S¨®lida victoria
Un tanto de Ramos, otro de Guti y dos de Van Nistelrooy, que ya lleva dieciocho, terminaron con las ilusiones de un Athletic muy flojo y descentrado
Los partidos en San Mam¨¦s tienen un sabor especial, la hierba huele como en ning¨²n otro estadio y la leyenda, la historia, los mitos y la esencia del f¨²tbol parecen tener all¨ª su rinc¨®n predilecto. Y cuando el rival es el Real Madrid, el ambiente resulta m¨¢gico. Aunque en esta ocasi¨®n quedaron muchos asientos vac¨ªos, las ausencias no impidieron que las gradas vibraran y remaran a favor de los rojiblancos. Como siempre, como es tradici¨®n.
El Madrid, que conoc¨ªa las victorias de Sevilla y Barcelona, ten¨ªa que sumar tres puntos, no pod¨ªa fallar, y el Athletic, coqueteando como anda esta temporada con los puestos de descenso, tampoco pod¨ªa permitirse un nuevo desliz. As¨ª que el encuentro comenz¨® con tensi¨®n, mucho ritmo, y nervios, y poca elaboraci¨®n, con dos equipos que buscaban la porter¨ªa contraria sin pasar por la zona de creaci¨®n; si a Capello le gusta el juego directo, a Man¨¦ tambi¨¦n.
El Athletic lanzaba en largo a Etxeberr¨ªa, a Iraola y a Gabilondo, pero los controles no eran buenos y ninguno parec¨ªa capaz de conectar con Aduriz, el ¨²nico hombre en punta de los leones. El Madrid, que alg¨²n desajuste sufr¨ªa en defensa, sobre todo por parte de Cannavaro, no parec¨ªa demasiado inc¨®modo en el intercambio a¨¦reo de proyectiles. Hasta que el bal¨®n qued¨® quieto sobre el tapete, en una falta lateral, "platino" Beckham cobr¨® la falta y la banana lleg¨® hasta la cabeza de Ramos, inexplicablemente s¨®lo, libre de marca. El gol del sevillano, obtenido de la misma forma que frente al Valencia, a pase de Beckham, le situaba como tercer m¨¢ximo goleador del equipo, por detr¨¢s de Van Nistelrooy y Ra¨²l. Y, por supuesto, corroboraba que el joven central internacional es ya uno de los hombres de mayor peso futbol¨ªstico de la plantilla.
A los de Man¨¦ les fallaba la punter¨ªa. No se vinieron abajo tras el gol, dominaban, creaban peligro, pero llevaban las botas del rev¨¦s y sus remates o incursiones acababan lejos de los palos de Casillas. Mientras, el Madrid, avisaba con un buen cabezazo de Beckham para luego, en una buena pared entre Emerson y Cicinho, anotar el segundo con un cabezazo de Van Nistelrooy, que recibi¨® el pase del lateral brasile?o, recuperado por fin tras siete meses de ausencia. El golpe del delantero holand¨¦s result¨® mucho m¨¢s dif¨ªcil de superar. Hasta La Catedral guardaba silencio.
El tercer gol, demasiado para el Athletic
Resultaba curioso, pero era el Real Madrid el equipo que m¨¢s garra y coraje le estaba poniendo al asunto, cosa ¨¦sta muy del Athletic, y era tambi¨¦n el equipo que con mayor consistencia y concentraci¨®n se entregaba al trabajo, con bastante orden y mucho compromiso. Y se notaba al compararlo con el Athletic Club, que esta temporada anda flojo de piernas y nublado de mente. El Madrid, as¨ª las cosas, comenz¨® a mandar.
La banda derecha del Real Madrid funcionaba como un ventilador; Beckham comprend¨ªa la vocaci¨®n ofensiva de Cicinho y le hac¨ªa la cobertura a la perfecci¨®n y el brasile?o, se esforzaba por combinar su habilidad ofensiva con la seriedad necesaria en el cierre. Por all¨ª le llegaban muchos problemas al Athletic. Y en un corner servido por Beckham, nada m¨¢s comenzar la segunda parte, y tras un rechace a disparo de Cicinho, lleg¨® el tercero, de Van Nistelrooy, que parece empe?ado en hacerse con el pichichi. 18 goles, 14 fuera de casa.
Entraron Yeste y Urzaiz entre la sensaci¨®n de que los cambios llegaban demasiado tarde. Y no cambio la decoraci¨®n ni se transform¨® el juego del Athletic, muy previsible, carente de intensidad y trompicado en la elaboraci¨®n. Por si fuera poco, segu¨ªan los leones negados con la punter¨ªa, incapaces de poner a prueba a Casillas, que estaba pasando por el partido como un mero espectador. S¨®lo Iraola, tras una hora de inactividad, puso en apuros al de M¨®stoles.
A favor de corriente, con un c¨®modo colch¨®n de tres goles, el Madrid no quiso complicarse mucho m¨¢s la vida y baj¨® el ritmo. Capello fue moviendo fichas, primero Higua¨ªn por Van Nistelrooy, despu¨¦s Guti por Robinho. Todo para mantener la intensidad f¨ªsica, algo de lo que el Real Madrid puede presumir en esta recta final de temporada. En el Athletic era Urzaiz el ¨²nico que parec¨ªa capaz de crear peligro, pero el esfuerzo del veterano delantero resultaba insuficiente, quiz¨¢ tard¨ªo.
Aunque el Madrid parec¨ªa en disposici¨®n de marcar alg¨²n tanto m¨¢s, Higua¨ªn mand¨® un bal¨®n al palo tras una contra y Diarra le quit¨® un remate claro a Ramos tras otra comba de Beckham, fue el Athletic, en su animoso final, el que marc¨® el del honor por medio de Fernando Llorente. Y aunque los de Man¨¦ continuaron colgando balones al ¨¢rea en busca de sus dos gigantones, el resultado que encontraron fue una contra letal, la que cerrar¨ªa definitivamente el partido, una jugada en la que Guti sell¨® una de las victorias m¨¢s c¨®modas y holgadas de la temporada.
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