Maranello estalla de alegr¨ªa
La sede de Ferrari vive una fiesta
La peque?a localidad de Maranello, a una cincuentena de kil¨®metros de Bolonia y conocida internacionalmente por ser la sede de la "Ferrari", so?¨® esta tarde-noche con el "milagro" de ver a su piloto finland¨¦s Kimi Raikkonen laureado campe¨®n del mundo... y estall¨® el j¨²bilo.
Los "tifosi" ferraristas se encerraron en sus cuarteles generales con banderas, camisetas y todo tipo de objetos con los colores de la la escuder¨ªa del "Cavallino Rampante"; entre ellos no faltaron amuletos como los "rojos cuernos", tan usados en Italia para alejar la mala suerte y que hoy ocuparon lugares preferenciales en Maranello. Y la verdad es que los amuletos empezaron pronto a funcionar. Como empez¨® poco a alzarse el nivel de jolgorio, ilusiones y esperanzas en toda Maranello cuando Hamilton fall¨® en la salida, se desplom¨® hacia atr¨¢s, mientras Massa y Raikkonen se escapaban y Alonso no pasaba de la tercera plaza. Hubo quien incluso dirigi¨® sus plegarias hac¨ªa San Biagio (San Blas), el patr¨®n de la localidad, que cuenta con unos quince mil habitantes.
Maranello ya empez¨® pronto a ver real el "milagro", pues ninguno de los ferraristas dudaban de que Massa iba a dejar pasar a Raikkonen. Las banderas, el jolgorio, a¨²n alcanz¨® una mayor cota tras desplomarse Hamilton hasta la decimosexta plaza. Con el transcurrir de la prueba, cada vez haci¨¦ndose m¨¢s palpable que el "milagro" iba a ser realidad, el aire de Maranello se hizo cada vez m¨¢s rojo intenso. Y estall¨® cuando Raikkonen cruz¨® la l¨ªnea de meta como vencedor, como nuevo campe¨®n del mundo, devolviendo a Ferrari un t¨ªtulo que en los dos ¨²ltimos a?os Alonso les impidi¨® tener, pese a luchar con el s¨ªmbolo de Ferrari, el alem¨¢n Michael Schumacher.
Maranello estall¨® en fiesta, los tifosi en notable n¨²mero saltaron a sus calles para celebrar el doble t¨ªtulo, el de pilotos inesperado. Entre los gritos de j¨²bilo hubo quien habl¨® de "Justicia", pues se estima que se merec¨ªan ambos mundiales por el caso de espionaje.Justicia o no, lo cierto es que las campanas de la iglesia de Maranello vuelven a sonar.
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