Chelsea - Liverpool, cuentas pendientes
Ambos equipos vuelven a encontrarse en semifinales despu¨¦s de que en el 2005, un pol¨¦mico gol de Luis Garc¨ªa diese a los 'Reds' el pase a la final
Tan iguales, tan diferentes. Rafa Ben¨ªtez y Jos¨¦ Mourinho pertenecen a esa clase de entrenadores tallados a la antigua usanza. Meticulosos, anal¨ªticos y regidos por una ortodoxa disciplina, ambos manifestaron una admiraci¨®n rec¨ªproca que se hizo trizas hace dos a?os, cuando Liverpool y Chelsea disputaron una vibrante eliminatoria de semifinales de la Liga de Campeones que supuso el germen del frente abierto entre ellos. En el partido de vuelta, disputado en Anfield Road, un dudoso tanto de Luis Garc¨ªa otorg¨® el pase a la gran final al equipo 'Red', que posteriormente se proclamar¨ªa campe¨®n de esa edici¨®n.
Pese a las airadas protestas del entrenador portugu¨¦s, el ¨¢rbitro del encuentro concedi¨® validez al remate del delantero espa?ol. Sin embargo, el bal¨®n no lleg¨® a traspasar la l¨ªnea por completo. Pese a las im¨¢genes ofrecidas por la televisi¨®n brit¨¢nica, fue muy dif¨ªcil determinar si el esf¨¦rico, despejado en ¨²ltima instancia por Gallas, super¨® la raya. Al final, el Liverpool se llev¨® el gato al agua y obtuvo la clasificaci¨®n para la final que se disputar¨ªa en el estadio Attaturk de Estambul, donde Ben¨ªtez y sus hombres escribir¨ªan otra de las p¨¢ginas m¨¢s gloriosas de la laureada historia del club de Anfield. "No pueden aceptar lo que sucedi¨® hace dos a?os, pero las cosas no se pueden cambiar", afirma el madrile?o.
Desde el citado incidente, se cre¨® un profundo abismo entre ambos t¨¦cnicos y el Liverpool pas¨® a convertirse en un molesto escollo para la dictatorial andadura de los 'Blues' en la Premier League. Todo ello hizo que el luso, caracterizado por una recurrente arrogancia y su explosivo verbo, declarase una guerra abierta contra su hom¨®logo. El espa?ol, cansado de las contundentes embestidas de 'Mou' desde las salas de prensa, reaccion¨® en los d¨ªas previos al estreno de la segunda parte de la saga. "?ramos buenos amigos, hasta que empezamos a ganar. Le sucede lo mismo con los entrenadores de los grandes equipos. S¨®lo se lleva bien con aqu¨¦llos a quienes gana".
Una afirmaci¨®n que contrasta radicalmente con las palabras de Mourinho antes de enfrentarse al Liverpool por vez primera en Europa."Si yo no puedo ganar la Liga de Campeones con el Chelsea, me encantar¨ªa que lo hiciera Rafa, porque me cae bien, le respeto y tengo una buena relaci¨®n con ¨¦l". Un ef¨ªmero ejercicio de respeto que tuvo su prolongaci¨®n a finales de 2006, cuando el t¨¦cnico del Chelsea se refiri¨® a su rival como "uno de los mejores entrenadores del mundo". Ben¨ªtez, cauto, receloso de los halagos de su ac¨¦rrimo contendiente, prefiere que su equipo hable sobre el c¨¦sped.
En definitiva, una eliminatoria que va mucho m¨¢s all¨¢ de un simple mano a mano. Una cuesti¨®n de prestigio en la que una sola palabra, 'victoria', ocupa la mente de los dos t¨¦cnicos, que se enfrentan a su ser o no ser. Una espectacular batalla engalanada de buenas formas pero con un trasfondo envenenado. Una ausencia de feeling que ya se puso de manifiesto el pasado 14 de agosto en el encuentro de la Community Shield, donde Ben¨ªtez se neg¨® a estrechar la mano de 'Mou'. Ir¨®nico, el entrenador portugu¨¦s recurri¨® a su manual de estilo para tejer la respuesta. "El f¨²tbol son 90 minutos. Si nos damos la mano o nos damos un beso, ?a qui¨¦n le importa?".

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.