Oliveira pone la directa
El Zaragoza se impone a un Athletic aguerrido y dependiente de Yeste
El remiendo del Zaragoza fue fant¨¢stico. A falta de bandas, de profundidad y ensanche, bien vale el juego directo, el pase a la carrera de los puntas. Y Oliveira y Diego Milito, que disparan y luego preguntan, no perdonan. Lo atestigu¨® el Athletic, que tir¨® sin descanso de Yeste, pero que desvel¨® m¨¢s carencias que virtudes. Lo aprovech¨® el Zaragoza, que, despu¨¦s de tres t¨¦cnicos y muchos tropiezos, parece haberse reinventado. Un gol al zurr¨®n, una victoria por ingenio.
No se anda con chiquitas el Athletic, que comprende el f¨²tbol en su versi¨®n m¨¢s simple. Defensa dura, de coberturas y sincronizada basculaci¨®n, y salida escopetada al contragolpe. El bal¨®n para Yeste o para el rival. Lo dem¨¢s no interesa. La propuesta funciona por reiterativa. Ocio y Amorebieta discuten, se gritan y animan. Pero se entienden de maravilla. Sin fallos hasta que los puntas contrarios se revelan, pasan del ataque est¨¢tico al din¨¢mico. Algo que Oliveira y Milito hacen de perlas.
Atrofiado por las bandas y desgastado en el centro del campo, el Zaragoza tiene acento propio, basado en el juego interior. No es extra?o que los tres t¨¦cnicos que han ocupado el cargo este curso — V¨ªctor Fern¨¢ndez , Garitano e Irureta— hayan practicado un 4-4-2 con dos medios centro y unos volantes m¨¢s preocupados por las diagonales que por pisar la l¨ªnea de fondo.
Los interiores blanquillos se desentienden del costado sin rubor.. Se vuelven previsibles. Pero Irureta ha otorgado al Zaragoza de un arma que carec¨ªa: el juego directo. As¨ª, Diogo combin¨® en la primera l¨ªnea con Sergio, que lanz¨® un pase largo a la ca¨ªda de Milito. ?ste pis¨® ¨¢rea y la templ¨® al segundo palo, donde Oliveira, avispado, lleg¨® al remate. Al gol. Mazazo tremendo para el Athletic, que se atraganta cuando debe tomar la iniciativa. Por otra parte, Ayala pas¨® la noche en el hospital tras un golpe con un rival.
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