Los chinos estudian c¨®mo hacer la ola en los Juegos Ol¨ªmpicos

M¨¢s de 300 pequineses, amigos de crear ambiente en la grada para convertir los eventos deportivos en una aut¨¦ntica fiesta, han tomado un curso especial para aprender c¨®mo hacer la ola. Estos aplicados estudiantes ser¨¢n los encargados de conseguir con su ¨ªmpetu que funcione el efecto domin¨®, para que el resto de espectadores que acudan a los estadios durante los Juegos se involucren en el movimiento r¨ªtmico que propone este conocido mecanismo de comuni¨®n entre la grada y la pista.

Los expertos en olas, que han aprendido por ejemplo que hay que aplaudir un m¨ªnimo de once veces para conseguir que el aplauso general se prolongue lo suficiente, ser¨¢n perfectamente reconocibles el pr¨®ximo verano puesto que vestir¨¢n un caracter¨ªstico uniforme rojo. No es la primera vez que se toma una iniciativa de este tipo en un pa¨ªs que se encuentra a las puertas de organizar un gran acontecimiento deportivo; en 2006 la radiotelevisi¨®n alemana "Deutsche Welle", por ejemplo, public¨® un sesudo art¨ªculo para promocionar la ola en el Mundial de Alemania.

El art¨ªculo explicaba que la ola avanza por las gradas en el sentido de las agujas del reloj y que, de estar bien hecha, habr¨ªa de desplazarse a una velocidad de unos 20 asientos por segundo, o lo que es lo mismo, a unos 40 kil¨®metros por hora. Los "cheerleaders" pequineses no parece que vayan a ser tan puristas, ya que han aprendido a hacer cuatro tipos de olas diferentes sin dejar de animar y aplaudir al mismo tiempo. El fen¨®meno de la ola fue apreciado por primera vez en todo el mundo durante el Mundial de M¨¦xico 86, y se ha convertido en una especie de tradici¨®n para los espectadores de una gran cantidad de estadios, fundamentalmente de f¨²tbol.