Campe¨®n con oficio
El Valencia recurre a su mayor experiencia para ganar a costa de un c¨¢ndido Getafe su s¨¦ptima Copa
El orgullo de un pu?ado de jugadores con oficio conquist¨® la s¨¦ptima Copa del Rey para el Valencia. La experiencia en estas citas, en las que pesa m¨¢s el control de los tiempos que el momento de forma, dio al equipo de Koeman el ¨¦xito en su temporada m¨¢s esquizofr¨¦nica. Liderado por un Baraja superior, el Valencia aprovech¨® el principio y el final del duelo para marcar las diferencias. Entre medias, se dej¨® llevar por un vaiv¨¦n que no supo aprovechar la candidez del Getafe. El cuadro de Laudrup empez¨® tiritando, reaccion¨® al filo del descanso y, cuando el rival estaba contra las cuerdas, no supo buscarle la yugular. Salvo Granero, en el Getafe se arrugaron todos. En el Valencia, a Baraja le acompa?aron Silva, Villa y Hildebrand, decisivo en todo el torneo. Adem¨¢s de Morientes, que surgi¨® en el ¨²ltimo tramo para cabecear en plancha un tirazo de Baraja desde lejos. Sorprendentemente, la hinchada valencianista enton¨® su famoso "?Koeman, vete ya!" a pesar de la victoria.
Todo sobre la final de la Copa del Rey 2008 |
Encogido al principio el Getafe tanto en la grada como en el c¨¦sped, el Valencia entr¨® a porta gallola . Quer¨ªa ganar y de qu¨¦ manera. As¨ª lo expuso Baraja, que movi¨® el comp¨¢s hacia el ¨¢ngulo que le marcaba Villa. ?ste vio que penetraba por el pasillo Silva y el centro del grancanario lo cabece¨® Mata, su cuarto tanto en la Copa, favorecido esta vez por el rebote de un defensa. Un ataque de manual que dej¨® tocado al grupo de Laudrup, que recibi¨® un nuevo golpe antes de reponerse. Alexis marc¨® el t¨ªpico gol del central que arrasa con todo para cabecear el centro enroscado de c¨®rner de Silva. Dos pases de gol de Silva y de nuevo el tri¨¢ngulo m¨¢gico de Silva, Villa y Mata a pleno funcionamiento. Curiosa la historia de Alexis, fuera a ¨²ltima hora por decisi¨®n de Schuster de la final de la pasada edici¨®n, cuando pertenec¨ªa al Valencia, y dentro ayer tras una carambola de lesiones y m¨¢s de seis meses para superar la rotura de ligamentos de la rodilla.
El Getafe comenz¨® a carburar a la media hora. Empezaron a encajar los automatismos de su ataque. M¨¢s que nada, por el esp¨ªritu indomable de Granero, en una pugna apasionante con Miguel. Hab¨ªa algo en el esp¨ªritu del barbudo centrocampista que invitaba a pensar que la final no estaba resuelta. Cada vez m¨¢s metido en su ¨¢rea el Valencia, cada vez sufriendo m¨¢s para salir de ella, Contra aprovech¨® que le cay¨® la pelota dentro del caj¨®n para agradecer el tren de mercanc¨ªas que le sal¨ªa al paso. Le arroll¨® Moretti y, a pesar de que el ¨¢rbitro orden¨® seguir el juego, las protestas de los jugadores azules, que se negaban a sacar de banda, surtieron efecto. La consulta con el juez de l¨ªnea convirti¨® la acci¨®n en un penalti que, al l¨ªmite del descanso, se intu¨ªa decisivo. Lo transform¨® Granero a media altura, enroscado y pegado al poste.
El Valencia volvi¨® a su idea primigenia tras el descanso, la de llevar la iniciativa y jugar en campo contrario. Le dur¨® diez minutos. En los que Villa acapar¨® todo el protagonismo posible. Hasta en tres ocasiones consecutivas gan¨® la espalda a Tena. En dos de ellas, el n¨²mero 7 tuvo en el punto de mira desajustado. En la de en medio fue cazado por Tena sin que el ¨¢rbitro lo interpretara como penalti. La lesi¨®n de Albiol aument¨® los problemas defensivos del Valencia, que hubo de jugar casi toda la segunda parte con una pareja in¨¦dita de centrales: Alexis y Caneira. A eso se uni¨® la posterior lesi¨®n de Moretti, que complic¨® a¨²n m¨¢s el puzzle defensivo de Koeman.
El Getafe vio la sangre y aceler¨®. Sobre todo, Granero, que continu¨® varias cabezas por encima del resto. El disparo que escondi¨® hasta el final entre una nube de defensores fue repelido por el larguero sin que Hildebrand advirtiera siquiera c¨®mo hab¨ªa llegado ese bombardeo. Tan apurado se vio el Valencia que Baraja ya estaba perdiendo tiempo a falta de 22 minutos. No termin¨® ah¨ª el c¨²mulo de lesiones valencianistas: Villa, lastimado, se enfad¨® con Koeman por retrasar en demas¨ªa sustituci¨®n. Entr¨® Morientes y se despleg¨® la zancada de avestruz de Arizmendi, el mejor recurso en caso de escasez f¨ªsica.
Laudrup ve¨ªa que se le escapaba la final y recurri¨® a la bala que tan buen resultado le dio ante el Bayern: Braulio. Y a fe que tuvo el empate a tiro. Su cabezazo picado junto al palo izquierdo lo par¨® Hildebrand en una estirada de gato. Menos resolutivo result¨® Ustari en la otra porter¨ªa. Y lo aprovech¨® Morientes para reivindicar el orgullo de los viejos rockeros. El esp¨ªritu de un club hist¨®rico que,pese a las apariencias, nunca est¨¢ muerto.
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