retirar a Diarra, otra vez desacertado, y Robinho para dar entrada a Van Nistelrooy y Reyes. Guti se retras¨® hasta la altura de Emerson, en una acci¨®n que acostumbra a repetirse en los segundos tiempos. ?Por qu¨¦ no se atreve Capello a jugar s¨®lo con un mediocentro defensivo desde el inicio? S¨ª fue novedad ver a Ronaldo y Van Nistelrooy juntos durante 20 minutos. En ese minuto el brasile?o se comi¨® al holand¨¦s y suya fue la mejor ocasi¨®n del Madrid. Un tiro potente que Pinto acert¨® a despejar a duras penas.
Los cambios de fichas y de dibujo no sirvieron para que el Madrid creciera en ataque. Este equipo, pese a la filosof¨ªa de Capello, o quiz¨¢ por eso, sobrevive de la inspiraci¨®n en ataque de sus estrellas. Una inspiraci¨®n que esta vez aport¨® Ronaldo. Cuando el brasile?o se retir¨® al banquillo en el minuto 65, el Madrid desapareci¨® en ataque. Las carencias ofensivas de este equipo quedaron en evidencia con la demostraci¨®n de que Ronaldo, fuera de forma, contin¨²a siendo importante.
El Celta, sin grandes alardes ofensivos, supo aprovechar su oportunidad. Nen¨¦ pudo solucionar el choque con un disparo que acab¨® en el larguero y un contragolpe que desperdici¨® de forma incomprensible, pero el que decidi¨® el choque fue Jorge. Reyes perdi¨® el bal¨®n de forma irresponsable al iniciar un ataque, ?ngel se intern¨® en el ¨¢rea y cedi¨® a Jorge, que desde la frontal bati¨® a Casillas. Faltaban diez minutos para el final, pero todos los presenten en el estadio comprendieron que ah¨ª se hab¨ªa acabado el partido.
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