El l¨ªder Fabian Cancellara gana la tercera etapa del Tour de Francia
Erik Zabel, segundo, y Daniele Napolitano, tercero, no han podido imponerse al l¨ªder en una carrera maratoniana
El corredor suizo Fabian Cancellara, del CSC, se ha impuesto hoy al sprint en la tercera etapa del Tour de Francia, disputada entre Waregem y Compiegne sobre 236,5 kil¨®metros, por delante del grupo de velocistas puros, entre ellos el alem¨¢n Erik Zabel (Milram) y el italiano Danilo Napolitano (Lampre), segundo y tercero.
Fabian Cancellara (CSC) ha sumado su segundo triunfo en la presente edici¨®n tras el del pr¨®logo en Londres y consolida el jersey amarillo de l¨ªder de la clasificaci¨®n general, despu¨¦s de la ''etapa-marat¨®n'' de 2007, puro esperpento representado por un pelot¨®n que acumul¨® m¨¢s de una hora de retraso.
El reloj se le par¨® hoy a los corredores del Tour. Con la mirada en el horizonte de Compiegne, el punto de partida de la Par¨ªs-Roubaix, la cl¨¢sica de las cl¨¢sicas, el ''Infierno del Norte'', la de los terribles tramos adoquinados de cada segundo domingo de abril, los ciclistas se declararon en huelga de bicicletas ca¨ªdas. Fue una de las etapas m¨¢s lentas de la historia del Tour en la ¨²ltima d¨¦cada, tan s¨®lo superada por la marcha neutralizada en direcci¨®n a Aix-les-Bains en aquel ''maldito'' a?o de 1998. La jornada se prest¨® a la ch¨¢chara y los comentarios sobre la multitudinaria ca¨ªda de la v¨ªspera, a escasos 200 pasos del lugar en el que el ''pistard'' espa?ol Isaac G¨¢lvez vio desparramada su vida sobre el parqu¨¦ en un golpe de infortunio.
La ''montonera'' no produjo, pese al espect¨¢culo de radios retorcidos, tubulares rotos, ciclistas contra las vallas que coloca la organizaci¨®n, magullados sus m¨²sculos de piedra, ''maillots'' hechos trizas, secuelas de envergadura. Ni siquiera el propio l¨ªder, Cancellara, imagen de puro dolor en la meta, agarrada la mu?eca golpeada bruscamente contra el asfalto, se hizo m¨¢s de lo corriente. Hoy el jersey amarillo regalaba sonrisas a aquel que quisiera escucharle mientras dos franceses, Matthieu Ladagnous (Franaise des Jeux) y Nicolas Vogondy (Ag2R), marchaban en fuga y antes de saber, incluso, que ganar¨ªa.
El d¨²o hab¨ªa arrancado en el kil¨®metro 6 sin apenas convicci¨®n y, a¨²n as¨ª, acumul¨® 13 minutos de renta rodando con el plato peque?o, un simulacro de entrenamiento, tan s¨®lo se recorrieron 32 kil¨®metros en la primera jora, por delante y por detr¨¢s, donde hasta al mismo scar Freire se le ve¨ªa fresco pese al for¨²nculo que le atormenta. El retraso del pelot¨®n del Tour, el de las bicicletas hoy ca¨ªdas, empez¨® a ser may¨²sculo. Apenas movi¨® un m¨²sculo cuando, con algo m¨¢s de 50 kil¨®metros para la meta, el franc¨¦s Stephane Aug¨¦ (Cofidis) y el belga Frederik Willems (Liquigas) convirtieron el d¨²o en un cuarteto de escapados. El cuarteto escal¨® la Cote de Blerancourt, defendi¨® con garra el pu?ado de minutos con los que contaba en los kil¨®metros finales y parec¨ªa que iba a tener bot¨ªn su esfuerzo.
Emergi¨®, entonces, Cancellara con su t¨²nica dorada, atrapando a los fugados, primero, y cogiendo a contrapi¨¦, despu¨¦s, a los velocistas en el zig zag empedrado ¨²ltimo. Esta vez no entr¨® con la mano cosida a la mu?eca como el d¨ªa anterior sino con los brazos en cruz y el dedo ¨ªndice al aire. Fue en el d¨ªa de las bicicletas ca¨ªdas y en el que demostr¨® que es el n¨²mero uno, el m¨¢s fuerte, hasta que las m¨ªticas cumbres asomen m¨¢s all¨¢ de Compiegne, el banderazo de salida de la Par¨ªs-Roubaix, y del bosque de Arenberg.
Ma?ana, se disputa la cuarta etapa, entre Villers-Cotterets y Joigny sobre 193 kil¨®metros y en la que el pelot¨®n deber¨¢ ascender cuatro ''tachuelas'' de cuarta categor¨ªa, la ¨²ltima la Cote de Bel-Air a casi 50 kil¨®metros de la meta.
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