Kr¨¢mnik es el ¨²ltimo cartucho
El ruso empat¨® la primera partida con el programa Deep Fritz tras rozar la victoria
"Si pierdo por amplio margen, el debate habr¨¢ terminado". Esa frase de Vlad¨ªmir Kr¨¢mnik, campe¨®n del mundo, explica por qu¨¦ el duelo a seis partidas que ha empezado en Bonn puede ser el ¨²ltimo con mucho eco entre un ajedrecista de silicio y otro de carne y hueso. Su rival, Deep Fritz, calcula diez millones de jugadas por segundo, pero ha estado cerca de perder el primer asalto, que termin¨® en tablas tras cuatro horas de lucha.
Kr¨¢mnik no s¨®lo es el flamante campe¨®n del mundo, tras batir en el desempate de partidas r¨¢pidas al b¨²lgaro de Salamanca, V¨¦selin Top¨¢lov. Adem¨¢s tiene el estilo m¨¢s adecuado para derrotar a una m¨¢quina: es supers¨®lido, no arriesga jam¨¢s, muy profundo, un virtuoso de la estrategia m¨¢s fina. "Ninguna computadora puede planificar a largo plazo como Kr¨¢mnik. Una cosa es calcular millones de jugadas en segundos, y otra muy distinta comprender la esencia de la posici¨®n y jugar en consecuencia. Es verdad que Fritz y otros programas han progresado much¨ªsimo en lo segundo durante los ¨²ltimos veinte a?os, pero a¨²n queda mucho por hacer", explic¨® Matthias W¨¹llenweber, uno de los programadores del rival de Kr¨¢mnik.
Ciertamente, queda mucho para que una m¨¢quina juegue perfectamente al ajedrez, como ya ocurre con las damas, por ejemplo: dicen algunos matem¨¢ticos que el n¨²mero de partidas distintas que pueden disputarse es diez elevado a la potencia 123, o sea, un uno seguido de 123 ceros; dicen algunos f¨ªsicos que esa cantidad es probablemente superior a la de ¨¢tomos en el universo entero. Y los inform¨¢ticos subrayan que ninguna computadora actual, ni las de la NASA, puede calcular tanto; quiz¨¢ lo consigan las cu¨¢nticas, pero todav¨ªa no existen.
Sin embargo, los resultados hombre-m¨¢quina son cada vez m¨¢s favorables a los monstruos de silicio desde que Deep Blue, de IBM, gan¨® a Kasp¨¢rov tras un grave error de ¨¦ste por 3,5-2,5 en Nueva York, 1997. Todo indica que Kr¨¢mnik no exagera cuando dice: "Deep Fritz es el rival m¨¢s duro que he tenido en toda mi carrera. Jugu¨¦ contra una versi¨®n anterior en Bahrein, hace cuatro a?os, y empat¨¦ (4-4). Pero la versi¨®n actual juega mucho mejor".
Tras largos debates entre los expertos sobre lo que es justo o no, el equipo de Fritz accedi¨® a que Kr¨¢mnik disfrutase de dos ventajas que Kasp¨¢rov no tuvo frente a Deep Blue: el ruso dispone de una copia de su rival desde hace varias semanas, con el fin de estudiar previamente su juego, como se hace siempre entre rivales humanos; y Kr¨¢mnik tiene derecho a aplazar la partida para el d¨ªa siguiente si no ha terminado en la jugada 56, tras cinco horas, con el fin de paliar el problema de que la m¨¢quina nunca se cansa.
Pero los ajedrecistas de silicio suelen volverse un poco tontos cuando la lucha se lleva al terreno de la estrategia pura, donde el c¨¢lculo exacto apenas sirve. Eso es lo que consigui¨® hacer ayer Kr¨¢mnik, con las piezas blancas, en la partida inaugural. Y a punto ha estado de triunfar: Fritz acert¨® con defensas ¨²nicas en situaciones parecidas a las de bola de partido en el tenis. Por supuesto, Kramnik no subi¨® a la red ni piensa hacerlo: el juego alegre equivale al suicidio frente a adversarios como Fritz. Elpais.com retransmitir¨¢ en directo la segunda partida el lunes desde las 15.00.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.